07.

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El hombre de seguridad se acercó a los tres individuos separando al castaño quien estaba a nada de golpear al ojiazul; para después, con un brusco movimiento, tirarlo al suelo e inmovilizarlo.

— ¡Espere! ¡No le haga nada, no hizo nada! ¡Por favor, no se lo lleve, es mí amigo, vino conmigo, solo me defendió, no hizo nada! ¡Por favor, tiene que llevarme a casa! — gritó el moreno hacia el hombre canoso, este miró extrañado los movimientos torpes y nerviosos del menor.

— Zayn, cálmate. — dijo cómo pudo el ojimiel al ver el repentino ataque de crisis del azabache. — por favor, está asustado.

— ¡Liam no hizo nada, el estaba conmigo, vinimos a comprar los ingredientes para los panqueques, por favor señor! — Zayn comenzó a moverse de aquí a allá.

— ¿Que tiene? — cuestionó el mayor soltando el agarré hacia Payne y lo ayudó a levantarse.

— es un retrasado. — dijo el ojiazul ganándose miradas severas por parte del canoso y del ojimiel.

— voy a matarte, lo juro. — advirtió Payne antes de acercarse al moreno quien no podía quedarse quieto. — Zizi, hey, tranquilo.

— tu no hiciste nada, él me insultó, lo sigue haciendo, me dijo retrasado, no lo soy. No soy retrasado, solo tengo autismo ¿Por qué me dice de esa forma, Liam? ¿Por qué ese chico es tan malo?

— tranquilo, cariño, es un idiota. — repuso. — ven.

— Liam, no quiero que te lleven ¿Cómo volveré a casa solo? No sé a dónde ir, estoy solo, no conozco aquí, mamá y papá no saben que estamos aquí, voy a morir solo en la calle como un perro abandonado.

El mayor se acercó a ambos.
— tranquilo, muchacho. — dijo con suavidad. — no voy a hacerle nada a tu amigo. Solo lo detuve para que no golpeé al idiota. — dijo haciendo que Liam riera. — pueden ir a pagar tranquilos, yo me haré cargo de la situación. — musitó mirando malamente al rubio. — vayan a pagar ¿Esta bien?

— ¿No se llevará a mí amigo a la cárcel? — cuestionó ladeando la cabeza.

El señor de ojos verdes sonrió.
— no, no me llevaré a tu amigo a la cárcel. — espetó. — pueden irse tranquilos.

— mucha gracias señor. Tenía miedo, no sabía cómo volvería a casa sin Liam, es mí cuidador y él quería hacer panqueques y por eso vinimos aquí, no sabía que íbamos a encontrarnos con ese chico, él fue muy grosero; me llamó "puta" y también retrasado. Que sepa que yo no soy nada de eso, yo soy Zayn.

— se que no eres nada de eso, Zayn. Cuídense y lamento el mal momento.

— es usted muy amable, creí que iba a ser malo también, ya que tiró a mí amigo al suelo. — hizo una mueca y luego volteó hacia Liam. — ¿Te hiciste daño? ¿Te duele algo? ¿Quieres que compré unas píldoras para dolores?

— estoy bien, Zizi. — sonrió. — vamos a pagar y volvamos a casa ¿Si?

— a casa, si. Vamos a casa.

— y tú. — dijo el castaño seriamente hacia atrás del mayor viendo hacia el rubio. — vas a pagar por esto.

Dicho esto, ambos se fueron hacia la caja y pagaron para posteriormente, irse del lugar.

(...)

Una vez que cerró la puerta detrás suyo, el silencio los atrapó, más allá de aquel episodio incómodo en el que vivieron ambos, lo más horrible para Liam fue la indiferencia de Zayn para con él.

El menor llevaba abrazada contra su pecho la bolsa de mercado con todos los ingredientes necesarios para preparar lo antes dicho.

Apenas dieron unos pasos, el moreno se fue corriendo hacia la cocina y el castaño no dudó en seguirlo. En cuanto entraron a aquella sección, el azabache dejo todo sobre la isla y luego se giró en su dirección, juntando sus manos y luego de mantener la cabeza agachada por segundos, la levantó para mirarlo por unos segundos antes de volver a la posición anterior.

— ¿Por qué me defendiste de tu novio, Liam? — cuestionó.

Su ceño se frunció y no pudo evitar ladear la cabeza.
— ¿Mí novio?

— él dijo que aún te amaba y también te llamó "bebé" así como Louis llama a Harry. ¿Era tu novio, verdad? ¿Por qué no me contaste eso? — se lo notaba algo molesto. — ¿Por qué eres novio de una persona tan mala, Liam?

— no, Zizi. — se apresuró a decir caminando hacia él. — era mí novio, si, pero ya no lo es más. Lo he dejado ¿Entiendes?

— ¿Por qué lo dejaste?

— porque el era una mala persona. — respondió. — era malo y me lastimó mucho. Por eso lo dejé.

— él dijo que te ama.

— él puede hacer lo que quiera. Yo ya no lo amo mas, mucho menos después de lo que hoy hizo contigo. — espetó firme. — es un idiota que merece estar solo.

— nadie merece estar solo. Estar solo es algo demasiado... Malo.

— pues una persona como él merece estarlo. — replicó. — ya no hablemos más de Niall, ¿Bien? ¿Por qué no preparamos esos panqueques?

— Liam. — dijo dando un paso hacia el susodicho. — ¿Por qué no me contaste que eras un chico que le gustan otros chicos?

Boqueó un par de veces parpadeando con más rapidez ante aquella pregunta.
— uh... No lo creí necesario... Pero debí decírtelo. ¿Eso te molesta?

— ¿Que cosa?

— que sea gay.

Los hermosos iris ámbar lo miraron por un segundo.
— no me molesta que lo seas. — hizo una mueca de tristeza. — pero cuando te dije que quería saber sobre ti, me refería a todo y tu te guardaste eso. — se movió hacia donde la bolsa del mercado se encontraba y comenzó a sacar uno por uno cada vívere. — yo... Tú dijiste que... Que éramos amigos. Harry dijo que los amigos se cuentan todo entre ellos y no lo sé pero creo que es algo importante lo que te haz guardado. ¿Cómo puedo ser tu amigo si no me contarás tus secretos?

Su rostro se suavizó para darle lugar a una sonrisa, Zayn estaba ofendido con él por no haberle dicho que era gay, un calorcito en su pecho lo atacó al saber que el moreno realmente consideraba ser su amigo.

— cariño, ¿Me perdonas? Prometo decirte todo sobre mí desde ahora en adelante ¿Esta bien? No te lo dije antes porque tal vez te incomodarías.

— ¿Por qué lo haría?

— no lo sé. — encogió sus hombros. — tal vez no querrías estar a solas conmigo después de saber eso.

— ¿Por qué no?

— no lo sé, Zee. Solo pensé eso.

— no me incomoda estar contigo, Liam. — dijo asintiendo lentamente hacia él. — me gusta estar contigo, tú me tratas bien, no me peleas y parece que te gusta estar aquí porque siempre me sonríes. — tomó la harina y luego busco debajo en los cajones algo que el castaño no supo que hasta que lo vió, era un bowl. — yo no sonrió, no se hacerlo y no me gusta, no le veo el sentido a estar sonriendo todo el tiempo. — dijo virtiendo la harina en el orificio circular. — pero cuando tú lo haces... Siento que sonríes por los dos.

¿puedo abrazarte?. (ZIAM MAYNE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora