ℭ𝔞𝔭𝔦́𝔱𝔲𝔩𝔬 49

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Cielo.

𓏲 ๋࣭     ࣪ ˖        ⋆ ࣪.     ˖ ࣪⭑      ˖ ࣪ ٬     ุ๋ ⸱

Angeline.

Cierro los ojos con fuerza, volviéndolo a abrir casi al instante. La vista la tengo borrosa y siento que todo a mi alrededor me da vueltas.

La luz me lastima y me hace fruncir el ceño constantemente mientras el dolor punzante en mi cabeza parece aumentar con rapidez. Me tomo la cabeza entre las manos, mientras escucho el palpitar de mi corazón en mis oídos.

—Es la abstinencia —doy un brinco tras escuchar una voz a mi espalda—. Has dejado la droga, por eso te sientes así.

La señora que había visto cuando llegué a este horrible lugar se encuentra frente a mi. Trae en la mano un plato hondo.

—No has comido nada, niña —me deja el plato frente a mi.

«No quiero» me dan ganas de decirle, pero las palabras se quedan atascadas en mi garganta.

No me atrevo a responderle a nadie, ni siquiera me daban ganas de salir del sótano, lo único que he querido estos días ha sido dormir y nunca volver a despertar.

Hoy por la tarde me han dejado de administrar las drogas y las ansias de quererla se han hecho presentes de inmediato. Odio como me hacen sentir, pero sus efectos son la única cosa que me hace desconectar de la realidad. Por eso la proclamo y la necesito.

—Traga o te meteré un tuvo por la garganta para que te pasen comida por ahí —me amenaza.

No quiero sufrir más, no quiero que vuelvan a tocarme jamas. Así que con el cuerpo tembloroso tomo la cuchara, el cual comienza a tambalearse entre mis dedos. Las lagrimas no tardan en salir por mis ojos y me obligo a abrir la boca para meter una cucharada de la sopa  asquerosamente salada, que me han servido.

La presencia de la señora la siento detrás de mi, observándome cuidadosamente, y eso me hace ponerme nerviosa.

Luché por mi vida, luché por la vida de mi bebé, pero al final todo fue en vano. Aquel ser que vivía en mi interior murió y con el una parte de mi también lo hizo. Luego de tener un aborto me aferré a hacer las cosas mal, maté, pelee y desobedeci a todos, pero lo hice por una razón: morir.

Pero a pesar de que hice todo eso, solo sufrí, porque Dominik Bristol no me dejaba morir. Me mantuvo drogada y encadenada en la oscuridad de un sótano, me mantuvo deshidratada y hambrienta por días. Si no es por aquel chico desconocido, habría muerto, pero el no parecía entenderme, por más que le supliqué que me dejará morir, que me matará rápido, no me ayudó.

Se escabullia por las noches solo para darme agua, para poner trapos en mi cara o darme alguna cosa de comer. No se en realidad porque lo hacia, pero se que sus intenciones eran buenas. No me dice quien es o que es lo que está planeando, pero ahora mismo no quiero llenarme de esperanza, porque ya me he resignado...y es que, jamas podré salir de aquí.

La señora a mis espaldas se va, dejándome en el comedor. Cuando la siento salir no puedo evitar soltarme a llorar.

Me siento como una estúpida, como una inútil. Murió Aedion, murió nuestro bebé, seguramente también murieron mis amigos y todo por culpa mía.

No pude protegerlos, ni siquiera pude defenderme a mi misma. ¿Que más me queda por hacer? nada. Me he convertido en un robot, en una esclava para toda la eternidad.

LETAL . #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora