23.

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Después de haber almorzado, con Los guardianes de la galaxia Vol.2 de fondo, Liam recogió lo usado de la mesa y lavó los trastes usados; Zayn por supuesto lo ayudó secando los mismos y colocándolos en su lugar.

Después de eso, fueron al la sala, en donde se encontraban los cuadernos con sus reglas escritas.

Liam se sentó a modo buda y apretó el cuaderno en su pecho.
— bien, amor. Ya estamos listos para poder leer las reglas del otro, ¿Tu que dices?

Zayn asintió y también tomó el suyo.
— si, dame el tuyo y yo te doy el mío. — sugirió.

— está bien.

Intercambiaron los cuadernos y los abrieron donde los marcadores se encontraban.

— ¿Lees el mío primero o quieres que yo inicie? — cuestionó el menor.

— inicia tu, bebé.

— bien. — Malik comenzó a leer. — regla número uno: no enamorarme de ningún otro chico que vea. — dijo y luego levantó la mirada. — no creo que pueda enamorarme de alguien más teniéndote a ti, Liam.

Sonrió enternecido.
— espero que nunca lo hagas o moriré de tristeza.

— nunca lo haré, créeme. — el castaño asintió y luego Zayn leyó las siguientes. — regla número dos: decir que te amo al menos dos veces al día. — hizo una mueca, casi sonriendo. — puedo hacer eso sin problemas. — regla número tres: decirte si me enojo contigo y las razones por ello.

»— regla número cinco: estar contigo siempre; regla número seis: no abandonarte nunca; regla número siete: sonreírte al menos una vez al día; regla número ocho: si la comida se quema, fingir que no lo noté. — los ojos ámbar lo miraron mientras ladeó la cabeza pero no dijo nada. — regla número nueve: decirte si dices o haces algo que me incomode. Y regla número diez: amarte cada día más que el anterior. — Zayn cerró el cuaderno con suavidad y luego lo observó. — creo que puedo hacer todo esto sin dificultad alguna, bebé. Digo, ya te amo y lo haré siempre.

Liam no borró su sonrisa cuando le tiró un besito haciendo que Malik se sonrojase.
— también te amo, lo haré hasta mí último respiro. — musitó. — bueno, ahora me toca a mí, ¿Verdad? — el moreno asintió. — okay, veamos. — comenzó a leer. — número uno: hacerte saber lo mucho que te amo cada día. — sonrió ante el moreno el cual volvió a sonrojarse. — número dos: explicarte si no entiendes algo que diga en broma o sarcásticamente; número tres: mantener tu cocina siempre limpia y ordenada; número cuatro: si te veo indiferente conmigo no tomarlo como algo personal. — su sonrisa no se borraba en ningún momento mientras leía. — número cinco: si dices algo que me hiera sin esa intención, hacertelo saber; número seis: verte todos los días. Bueno eso no tendría que tomarse como una regla, eso es más bien un nuevo hábito para mí.

— entonces eso lo agregaremos a nuestra lista de hábitos. — dijo el azabache haciendo reír al castaño.

— número siete: si tienes una crisis, cantarte una canción y esperar a que te tranquilices sin  darte ninguna inyección con calmantes. — lo último lo leyó confundido frunciendo el ceño. — ¿Tus padres te dan inyecciónes cuando sufres crisis?

Zayn bajó la mirada.
— ese día que te fuiste... Cuando sufrí esa crisis... Golpeé a papá muchas veces, ellos no pudieron controlarme y papá me hizo dormir con calmantes. — contó entre murmuros. — no quise golpear a papá pero yo quería ir por ti y él me lo impidió, no quise hacerlo, Liam.

— Mí amor... — dijo afligido. Recordó dolorosamente aquel día y trató de no romperse nuevamente frente al menor. — lamento mucho lo que pasaste ese día.

¿puedo abrazarte?. (ZIAM MAYNE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora