13.

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Cuando Karen llegó a su casa a la una, comenzó con su rutina diaria en su casa, el que era comenzar a hacer una limpieza liviana, ya que ella tenía quien se encargará de eso; pero como siempre, no le gustaba dejar la casa muy sucia, por lo que se encargaba de hacer la típica limpieza superficial.

Hoy le tocaba poner toda la ropa de su familia en la lavadora, así que fue en busca de algunas pertenencias suyas y de su esposo; para luego ir a buscar las de su hijo.

En cuanto abrió la puerta, su corazón latió con fuerza, soltando un grito de espanto en cuanto vió lo destruida que la habitación de Liam estaba y... Lo que peor le hizo, fue ver a su pequeño retoño tirado en el suelo.

Dejando caer todo lo que tenía en sus manos, se apresuró a ir hacia el castaño, cayendo a su lado.
— Mí amor, Leeyum, bebé. — dijo con su voz cortándose, comenzó a acariciar su rostro. _ despierta, vida mía, despierta. — los párpados de Liam empezaron a moverse para después mostrar aquellos hermosos ojos amielados, estos se encontraban rojos e hinchados, prueba de que había estado llorando. — mí bebé, ¿Que te ocurrió? ¿Que pasó?

Liam soltó un jadeo doloroso antes de abrazarse a su madre y comenzar a llorar. Karen lloró junto a su hijo, acurrucandolo entre sus brazos, acariciando su espalda e intentando darle confort con palabras dulces.

Había olvidado cuando fue la última vez que había visto a Liam llorar de esta manera, nunca se había quebrado así, ni siquiera cuando terminó su relación con el rubio. Pero ahora, lo estaba escuchando romperse y ella no sabía que le había sucedido a su bebé para estar en este estado.

— M-mamá. — lloriqueó aferrándose más fuerte, buscando sentirse mejor entre los brazos de su progenitora, intentando no romperse más de lo que ya lo estaba.

— ¿Que sucedió, mí amor? ¿Que pasó?

— Z-zayn... Yaser... Él, él me echó, d-dijo que va a ser lo mejor para los dos p-pero no lo es... No es lo mejor. N-nos están matando, mami.

— ¿Yaser te echó? ¿Por qué? ¿Zayn está bien? — cuestionó preocupada.

El menor comenzó a respirar con dificultad debido al llanto que no paraba de destrozarlo, la mujer acarició su cabello con dulzura y después de besar su frente se puso de pie, haciendo que su hijo la imitará.
— ven, cariño. Iremos a la cocina y te prepararé una taza de chocolate caliente, cuando puedas hablar me contarás qué pasó. Ahora necesito que te pongas mejor, mí cielo. — musitó con una sonrisa, limpiando las lágrimas de su hijo.

Solo pudo asentir y dejar que su madre tomase su mano, sacándolo de su cuarto y haciéndolo bajar las escaleras.

Una vez que estuvieron en la cocina, Karen lo ayudó a sentarse en una de las sillas, y después de darle un beso más en su frente, se dispuso a preparar la chocolatada para su pequeño.

(...)

Ya había dejado de llorar pero es porque ya no tenía más lágrimas para hacerlo. Terminó el último sorbo de la bebida caliente y después de sonar su nariz con el pañuelo antes dado, aclaró su garganta y suspiró. Las manos de su madre buscaron las suyas por sobre la mesa y después de tomarlas se dispuso a contar lo sucedido.

— Zayn se había escapado esta mañana. — comenzó. — por eso me fui de prisa sin decírtelo. Cuando llegué a casa de los Malik solo estaba Trisha, quien me había dicho que su esposo lo había salido a buscar, pero yo no podía quedarme sin hacer nada, Zayn me necesitaba así que salí a buscarlo también.

»— lo busqué por todos lados, mamá. Louis también me ayudó; entre todos los lugares. — tragó duro. — lo encontré en el parque de la veintitrés, ma'. E-estaba... Estaba solito allí, tan solo, muriendo de frío, sufriendo. — y su voz volvió a quebrarse. — repetía una y otra vez que nadie lo quería; que solo era una carga; su padre había dicho que nadie lo querría por su condición. — sorbió su nariz. — y..., Y lo peor es que Yaser le dijo que yo nunca querría ser su novio porque él es autista. — y no aguantó el llanto, volvió a dejarlo salir.

Karen también estaba lagrimeando, dió un apretón a las manos de su hijo.
— Mí amor... ¿Zayn, él... Se enamoró de ti? — Liam sollozó más fuerte asintiendo. — oh, mí niño.

— y Yaser dijo que yo no podría con esa responsabilidad, que... Que no podría cuidarlo, que solo arruinaría mí vida, Ma'; y me echó. — dijo con dificultad. — que era lo mejor para los dos, porque no quería que me sienta obligado a estar con Zayn por lástima... Pero, pero yo no quiero alejarme de él y cuando zaynie apareció... — volvió a sollozar. — mamá... Nos separaron tan cruelmente. Me fui escuchando los gritos desesperados de Zayn, él me pedía que me quedé, quería tenerme allí con él, estuvo a punto de tocar mí rostro. — hablaba entre el llanto, Karen se levantó y rodeó la mesa para abrazar a su hijo quién se aferró fuertemente. — nos apartaron tan dolorosamente, mami. Ellos dicen que es lo mejor pero siento que me muero.

Karen apretó más a su bebé contra su cuerpo y lo consoló.
En su mente, ya estaba ideando alguna solución para todo este estúpido problema.

(...)

Liam se había acostado a descansar, se puso a ver películas de Marvel, que habían sido las últimas películas que vió junto al moreno.

Parecía como una persona a la que su pareja acababa de terminarle; no paraba de llorar y pensar en el azabache. En los gritos de súplica, en el dolor que habían sentido, en su corazón el cual estaba roto.

Solo quería estar cerca de Zayn, no quería más.

Y no paraba de pensar una y otra vez en las palabras de Yaser; ¿Podría él estar con Zayn? Por supuesto que podría, él quería al menor, lo adoraba. Había cambiado su vida drásticamente y para bien; le había hecho ver la vida de otra manera. Sabía que solo había pasado un poco más de un mes en la que comenzó a trabajar cuidando de él; pero solo bastó un solo día para quererlo; él no veía como una dificultad estar junto a Zayn. No le veía lo malo, ni tampoco la imposibilidad de tener una relación; y es que ¿Que relación era fácil y sencilla? Ninguna.

Recordaba lo hermoso que Zayn era; recordaba sus ojos, sus preciosos ojos ámbar que había sentido en más de una vez haber sido observado por más de mínutos por los mismos; recordaba cada mueca; cada manía; cada movimiento o gesto. Cuando ladeaba su cabecita y juntaba sus manitos, jugando con sus dedos. La manera en que su rostro se llenaba de concentración cuando dibujaba; las muecas que parecían ser sonrisas.

Necesitaba hablar con alguien o se volvería malditamente loco, por lo que tomando su teléfono del buró, llamó a Louis, en cuanto le dijo que estaba mal, Tomlinson no dudó en decirle que en cinco minutos estaría en su casa.

Louis había pasado toda su niñez y adolescencia en su casa con su familia, así que era como otro integrante más de esta, por lo que no tuvo siquiera que golpear para que le abriesen; sabiendo donde estaba la llave, simplemente se adentró a la casa y subió a toda prisa hasta la habitación de Payne; cuando entró y lo vio acostado hecho un ovillo en la cama y llorando, no pensó dos veces antes de acostarse junto a él, tomándolo de debajo de sus axilas para levantarlo y acurrucarlo contra su pecho.

La última vez que había visto a su mejor amigo llorar de esta manera fue a los once años, cuando había muerto su abuela, entonces Louis pensó, que algo realmente malo había sucedido para que Liam se encontrase de esa manera, tan desolado, tan roto.

— Tranquilo, estoy aquí. Vas a estar bien, hermanito, vas a estar bien, lo prometo.

(...)

Bajando del auto, acomodó su chaqueta, y caminando por el caminito que habia de piedras, subió los escalones del porche haciendo resonar sus tacos.

Tocó el timbre y acomodó un mechón sobresaliente de su cabello, haciéndolo quedar detrás de su oreja.

Una vez que la puerta fue abierta, se encontró con ojos ámbar que la miraron sorprendida y algo entristecida, sin embargo, ella no se inmutó.

— Trisha, Tenemos que hablar. — dijo con semblante serio su vieja amiga, Karen Smith.

Ella arreglaría esto, por el bien de su hijo y por el de Zayn.

¿puedo abrazarte?. (ZIAM MAYNE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora