03.

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Y el día esperado, llegó.

Se había despertado a las cinco y media de la mañana, algo muy raro en él, ya que solía despertarse como muy tempranamente a las diez u once de la mañana pero la ansiedad estaba carcomiendolo desde el momento en que se fue a acostar.

Por ello, se despertó y sin esperar más se levantó, Trisha le había informado que debía estar en la residencia Malik a las siete y media ya que ellos partirían a sus empleos a esa hora, tenía todavía una hora y media para estar en su casa y prepararse, así que sin más, se metió al baño y abrió el grifo de la ducha. Se aseó tomándose su tiempo y después salió de esta, buscando en el armario lo más cómodo y formal que podría usar. Unos joggings azules Nike, una remera manga corta, camiseta arriba, un sweater de polera con cuello largo y una campera térmica, con unos tenis negros completaron su outfit. Hacía mucho frío esa mañana y es que el invierno estaba a nada de entrar.

Eran las seis y veinte cuando él bajó a la planta baja y se dirigió a la cocina, el olor a café y waffles penetraron sus fosas nasales haciendo que su estómago rugiera con ferocidad. Sus padres se encontraban allí, Geoff leyendo el diario y Karen batiendo una taza, que supuso, era para él.

— buenos días. — saludó encaminándose hacia su padre para besar su mejilla y luego hacer lo mismo con su madre. Se sentó en su lugar habitual, frente a su progenitor.

— ¿Y, estás preparado para hoy, hijo? — preguntó el castaño mayor.

— si, estoy listo, se que será un buen día hoy. — dijo.

— me alegra muchísimo escuchar ese entusiasmo, bebé. — espetó su madre sentándose a un lado de su esposo. — Trish y Yaser quedaron muy satisfechos contigo. Me dieron muy buenos comentarios sobre ti.

— espero que no te aburras de tu nuevo trabajo, este empleo no es como los anteriores que haz tenido, James. — comenzó su padre. — se trata de cuidar de una persona con una capacidad distinta a la de los demás. Si haces esto, debes mentalizarte en que no puedes dejarlo así como asi. ¿Bien?

Se sintió como un niño reprendido por lo que bajó la cabeza y asintió.
— lo sé, papá. Eso no ocurrirá.

— espero que así sea. — dijo con seriedad. — bueno, ya es momento de que me vaya. — se levantó de su lugar y dió un beso a su mujer para luego acercarse a su hijo. — ten un buen día, hijo. Mucha suerte.

— gracias, papá. Igualmente para ti.

(...)

Después de que sus padres se retiraron ambos y por supuesto él también, condujo hacia la casa de los Malik para iniciar su primer día de trabajo.

El camino hacia allí le resultó más corto que el día anterior así que no tardó mucho en llegar.

Una vez estacionado, bajó de su auto y se encaminó por el pequeño caminito de piedras hasta que llegó a la entrada de la casa. Tocó el timbre y espero, ojeando su reloj y viendo la hora, 07:29, se felicitó mentalmente por ser puntual.

La puerta fue abierta y la grata sonrisa de Trisha Malik lo recibió, un corto abrazo y un beso en la mejilla fue el saludo y luego ambos caminaron hasta la sala.

— bien, Liam. — dijo la mujer. — Zayn ya está despierto y acaba de entrar a la bañera. — contó. — Yaser se está encargando de dejar su ropa para que se vista hoy. Ya te he dejado todo preparado para que no tengas que preparar el desayuno tú. ¿Desayunaste? Puedes tomar lo que quieras de la nevera.

— no te preocupes, Trish, ya he desayunado y gracias por haber dejado todo listo.

— no hay de que.

¿puedo abrazarte?. (ZIAM MAYNE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora