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— ¿Es así? ¿Sonríes por mi también, verdad? — agregó.

Esas palabras se adentraron en lo más profundo de su corazón, estaba seguro de que no olvidaría esa simple frase, nunca más en su vida.

No pudo evitarlo y sintió sus ojos picar pero ensanchó aún más su sonrisa y asintió.
— es verdad, aunque..., Me gustaría algún día ver tu sonrisa, Zayn. — respondió. — estoy seguro que escondes una hermosa sonrisa allí. — señaló la carita del moreno. — ahora, comencemos con eso ¿Bien?

— si, yo no sé cómo hacer esto, solo Verti la harina pero ahora ¿Que hay que hacer?

— veamos.

Comenzaron con la preparación, Liam le indicaba a Zayn cada paso y el menor se encargaba de hacer exacto lo dicho. Una vez que la mezcla estuvo preparada fue el momento del castaño en usar la panquequera ya que no quería que el moreno se quemase u algo por el estilo.

— ¿Tienes que girarlos en el aire? — cuestionó el azabache mirando con atención hacia el castaño quien estaba a Punto de, como él le había dicho, hacer un espectáculo. — Liam, se te va a caer y será un panqueque menos para ti.

— no se me va a caer, esto es uno de mis tantos dotes culinarios. — espetó confiado antes de girar la panquequera haciendo que la mezcla llene todo el círculo antes de mover su mano de arriba hacia abajo y repetir el movimiento al revés haciendo que el medio panqueque saltará hacia arriba y luego, en vez de caer sobre la panquequera nuevamente, está solo tocará uno de los costados de la misma, haciendo que cayera al suelo con un sonido seco.

Las mejillas del castaño se tiñeron de rojo y observó al moreno quien mantenía la mirada en el pobre panqueque caído.
— te lo dije, se iba a caer. — musitó. — ¿No sabes nada de las leyes de la gravedad?

Rodó los ojos mientras levantaba la barbilla algo ofendido.
— es la primera vez que me pasa. Tu me hiciste equivocar, Zayn.

— no fui yo el que hizo ese tonto movimiento, no debías correr la panquequera, simplemente esperar a que el coso ese cayera en el mismo lugar. — señaló al suelo. — debes hacerme caso cuando digo algo, Liam Payne.

— okay, señor listillo. — musitó rodando los ojos nuevamente pero esta vez con una sonrisa. — ¿Por qué no lo intentas tu?

Zayn ladeó la cabeza y se señaló con su índice.
— ¿Yo?

Asintió mientras reía.
— si, tu. — respondió. — hazlo tu, ya que sabes sobre las leyes de la gravedad y esas cosas.

Los ojos ámbar lo miraron y frunció el ceño mientras hacía una mueca.
— está bien. — siseó balanceándose de un pie a otro. — pero no creo poder hacerlo, yo nunca he hecho panqueques en toda mí corta vida.

— siempre se aprende algo nuevo. — alentó el castaño sonriéndole. — vamos, Zizi. Hazlo.

Asintió y se acercó a dónde Liam estaba, tomo un poco de mezcla y la virtió; Imitando los movimientos anteriores del castaño para una vez que el panqueque se cocinó del primer lado, hizo un movimiento de abajo hacia arriba con fuerza haciendo saltar el panqueque en el aire, ese giró y cayó sobre la panquequera al instante.

Liam boqueó sorprendido mirándolo con incredulidad al moreno quien le devolvió la mirada y las comisuras de sus labios se estiraron un poquito, haciendo que Liam sonriera aún más.

— fue suerte de principiante. — alegó el ojimiel.

— si tú lo quieres llamar así, entonces está bien.

(...)

Una vez que tenían una pila demasiado alta de panqueques fueron hacia la sala y se sentaron a ver televisión.

— están ricos, creí que iba a ser una pérdida de tiempo y dinero, pero son muy ricos, Liam. — musitó el moreno mientras le daba un mordisco a su panqueque. — deberías ser cocinero.

— ¿Tú crees?

— si, te iría bien siendo cocinero, pero... — se calló unos segundos mirando hacia algún Punto de la pared.

Liam lo observó confundido pero sabiendo que podrían ser normales aquellos desenfoques del menor.
— ¿Zayn? — llamó — ¿Zaynie?

— Liam... — dijo abriendo sus ojos más de lo normal. — h-hay... Hay una araña en la pared. — avisó dando un salto rápidamente en donde estaba sentado segundos atrás y se paró en el sofá. — ¡Hay una araña y es de esas con veneno, puedo morir si me pica! ¡Vamos a morir todos! ¡Hay que sacarla de aquí, estamos en peligro, nos va a picar! — chilló exaltado, señalando al lugar en donde la pequeña araña se encontraba.

Liam se levantó de su lugar, caminando hacia donde el menor apuntaba y con ayuda de su pie, quitó una de sus zapatillas.

— ¡Liam, te va a picar! ¡Cuidado! — gritó el moreno juntando sus manos y apretando sus dedos con fuerza.

Liam se acercó a la araña negra y sin más la aplastó con su zapatilla al mismo tiempo que Zayn gritaba y tapaba sus ojitos con sus manos.
El castaño se giró y sonrió al ver al azabache quien no había destapado sus ojos y murmuraba cosas inentendibles para oídos del ojimiel.

— tranquilo, Zizi, ya la maté. — dijo parándose frente a donde el menor estaba.

Zayn destapó uno de sus ojos y lo observó con algo parecido al miedo.
— ¿La mataste? — preguntó bajito.

El castaño sonrió y asintió.
— si, ya no puede lastimarte ¿Bien?

— ¿Te picó? ¿Te mordió? ¿Te hizo algo? ¿Te vas a morir?

Soltó una risa baja mientras negaba.
— no, Zee, no me ha hecho nada. — respondió. — ¿Estás más tranquilo ahora?

— ¿Cómo se que no estás mintiendo? Muéstrame tus manos.

Apretando la lengua entre sus dientes para no reírse más extendió sus manos mostrándoselas al moreno quien, con ojo crítico, examinó sus dos manos.

— ¿Contento?

— si, si ya lo estoy. — dijo dejándose caer bruscamente al sofá haciendo que el castaño casi tenga un paro cardíaco. — ¿Vas a sentarte a comer los panqueques conmigo o tendré que comerme todos estos yo solo?

— te ayudaré por supuesto. — sonrió y se sentó sobre el mismo sofá pero dejando una distancia. — ¿Zayn? — llamó después de que ambos degustaron sus panqueques.

— ¿Que?

— ¿Estás tomando medicamentos?

El moreno le dió una rápida mirada antes de volverla hacia la televisión.
— estoy tomando para la ansiedad y para estar más activo. Pero la doctora Schultz dijo que ya no necesitaba tomar para el habla, ya que puedo hacerlo más fluido desde hace algún tiempo.

— eso es genial, Zizi. Me encanta que puedas hablar mejor. — sonrió.

— ¿Te encanta?

— si. — asintió. — ¿Sabes? Si pudiera tocarte, acercarme más a ti, olvidaría por completo que eres autista, Zayn.

Eso lo hizo asentir.
— mamá dice que con tiempo y paciencia podré hacerlo, pero... No estoy muy seguro.

— ¿Por qué no? — cuestionó mirándolo con atención.

Zayn dejó de lado su plato con panqueques y junto sus manos sobre su regazo, ladeó la cabeza e hizo una mueca con su boca.
— quisiera poder acercarme más a ti, poder tocarte, abrazarte o besar tu mejilla, pero no puedo, Liam. Tengo miedo.

— trabajaremos en ello, me gustaría poder abrazarte. — sonrió sintiendo su corazón latir a mil por hora.

— ¿De verdad?

— así es, Zayn. — dijo firme. — iremos pasito a pasito ¿Esta bien?

— está bien.

¿puedo abrazarte?. (ZIAM MAYNE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora