Capítulo 4 «Nueva realidad»

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Al entrar por la puerta central casi me caigo de bruces. Las paredes son blancas y las columnas de color marfil. El piso es de mármol blanco y debe medir al menos 50 metros de largo por 10 de ancho. Enormes arañas penden desde lo alto a lo largo de todo el pasillo. Los brocados en el techo son al menos del siglo XVIII.

Lo gracioso del caso es que más asombrada que yo, están nuestras mascotas. Tony y Ginger tienen la boca abierta al igual que Timón y Pumba. El halcón de Lester aletea en el hombro de su dueño, y cuando Brenda pone el conejo en el suelo, este ni se mueve

El oso panda sigue aferrado a la pierna de Tommy y el tucán de Eliza mira de un lado para el otro. El mapache de Javier camina con lentitud al lado de su dueño. Me siento demasiado pequeña aquí. Aunque creo que por la cara de mis amigos, todos nos sentimos así.

—Chicos, les presento a Emma —presenta la directora y la chica tiene sus ojos azules fijos en Chris—. Ella les ayudará con el alojamiento y les dará un plano de este lugar. Si mañana se pierden, no se preocupen. Es normal las primeras dos semanas. —Ríe por lo bajo—. Rebeca, acompáñame a mi oficina. —Golpeo a Chris con el codo por la cintura suavemente.

—Ya tienes una admiradora —susurro y él sonríe sin separar los labios, pero no le llega a los ojos.

—Lo dijiste una vez. Mi reputación me precede —añade en un tono extraño y me atrae hacia él por los hombros.

—Buenas tardes. Mi nombre es Emma Norrington. En estos momentos el horario lo tendrán un poco desfasado. Ahora mismo son la una de la tarde —explica con voz robótica como si fuera algo que dijera siempre—. Les ruego que me acompañen. —Sus ojos recaen finalmente en nuestras mascotas, y evitando la mueca de asco, limpia su garganta con un leve carraspeo—. Los animales no son permitidos en el colegio. —Con esas palabras, Emma deja de gustarme.

—¿Disculpa? —interviene Talia como si le hubieran dañado el ego o la manicura—. Escúchame, bonita...

—Por favor —interrumpo a Talia. Si ella sigue por esa línea, nos devolverían a los Estados Unidos hoy mismo—, habla con la directora Smith. Ella sabe que no podemos separarnos de los Varázsbarát. Ellos deben venir con nosotros.

—Esperen aquí. —Mira a Chris una última vez y se retira.

—¡Qué pesada! —protesta Brenda.

—Esa chica no me gusta —opina Lilith, mirando por donde Emma se había retirado.

—A mí tampoco me gusta —añado con una sensación extraña en mi pecho, pero Chris besa mi cabeza y se me pasa.

—Este lugar es sorprendente —comenta Lester con mejor ánimo—. Es especial para que Bruno vuele.

—Gin, ¿todo bien? —pregunto, al ver que mira por dónde se había ido Emma, con cara de sospechas. Ella asiente sin perder de vista por donde se había ido la rubia estirada.

—Este lugar es inmenso —considera Tommy mirando a su alrededor—, pero voy a extrañar el colegio.

—Yo igual. Me sentía más en casa —añade Eliza en susurros.

—Mary Weathers es un lugar nuevo para todos, con excepción de Chris. —Entrelazo mis dedos con los de mi chico—. A lo mejor él nos da un pequeño tour más tarde.

—Con mucho gusto —secunda él acariciando mi brazo y Pumba toca con su cabeza mi pierna.

—Tranquilo, compañero. No vamos a separarte de Chris —añado con cariño y miro hacia Tony. Está durmiendo de nuevo.

— Es nuestro primer día en Londres. Vamos a tirarnos una foto —propone Brenda.

—¿Foto? —habla Tony de repente despertándose, mientras pasa sus patas por el pelaje y la cola con rapidez—. ¿Quién habló de fotos?

El Quinto Elemento (Elements II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora