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Terminando de acomodar todo lo que necesitaba en su bolso, Malik subió el cierre del mismo y se colocó la liga sobre su hombro para después salir de su habitación.

Sus padres estaban allí y serían ellos quienes lo llevarían hacia la universidad. Era su primer día de clases y Liam realmente quiso estar presente en el día tan importante para su novio, pero el trabajo en la empresa Tomlinson lo tenía demasiado ocupado; de igual manera, él sería el encargado de buscar al moreno al final de las clases, el mismo Payne lo había decretado así.

— ¿Listo para tu primer día de clases, amor? — cuestionó su madre emocionada una vez que estuvieron dentro del auto y Yaser comenzó a manejar.

El azabache jugueteó con sus dedos mientras asentía.
— lo estoy, mamá. Ya tengo veinte años, no soy un niño.

— eso lo sabemos, Zayn. — fue su padre quien habló. — pero eres nuestro hijo y siempre velaremos por tu bienestar y tu comodidad.

— lo sé, papá. — respondió viendo un Punto en el asiento de su madre. — no tienen que preocuparse tanto por mí.

— hijo, no puedes pedirnos eso. — la inquietud de Trisha era demasiado notoria.

Su hijo y ella habían visitado la universidad hace una semana y realmente le fascinó al moreno dicha institución; el director le había jurado que su primogénito no sería tratado de manera diferente por su condición; mucho menos dejaría que alguien lo hiriera de cualquier forma posible. Esta era una de las más prestigiosas del país, y Zayn no sería el primer chico autista en cursar en la misma.

— si alguien quiere hacerte daño, no dudes en-

— hablar con algún profesor o prefecto. — terminó el azabache por ella. — estoy seguro que ya puedo cuidarme por mí propia cuenta, mamá. Ya soy un adulto.

El matrimonio se observó antes de asentir, confiando en su hijo aunque de igual forma, ellos harían hasta lo imposible por cuidarlo, de la manera que sea.

(...)

Después de recibir sus horarios, Malik consiguió dar con el salón de arte de pintura; era el primero que tendría, luego le tocaba el escultural; habían algunos alumnos ya acomodándose en los asientos libres y él pensó que debía permanecer al margen, por lo que buscó un lugar en lo más alejado de todo ser viviente posible. El salón era enorme y tenía los asientos en unidades y en posición circular; habían diez por cada escalón, por lo que tuvo que subir bastantes escalones hasta llegar a un lugar cómodo para él.

Sacó su spray de alcohol etílico, limpió el asiento y la parte de su mesa, para después, con una servilleta, secarlos. Una vez hubo estado acomodado, sacó sus pertenencias y juntó sus manitos.

Más y más alumnos llegaron, un castaño alto; de tez blanca y porte de deportista, se acercó hasta él y se sentó a su lado; Zayn por inercia se alejó unos centímetros.

El castaño giró en su dirección y sonrió.
— ¡Hola! ¿Eres nuevo? Supongo que sí porque nunca te he visto aquí antes. Soy Josh Devine — dijo extendiendo su mano hacia el moreno.

El azabache observó la mano y luego asintió sin separar sus manos.
— uhm... Soy Zayn. — dijo sin ver el rostro ajeno.

— Oh... — el chico lo observó confundido. — ¿Me dejaras así con la mano extendida? — intentó bromear.

— no soy yo el que está obligandote a hacerlo, no me gusta el contacto físico con otras personas.

— oh... — volvió a repetir, analizando al chico nuevo. — bueno, eso está bien. ¿Tienes un toc o algo así?

¿puedo abrazarte?. (ZIAM MAYNE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora