A las 7 de la tarde estoy lista. Unos jeans de mezclilla se ajustan a mis piernas y la camisa color beige es media suelta. Amo este estilo. Observo mi reflejo varias veces en el espejo.
—Ni se te ocurra decirlo —protesta Ginger, señalándome.
—¿Decir qué? —inquiere su hermano
—Lo de "¿Estoy bien?" —Ginger disimula mi voz—. Arg. Odio cada vez que se pone tan humilde.
—¡Ya somos dos que pensamos igual! —secunda Brenda.
—Yo nunca digo eso —me defiendo.
—Lo que tú digas —dicen Tony, Ginger y Brenda al unísono.
—Estás preciosa —opina Talia al entrar en mi habitación.
—Me encanta ese estilo en ti. Unas botas de caña media y listo —añade Lilith sonriendo.
—Te falta algo. Ahora vengo —indica la pelirroja.
—¿A dónde vas? —pregunto, pero Talia ya ha desaparecido de mi habitación.
—¿Dónde tienen pensado ir? —pregunta la asiática con curiosidad.
—No lo sé. —Me siento en el borde de la cama—. Chris no me ha contado aún. Dijo que era una sorpresa.
—Ya llegué —interrumpe la pelirroja al entrar en mi habitación—. Esto es para ti, Allie. —En sus manos hay una pequeña caja.
—¿Qué es esto?
—Si no lo abres, no lo sabrás —recalca Ginger volando hasta mi regazo.
Con cuidado abro la caja blanca y en su interior hay un juego de pendientes. Dos pequeñas flores doradas que relucen con el mínimo reflejo de luz.
—¿Por qué? —pregunto mirándola.
—Cuando fui de compras con Cameron en las vacaciones, los vi y pensé en ti. Disculpa que me demorara tanto en entregártelos. Sabes que soy olvidadiza a veces. —Dejo la caja a mi lado y la abrazo.
—Muchas gracias, Talia.
—Están preciosos, Allie. Póntelos —insiste Brenda.
—No me olvidé de ustedes. —Talia saca de la sudadera dos cajitas más. Le entrega una a Lilith y otra a Brenda. Ambas la miran, asombradas—. ¿Qué? No creerán que me olvidé de ustedes, ¿verdad?
Ambas chicas abrazan a la pelirroja y caen encima de mi cama. Las sonrisas de mis amigas es uno de los mejores sonidos que he escuchado hoy. Unos toques en la puerta detienen nuestra diversión.
—Adelante —contesta Ginger.
Una sonrisa sincera y unos hoyuelos en las mejillas estaban plasmados en la cara de mi chico al ver el desastre formado encima de mi cama.
—¿Llegué en buena hora? —Se recuesta al marco del puerta cruzando los brazos en su pecho.
Unos vaqueros oscuros, un polo negro, una cazadora y el pelo despeinado es su look. Ginger silba al verle.
—Allie, si no vas tú a la cita, yo me brindo sin ningún problema —comenta la ardilla con zalamería y Tony pone los ojos en blancos.
—Hermana, primero Javier, después Cameron, y ahora el hermano de Cameron —protesta y eleva sus patas hacia ella en recriminación—. ¿Qué está mal contigo?
—Ese no es problema tuyo. —Ginger le señala con una pata y la otra la coloca en la cintura.
—Claro que es problema mío. Me estás haciendo quedar mal. Mamá nos mataría —añade Tony en tono dramático.
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El Quinto Elemento (Elements II)
FantasíaEl colegio Mary Weathers está en medio de un asedio mágico. Por petición de Karen, debemos trasladarnos a Londres para detener los ataques. Cuando crees que todo ha acabado, llega otro problema. ¿Sabes que puede ser peor que una bestia mutante? Una...