—Despierta, Allison —susurra Tony, abanicando su cola en mi nariz—. Ya amaneció.
—Cierra el pico —protesta su hermana cubriendo su cabeza con la cola.
—Vamos, dormilona. Falta media hora para encontrarnos con Karen —añade Brenda.
Unas paticas finas tocan mi mejilla haciendo cosquillas. Abro mis ojos con lentitud y me encuentro con los iris negros saltones del mapache.
—Hola, Meeko. Buenos días —murmuro sonriendo, y acaricio su cabeza peluda.
—Fantástico. La despierto yo y saluda al mapache —protesta Tony con ironía y sale por los aires porque Meeko lo golpea por la cola.
—¿Estás celoso, hermano? —comenta Ginger con sorna un poco más despierta. Tony regresa volando a la cama y resopla.
—¿Yo? ¿Celoso? —Hace señales con su pata como para restarle importancia—. Eso me quita años de vida. No tengo tiempo para sentir celos de un mapache. —Esta última palabra la dice con énfasis. El aludido cruza sus patas en el pecho y golpea la cama con la cola.
—Vamos, chicos. Hay que ir a una reunión con Karen y solo tenemos 20 minutos —interviene la asiática, sonriendo—. Discutan por la atención de Allie más tarde.
Acaricio la cabeza de las ardillas y Meeko, y me levanto de la cama. Unos minutos después estamos reunidos los chicos y los Varázsbarát en el comedor. Los animales caminan con curiosidad mirando el lugar.
Yo me decidí por unos jeans, las vans negras, una camiseta y un moño alto. Chris me entrega un café y besa mi sien con ternura. Se ha decantado por unos pantalones cortos, un polo gris y el pelo despeinado.
—Buenos días, muchachos —habla Karen—. Perdonen que les haya levantado tan temprano, pero no podía correr el riesgo que nos escucharan. Síganme, por favor.
Subimos las escaleras del enorme salón, doblamos a la izquierda y subimos otras escaleras hasta la última planta. Karen nos guía hasta su inmensa oficina y abre la puerta para nosotros.
Una enorme mesa se alarga hacia la derecha y la pared es literalmente de cristal. Los rayos del sol atravesaban el cristal, iluminando las paredes color marfil y los diferentes estantes llenos de libros y archivos.
—Siéntense. —Karen se acomoda en la mesa de la esquina y cada uno de nosotros tomó un lugar. Chris retira la silla más cercana a la directora para mí—. ¿Carlisle les explicó la situación?
—Solo sabemos que en las vacaciones el colegio ha sido atacado al menos una vez al mes por una bestia parecida a la que los chicos mataron en el Torneo —contesto y ella asiente.
—Estoy preocupada que el colegio reciba otro ataque y los estudiantes estén en el medio. Los profesores de este año están al tanto de... la situación. No deben ponerles actividades extracurriculares y están exentos de los exámenes en ambos semestres.
—¡Dios, que maravilla! —dicen algunos y yo suspiro aliviada.
—Lo siento mucho por usted, señor Gray. Al estar en último año, tiene que hacer exámenes, pero no con tanta rigurosidad como el resto de los estudiantes. Eso sí. Tampoco tendrá trabajos extras, pero tampoco pueden relajarse. Aquí los profesores son estrictos. —Nos alcanza unos folios. Los vamos repartiendo de acuerdo a vuestros nombres en la portada—. Este es su horario de este semestre. Todos tienen el mismo horario de clases, con excepción del señor Christopher Gray al estar en último año.
—¿Qué clase de bestia les atacó en las vacaciones? —pregunta Cameron.
—El primero era un águila con cola de león y las alas negras de murciélago. Casi mata a uno de nuestros profesores. Al mes siguiente era uno parecido al del Torneo, pero esta vez era un guepardo.
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El Quinto Elemento (Elements II)
FantasiEl colegio Mary Weathers está en medio de un asedio mágico. Por petición de Karen, debemos trasladarnos a Londres para detener los ataques. Cuando crees que todo ha acabado, llega otro problema. ¿Sabes que puede ser peor que una bestia mutante? Una...