Días después, Zayn estaba como nuevo. El reposo y la dieta - la cual no estuvo muy de acuerdo- ayudaron muchísimo con su recuperación; también ayudó el hecho de que Liam cada vez que salía del trabajo se quedaba junto a él, del trabajo a casa de los Malik y viceversa; con la excusa que el moreno había impuesto, la cual conllevaba a que debían acostumbrarse a dormir juntos para cuando se mudarán.
Y hablando justamente del tema, se encontraban de camino hacia una de las opciones que Payne hubo encontrado para poder tomarlo como su hogar; sin embargo, debía pasar por la aprobación de Malik antes.
— ¿No queda muy lejos de aquí, entonces? Mamá podrá venir a verme todos los días que quiera... Oh, y Karen también. — dijo el menor mientras observaba los alrededores por la ventanilla.
— Está en un intermedio entre nuestras casas, ellas podrán venir cuando quieran y estoy seguro que así lo harán. — respondió el castaño al volante.
Había avisado a bienes raíces por lo que una de las empleadas estaba en la espera de su llegada.
El moreno se giró en dirección a su novio e hizo una mueca.
— ¿Y si esta no es de mí agrado?— Buscaremos otra, cariño. No debes preocuparte por eso, quiero que te sientas cómodo a mí lado y no pararemos hasta encontrar nuestro hogar. — respondió tranquilamente. — Ya estamos llegando.
Los ámbar inspeccionaron todo el lugar mientras el ojimiel se encargaba de aparcar.
La casa tenía un patio extenso; un pequeño rosal se hallaba a un costado mientras que el otro estaba conformado por diversas flores. Un caminito de piedras guiaba al porche y este tenía dos sofás; uno de cada costado de la entrada.
Justo allí, se encontraba una mujer parada, quien no dudó en acercarse unos pocos metros a la joven pareja.
— ¿Listo, vida mía? — cuestionó el castaño parándose a su lado.
El moreno, quien se quedó en silencio unos segundos, aprovechó los mismos para ver detalladamente todo.
— Estoy listo, Li. — respondió para posteriormente dar el primer paso.Payne lo siguió hasta que ambos estuvieron frente a la mujer.
— Buenas tardes, señores Payne. — saludó la de cabello plateado. Malik hizo una mueca de confusión pero no dijo nada. — Soy Bárbara Robbins y me encargaré de mostrarle cada espacio de esta hermosa casa.— Me parece perfecto. — dijo un muy sonriente castaño.
— ¿Cuantas habitaciones tiene esta casa? ¿Las cañerías son viejas? ¿Los cables han sido arreglados? ¿Hace cuánto ha sido edificada esta casa? ¿Cuantas personas han vivido aquí? — preguntó de repente el moreno antes de entrar.
La mujer observó a ambos un poco perpleja pero no dudó en sonreír.
— Esas son muy buenas preguntas. Bueno, en cuanto a la primer pregunta, podré mostrarle todo, señor Payne. — respondió abriendo la puerta.El piso de porcelanato símil de madera le daba el toque que a Liam le encantaba; el color en las paredes era de un rojo escarlata; los dos ventanales en la sala estaban tapados por dos cortinas negras; un juego de sofás blancos, dos pequeños y uno familiar, rodeando una linda mesita. A un costado se encontraba una pequeña biblioteca. Una chimenea, y unos muebles terminaban conformando la misma.
— ¿Les gusta la sala? — habló la mujer, dejando que ambos inspeccionarán cada rincón.
— Para mí es hermosa, ¿Tú qué piensas, amor mío? — se dirigió al moreno.
Este siguió viendo cada detalle.
— ¿Cuantos centímetros tiene esta sala? ¿No corre ningún peligro de humedad?— Por supuesto que no, señor. — respondió inmediatamente. — Todo está en perfecto estado, la empresa se encarga de condicionar absolutamente cada casa para que estás estén en adecuadamente posicionadas.
— ¿Cómo se que no está mintiendo?
El castaño soltó una risita mientras negaba.
— ¿Podemos ver la cocina?— Por supuesto que sí.
Los ambarinos observaron de manera sería al ojimiel pero de igual manera los siguió.
La cocina era un lujo. Paredes verdes oscuras, el piso del mismo porcelanato; los electrodomésticos eran de un color plateado, la isla estaba en medio; está era blanca, al igual que la alacena que trazaba pared y media, una mesada pedroza donde se encontraba un pequeño fregadero en medio, y formada por cajones blancos.
En un rincón un pequeño bar, con cuatro banquetas altas.— Wow, amo esto. — halagó el mayor.
— Es linda, la cocina me gusta. — secundó el moreno.
— Es muy elegante y bella. — dijo Bárbara. — ¿Quieren conocer el piso de arriba?
— Claro.
Siguieron a la mujer escaleras arriba, Zayn se quejó del hecho de que está no tenía barandales; era una escalera flotante. Pero Liam dijo rápidamente que esto se podía arreglar, por lo que no objetó nada más.
— Hay cuatro habitaciones, la principal que es la más grande de todas y en donde la cama matrimonial se encuentra. — explicó señalando la segunda a la derecha. — y tres más que son por si en algún momento desearan expandir la familia.
— Queremos tener tres hijos, perfectamente tendrán cada habitación para que ninguno sea privado de su espacio. — musitó el moreno ganándose una sonrisa de felicidad por parte de su pareja, quien no dudó en acercarse al menor y besar su mejilla.
— Es una muy buena idea esa. Formar una familia es muy hermoso cuando lo haces junto a la persona correcta.
— Lo es. — agregó el mayor.
Vieron cada una de las habitaciones, luego el baño el cual era espacioso y en este conformaba; bañera y ducha, inodoro, bidet y lavabo.
Volvieron al piso de abajo entre charlas para terminar de convencer al moreno de que está era una muy adecuada para ambos.
— ¿Podemos hablar solo mí pareja y yo, por favor? — cuestionó el menor una vez que se encontraron en la sala.
— Claro que sí, estaré afuera.
Una vez que se encontraron a solas, Malik se acercó a uno de los sofás; sentándose posteriormente y dando pequeños saltitos.
— Está cómodo. — dijo levantándose luego.— Se ve que si, vida mía. — se acercó a él. — ¿Entonces? ¿Te gusta la casa, precioso?
— La escalera debe ser modificada urgentemente. Tendremos niños, no podemos dejar que la escalera sea tan peligrosa. Las paredes de las habitaciones de cada uno deben ser pintadas, los colores claros no son muy buenos para la vista.
Sonrió más ampliamente.
— ¿Eso quiere decir que...?— Es nuestro hogar, Liam.
— ¿De verdad, amor mío?
Poniéndose frente a él, fue el moreno quien buscó las manos contrarias para entrelazarlas.
— Jamás te mentiría. Te amo y estoy poniéndome muy ansioso por ordenar todo aquí para poder traer nuestras cosas.Soltó un chillido de felicidad y sin poder contenerse lo tomó por las mejillas, besándolo en agradecimiento por ello.
— Te amo tanto, Zayn. Te amo mucho, muchísimo. — dijo mientras le daba besitos cortos en todo su rostro.Malik solo podía reír al ver a su prometido tan feliz, tanto que le contagiaba la felicidad a él.
— Y yo a ti.— Vamos a confirmarle a Robbins entonces, está es nuestra casa.
— Nuestra.
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¿puedo abrazarte?. (ZIAM MAYNE)
Fanfictiondonde Liam se convierte en el cuidador de Zayn quien padece de Autismo.