14.

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La mujer la había hecho pasar a la casa, invitándola a sentarse y luego diciendo que iría a preparar café, solo tardó unos minutos cuando después reapareció con una bandeja que contenía dos tazas con la humeante bebida y unas pasitas para degustar, sin embargo, Karen solo aceptó el café.

Dejando la taza de lado, llevo sus manos juntadolas sobre su regazo después de haber cruzado sus piernas.
— ¿Donde esta Zayn? ¿Cómo está? — preguntó.

Trisha dejó su taza de lado también.
— está durmiendo en su habitación, está mejor ahora. Aunque... — suspiró. — Yaser tuvo que darle una inyección de tranquilizante. — hizo una mueca.

Enarcó una ceja.
— ¿Doparon a su hijo?

Trisha la observó con una mirada a la defensiva.
— tu no tienes idea de cómo Zayn se pone cuando entra en una crisis, tenemos esos tranquilizantes para que no se haga daño y tampoco nos dañe a nosotros. Golpeó a Yaser cuatro veces. — espetó. — cuatro veces donde no pudo siquiera calmarlo porque se estaba lastimando a él mismo, Karen.

— escucha, Trisha. — la mujer clavó sus ojos en los contrarios. — yo no soy nadie para venir a decirte cómo es que debes criar a tu hijo, ya que Zayn está bien criado. Pero esto que están haciendo, de separar a mí hijo y al suyo solo por-

— ¿Tu entiendes la gravedad de la situación, Karen? — interrumpió. — ¿Entiendes que mí hijo se enamoró del tuyo?

— claro que lo entiendo y yo no le veo absolutamente nada de malo. — replicó.

Trisha soltó una risa llena de sarcasmo.
— ¿Nada de malo? Escucha, Karen; nosotros hicimos esto más por el bien de TU hijo que por el nuestro, porque Lia-

— no hables por Liam. — fue su turno para interrumpir. — no hables sobre qué es lo que Liam necesita y lo que no, porque no sabes absolutamente nada de él. — el instinto materno saliendo a flote. — Zayn es autista ¿Y? ¿Que, acaso un autista no tiene derecho a enamorarse y a tener una pareja?

— yo no dije eso.

— ¿Entonces cuál es el problema? ¿Por qué despediste a mí hijo, cuando el solo quiere estar cerca de Zayn?

— Karen, entiende que esto es lo mejor para los dos; hoy sufrieron, si y lo entiendo, pero esto va a pasar.

— escucha, Trisha. — Karen no era una persona que tuviese mucha paciencia, no podían culparla. — esto no es lo mejor para nadie. Dices que tu hijo va a estar bien, pero tuvieron que doparlo para dejarlo tranquilo; a mí hijo lo encontré tirado en el suelo de su habitación, con esta toda destruida. No pudo siquiera hablar tranquilamente sin llorar. ¿Crees que no les será fácil para ellos solo por tener diferencias? ¡Todas las personas son diferentes al igual que todas las relaciones! Ninguna es fácil; ninguna es sencilla; ninguna relación es color de rosas; hay crisis, llantos, alegrías, peleas, desacuerdos, enojos, hay de todo en una relación. Esto no será fácil pero tampoco imposible.

»— Zayn tiene diecinueve años, Liam veintidós, tienen las edades suficientes para saber que es lo que quieren y lo que no. Si funciona o no, solo ellos lo sabrán. Tu hijo tiene problemas sociales, tal vez les cueste, pero si ambos se quieren, lo lograrán.

La mujer la observó indescifrablemente.
— Karen, yo no quiero que ninguno de los dos sufran; Yaser tampoco quiere eso; no quiero que Liam sufra por no poder si quiera tocar a Zayn o besarlo o... Llegar a un siguiente nivel, mucho menos quiero que mí hijo se entristezca por no poder darle a Liam lo que se supone debe ser algo natural.

Karen soltó un suspiro.
— entiendo tu punto, realmente lo entiendo. — espetó. — y será difícil tal vez, o tal vez no. Tal vez Liam ayude a Zayn y viceversa, tal vez ellos puedan lograr cosas que a ojos de los demás sea imposible.

— no puedo arriesgar la felicidad de mí hijo basándome en un "tal vez", Karen.

— estás arruinando la felicidad de tu hijo basándote en teorías creadas por las mentes de tu marido y de la tuya. — la rubia se levantó de su lugar. — solo recuerda la manera en la que tú hijo comenzó a sentirse y comportarse durante el último mes estando al lado de Liam y luego recuerda lo que sucedió hoy por su decisión de separarlos. Tendrás la respuesta desde que ese pobre niño abra sus ojos. — dijo con pesar. — solo piénsalo.

Y sin despedirse sin más, se marchó.

(...)

Al terminar la semana, Liam seguía igual o peor que el primer día desde que no vió más a Zayn.

El segundo día fue horrible tanto para él como para sus padres; no había salido de la cama, no había comido, tampoco había bajado en ningún momento.

Al tercer día, Karen lo obligó a comer y a ducharse, se tomó ese día para supervisar el bienestar de su hijo. Geoff había estado con él también después de que llegó del trabajo y aunque intentó animar a su primogénito, no lo logró.

El cuarto, fue Geoff quien lo obligó a bajar y desayunar con sus padres, fue otro día más sin trabajar para Karen, ya que no quería dejarlo solo.

El quinto dia, Louis y Harry estuvieron con él todo el día, pues era sábado y el ojiazul le había dicho que tendrían una pijamada en su casa, Karen y Geoff se sintieron algo relajados ya que Liam había estado sonriendo y se lo veía menos triste que los días anteriores.

El sexto día, después de almorzar junto a los Payne, Louis y Harry abandonaron la casa ya que tenían que pasar la tarde en casa del rizado porque era cumpleaños de su madre.

Liam había estado con sus padres todo el día, salieron a pasear y cenaron en un restaurant por invitación del mayor.

Hoy lunes, Liam se sentía tan malditamente deprimido como si los dos días anteriores no hubiesen pasado y él no hubiera salido de su cama más que para hacer sus necesidades y ducharse.

Estaba viendo Avengers: La era de Ultron mientras comía unas tostadas con mermelada de ciruelas y queso untable natural, sin sabores; cuando sonó el timbre de su casa, sabía que su madre aún se encontraba allí por lo que ni siquiera se inmutó en mover un dedo para salir de su cama e ir a recibir a quien sea que había ido a irrumpir con su poca tranquilidad.

Escuchó pasos por las escaleras y no dudó en pensar que Louis y Harry habían ido a verlo esa mañana, tal vez Tomlinson creía que se suicidaría o algo así porque andaba como toda mamá gallina revoloteando a su alrededor, pero realmente adoraba que el chico sacase esa parte protectora con él, al menos Louis no iba a dejarlo.

Se preparó para recibirlos en cuanto la puerta se abrió pero se sorprendió cuando su madre entro solo su cabeza dejando la puerta apenas abierta, ella le sonrió y luego entró completamente.
— Hola, mí amor. — saludó.

— Hola, ma', ya me saludaste hoy cuando me trajiste el desayuno. — le recordó pero igualmente sonrió a la mujer.

— Oh, si, claro tienes razón. — rió.

— ¿Quien vino? — preguntó solo por curiosidad.

— hay alguien que vino a visitarte. — sonrió ampliamente. — solo entre primera para verificar que estuvieras... Uhm... Decente.

— ¿Visitarme? ¿A mí? — cuestionó sentándose en la cama, con su espalda apoyándose en la cabecera.

— así es. — la sonrisa no se borraba de su rostro.

— está bien, no voy a preguntarte por quién es, pero espero que no sea el idiota de Niall. — advirtió. — O Lottie... Por favor, dime qué no es Lottie. — susurró en súplica.

La mujer rodó los ojos divertida.
— tranquilo, te gustará. — musitó para luego abrir la puerta completamente. — Puedes pasar. — dijo en tono alto.

Y se esperaba cualquier cosa, cualquier persona, menos la que estaba adentrándose en su habitación; con un camperon, uno que reconocía a la perfección, porque era suyo. Un beanie negro; unos guantes del mismo color y una bufanda blanca.

Sintió sus ojos picar, su corazón repiqueteó con fuerza y velocidad, mientras su boca se secaba y su piel se erizaba.
— ¿Z-zayn?

— Hola, Liam.

Y su corazón volvió a reconstruirse en cuanto sus oídos escucharon su nombre ser pronunciado por el ser más hermoso que pudo haber conocido.

¿puedo abrazarte?. (ZIAM MAYNE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora