Chris
—No me gustó dejarla ahí abajo con Alice —insisto una vez que salimos a la cima del laboratorio por la escotilla al final de la escalera.
—Va a estar bien, Chris —recalca Javier, palmeando mi espalda—. Allison es fuerte.
—¿Por qué? —pregunta Emma histérica mientras golpea el pecho de Thiago de forma insistente con los puños—. ¿Cómo pudiste hacerme esto?
—Lo siento, Emma. De verdad. No recuerdo nada de lo ocurrido. Mi mente es una laguna en este momento —recalca él, agarrándose la cabeza y apretando la sien.
—No me fío de él.
—Yo tampoco, Javier —murmuro con el ceño fruncido
—Chris, necesito que me hagas un favor.
—Dime, Isaac.
—Necesito que te acerques a Thiago, le mires a los ojos y me digas lo que vez.
—¿Para qué? —protesta León.
—Solo háganlo.
—León, sácale conversación por unos minutos. Yo me encargo del resto. Thiago, ¿puedes venir un momento?
El aludido mira una vez más a una adolorida Emma y se acerca a nosotros.
—Lo siento mucho, Christopher —declara apenado. Sus ojos verdes oscuros tienen pequeñas motas doradas.
—¿Por qué lo hiciste? —pregunta Javier.
—Si les soy sincero... aún no lo sé. Ni siquiera sé cómo llegué a este lugar. Para cuando tengo conciencia, estoy frente a un dragón malhumorado y yo solo aguanté hasta que ustedes llegaron. No tenía ni idea de lo que estaba haciendo.
—Tienes que responder por esto. Lo sabes, ¿no? —Asiente cabizbajo ante la reprimenda de Austin y se retira.
—¿Y bien? —pregunta el profesor.
—Los ojos de Thiago están bien, pero tienen motas doradas —contesta Javier.
—Doradas. Como temí.
—¿Tienes alguna sospecha? —pregunta el bibliotecario.
—Cuando lleguen les explico.
—Tranquilo, bonito —habla Allison, con voz nerviosa.
—¿Allison? ¿Qué ocurre? ¿Todo está bien?
—De maravilla. El dragón despertó. Solo eso, cariño.
—¿Cómo?
—Chris...
—Maldita sea. Voy por ella, Austin.
—¿A dónde vas?
—Esa cosa se despertó y Allison no ha podido salir, Emma.
—No puedes bajar ahí. —Ella me agarra por el brazo—. Esto se está derrumbando. Es peligroso. —Me suelto de su agarre con violencia.
—¿Qué parte de "Allison no ha podido salir" no entendiste? —Bajo mis pies todo comienza a removerse. Cuando intento correr hacia escotilla, entre Javier y Austin me agarran por los brazos—. Suéltenme. Allison está ahí abajo —grito y forcejeo con mis amigos—. ¡Suéltenme, maldita sea!
Cameron se colocó frente a mí y coloca sus manos en mis hombros.
—Tranquilízate, Chris —habla mi hermano con voz grave.
—¡Cómo quieres que me tranquilice! —exclamo exasperado. Forcejeo nuevamente y casi pataleo para que me soltara—. ¡Allison está ahí dentro!
Todo comienza a desplomarse bajo nuestros pies. Me cuesta unos segundos formar una tabla de fuego bajo mis pies. Cameron se encarga de Austin, Talia de Brenda, Bruno del pequeño Tony y Lilith de su lobo y Ginger. Emma y Thiago formaron sus propias tablas en el aire. Mi garganta escuece cuando grito el nombre de mi novia.
—Oh, Dios mío —murmura Austin.
«No puede ser», pienso a medida que bajo con velocidad.
Alrededor del enorme edificio está el personal y los animales evacuados del edificio. Buscamos durante media hora, pero todo está completamente destruido. Al llegar al suelo, la tabla de fuego desaparece y caigo de rodillas. Ni siquiera funciona su intercomunicador. Emma se agacha a mi lado y me abraza con fuerza.
—La perdí. La perdí para siempre.
Las lágrimas recorren mi rostro sin parar. Los sollozos retumban en mi pecho mientras mi corazón se detiene y mi alma se desgarra en tiras finas. El aire no llega a mis pulmones y siento como estos se queman. La agonía por perder una parte de mí me tiene sin aliento.
—Ella no puede haber muerto —declara Tony, colocando las patas en mi rodilla y mirándome con sus ojitos saltones.
—¿Cómo lo sabes? —pregunta Emma.
—Porque si ese fuera el caso, nosotros... —un movimiento de la tierra interrumpe a Ginger.
Todos nos acercamos a la playa con temor. De entre los escombros resurge el dragón rojo.
—¡Arre! —grita Allison sonriendo y yo doy una larga bocanada de aire.
—¿Ella está... cabalgando sobre dragón? —pregunta Emma asombrada y sonrío al ver a mi chica alocada tan contenta.
—¡Hola! —grita Allie sonriendo y ondea su mano hacia nosotros.
A la espalda de ella está pegada una Alice muy asustada y con los ojos cerrados. Pasa por encima de nuestras cabezas y el aire nos impulsa hacia atrás. Siento que el alma regresa al cuerpo al igual que el gozo de escuchar su sonrisa una vez más.
El dragón se posa majestuosamente cerca de nosotros y suelta vapor por su nariz. Allison y Alice descienden con extremo cuidado. Al lado de aquel animal, se ven como cucarachas. Se acercan hacia nosotros y corro hacia su encuentro.
No pude evitar abrazarla y darle una vuelta en el aire. La atraigo a mi pecho con fuerza como si quisiera meterla dentro de mí para que no sufra ni sea dañada nunca más. Besarla como si mi mundo dependiera de eso es lo siguiente que hago una vez que la dejo en la arena.
—Hola, entrenador. Te dije que nos veríamos afuera.
—Creí que te había perdido para siempre.
—¿Cómo me llamo? —pregunta una vez más y sonrío
Unos segundos después terminamos rodando por el piso. Los chicos han caído sobre nosotros y las risas no se detienen.
—¡Hija de tu madre! —exclama Brenda y le pega a Allie por la nuca—. Nos has matado del susto.
—¿Cómo se libraron de eso? —pregunta Lilith, abrazando a mi novia con emoción.
—Pongamos estas cosas a salvo y después les cuento —responde Allison y me mira.
Sus ojos verdes se aclaran y brillan eufóricos. El dragón suelta vapor por la nariz por el resoplido. Nos levantamos del suelo arenoso y Allie camina hacia la enorme bestia.
—Tú tranquilo, bonito. —El dragón baja la cabeza. Ella le acaricia cerca de la boca y aquella cosa inmensa cierra los ojos—. No te preocupes. Nosotros te devolveremos a Rumania. Te lo prometo.
Mi cara de asombro es igual a la de mis amigos. Nadie se mueve de su lugar. Ni siquiera los animales.
—No sé lo que está pasando en ese lugar, pero el silencio me está matando —preguntó el profesor—. ¿Alguien puede decirme lo que está pasando?
—Allison acaba de montar un dragón y ahora lo está acariciando como una mascota —contesta Javier asombrado
—Ah, bueno. No está tan mal. Mi niña se está haciendo grande.
Todos reímos a carcajadas y el profesor se une a nosotros.
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El Quinto Elemento (Elements II)
FantastikEl colegio Mary Weathers está en medio de un asedio mágico. Por petición de Karen, debemos trasladarnos a Londres para detener los ataques. Cuando crees que todo ha acabado, llega otro problema. ¿Sabes que puede ser peor que una bestia mutante? Una...