LETAL . #1

ℭ𝔞𝔭𝔦́𝔱𝔲𝔩𝔬 28

Bajo la piel.

𓏲 ๋࣭ ࣪ ˖ ⋆ ࣪. ˖ ࣪⭑ ˖ ࣪ ٬ ุ๋ ⸱

Maratón 2/2

Angeline.

Hoy no está saliendo como se supone que tenía que salirme la noche.

Desde el momento en que a Amelia se le ocurrió pedir una botella de vino blanco perdí el trato que había hecho conmigo misma de no beber nada.

Siento que todo me está dando vueltas y no se como es que sigo de pie. Los tacones me están matando pero estoy dando todo de mi para no caerme y hacer el ridículo.

—Bailemos, antes de irnos —dice Raymond cerca de mi oreja.

Muy cerca.

Miro de reojo a Aedion y lo veo haciéndole cariñitos con la boca a la oreja de Andrea. Me molesta que no se le haya despegado en toda la maldita noche, y me molesta más que él no la haya quitado ya.

—Bien —acepto.

Miro a Efraín y lo veo haciéndome caras graciosas...o eso creo. Se ve muy distorsionado.

Me pongo de pie y le tomo la mano a Raymond. Le dirijo una mirada rápida a Aedion y este apenas y me mira un segundo porque vuelve a hacerse pendejo con Andrea.

Una canción de J balvin suena y a pesar de que me meto en la pista sigo quedando muy a la orilla.

Raymond me toma de la cintura y yo empiezo a moverme. No es que me guste, de hecho solo acepté porque ningún chico a querido sacarme a bailar. Se acercan, hablan conmigo y luego de un momento a otro se dan la vuelta. Nunca me había pasado algo parecido, pero no me deprimo, bailé con Lia la mayoría del tiempo.

—Te ves muy bonita esta noche —susurra en mi oído.

—Gracias —le digo sonriente.

—¿Puedo decirte algo quizá un poco atrevido? —su pregunta no me gusta.

—Dime...—respondo dubitativa.

—Tienes un culazo que me vuelve loco.

Sonrío fingidamente.

—Oh...

¿Por que el coqueteo tenía que pasar a otro nivel?

—Raymond...no mal entiendas las cosas —empiezo a decirle.

—Se que tienes novio pero te juro que las cosas quedarán entre nosotros.

Me voltea en un movimiento, haciendo que mi espalda quede contra su pecho.

—No me gustaría ponerle el cuerno —esa ni yo me la creo.

—Solo una noche...—me toma de la cadera y me presiona contra el.

Siento su erección contra mi trasero y la respiración se me acelera. No por deseo o excitación, sino por nerviosismo.