53.

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Domingo por la mañana, la alarma sonó a las nueve en punto; en cuanto está comenzó a sonar fue rápidamente desactivada por el moreno, intentando no despertar a su amigo quien dormía en la cama adjunta a la suya.

Se sentó rápidamente y refregó sus ojos, estos ardían ya que no pudo cerrarlos en toda la madrugada.

Otra noche en la que no lograba conciliar el sueño debido a los pensamientos que su mente creaba. Moviendo sus piernas hasta que estás tocaron el suelo, se colocó sus pantuflas y caminó hacia el cambiador; cuando tuvo elegidas sus prendas, se dirigió al baño.

Diez minutos después de haberse duchado, se secó; colocándose los jeans negros, y una remera blanca, más sus tenis negros.
Cepilló sus dientes y peinó su cabello.

Al salir del cuarto de baño, observó a su amigo quien aún seguía durmiendo, decidió que lo despertaría cuando tuviese su desayuno preparado. Por lo que después de tomar su teléfono, se dispuso a salir de su habitación y bajar hacia la cocina.

Sabía que el desayuno favorito de Harry eran los huevos revueltos, más fruta picada y una taza de café acompañada de un poco de leche. Una rara y extraña combinación.

Pero, ¿Quién era él para juzgar los gustos de su mejor amigo?

Su habilidad gastronómica había aumentado a niveles que él no había pensado que podría y es que se tomó muy en serio sus palabras esa vez que preparó por segunda vez el desayuno para su novio, tenía que aprender para el día en que viviesen juntos y realmente lo estaba haciendo.

Comenzó a tomar los utensilios necesarios y los ingredientes para un buen desayuno.

Estaba a nada de empezar cuando el sonido de una llamada entrante interrumpió su accionar, el nombre de su novio ocupaba la pantalla y sintió nervios como cada vez que Liam lo llamaba, pero está vez esos mismos nervios se duplicaron.

Tomó el aparato y movió el dedo hacia la opción de atender.
— ¿Hola?

Buenos días, vida mía — la voz del contrario sonó ronca, al parecer recién despertaba.

Buenos días, bebé. ¿Cómo estás?

Estoy bien, mí amor, ¿Y tú? ¿Cómo la pasaron anoche?

Uh... Bien, estuvimos viendo videos de un tal Ed Sheeran que le gusta a Harry y luego puse películas. ¿Y tú? ¿Cómo la pasaste con Louis? — preguntó caminando de un lado hacia otro.

Bien, jugamos videojuegos toda la noche y comimos pizza con unas latas de cerveza. Te extraño, cariño.

Sus mejillas se calentaron, no ayudaba mucho el tono de voz que Liam tenía por las mañanas.
— Y-Yo también te e-extraño, bebé. — su voz salió temblorosa. — uhm... ¿Li?

¿Si, amor mío?

Tenía que decirlo.
— Necesito hablar contigo de algo importante hoy. Pero no quiero hablarlo aquí en mí casa. ¿Podemos ir a la tuya hoy?

Por supuesto, vida mía. ¿Paso por ti en unas horas? Yo también quiero hablar contigo de algo importante.

Uhm... No, no. Iré con Harry cuando vaya a buscar a Louis. ¿Sobre qué quieres hablar tú?

De acuerdo, precioso. Entonces te veo dentro de un rato. Eso lo sabrás cuando nos veamos, Malik, se paciente. — dijo riendo con cariño.

Correcto. De acuerdo, está bien. — respondió demasiado nervioso, él realmente estaba ansioso por ver a su novio y decirle lo que estaba pasándole.

¿puedo abrazarte?. (ZIAM MAYNE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora