Finalmente llega el sábado. Tommy nos entrega unos auriculares mejorados. Los de las chicas están incrustados en los pendientes. El de los chicos en su cinturón. Estamos esparcidos por todo el colegio. Austin, Brenda, Lilith, Tommy y el profesor Isaac en el patio delantero. El resto, en el jardín trasero del colegio.
—¿Alguien ha visto algo?
—Por ahora no, Austin —responde Chris a mi lado y yo presiono mi sien. El dolor golpea mi cabeza desde que me levanté—. ¿Segura que estás bien?
—Sí. Solo es un dolor de cabeza.
—¡Qué falta nos haría Lester en este momento! —propone Lilith.
—Eres un genio, enana —respondo.
—¿De verdad? Gracias —dice dulcemente.
—¿Ginger, crees que...?
—Sí, no hay problema —me interrumpe, y corre en dirección al colegio.
—¿Qué te traes entre manos, McKenzie? —pregunta Javier.
—Bruno es un águila y uno de los animales que más alto puede volar —contesto—. Necesitamos ojos en las alturas. Si esa cosa aparece, él nos avisará.
—Como algo le pase a ese pájaro, Lester nos mata —añade Talia.
—No va a pasar nada —rebato—. No seas aguafiestas, pelirroja.
Su respuesta fue un resoplido seguido de un gruñido. Es casi el mediodía y todavía no hay señales de otro mutante. Bruno sobrevuela de vez en cuando por encima del colegio, pero ha sido en vano. Los chicos están empezando a impacientarse y mi dolor de cabeza crece con el paso del tiempo. El sonido chillón del halcón nos alerta. En efecto. Algo grande sobrevuela sobre nuestras cabezas.
—¿Alguien puede ver lo que es? —pregunta Tommy y el mutante finalmente cae frente a nosotros.
—¡Me lleva la que me trajo! —exclama Cameron al ver aquel animal bufar.
—¿Chicos? ¿Qué fue eso? —pregunta Isaac preocupado.
—Un toro con alas de águila y cola de serpiente —responde Javier y yo trago en seco.
—Vamos en camino —habla Brenda.
Escucho los pasos apresurados de mis amigos por el intercomunicador y mi corazón late demasiado rápido. Cuando todos estuvimos delante de aquel animal inmenso, la batalla comienza
Talia y Cameron se concentran en la cola. Tommy y Lilith por las alas. Brenda lo agarra al suelo por las patas con raíces.
El toro es demasiado fuerte, así que rompe el agarre de la asiática. Lilith y Tommy vuelan por los aires por la velocidad a la que comenzaron a moverse las alas de aquella cosa. Javier y yo seguimos lanzándole entre flechas de hielo y agua caliente, pero todo es en vano. Es como si fuera inmune. ¿Para rematar? La bestia levanta vuelo.
—Hay que ir por él —dice Chris a mi lado.
Ambos corremos hasta la parte frontal, pero ya había roto todas las estatuas. Solo falta la del fénix, pero se entretien con un pequeño animal que camina hacia atrás con miedo.
—Meeko —susurro aterrada y corro con todas mis fuerzas. El mapache de Javier estaba en peligro otra vez. Lanzo una bola de hielo hacia su cabeza y el animal me mira. —Oye tú, animal sin cerebro. Ven por mí. —Comienza a correr en mi dirección, pero solo tengo ojos para el mapache—. ¡Corre, Meeko! ¡Huye!
El Varázs escucha la alarma en mi voz y correr hacia el colegio lo más rápido que puede. El toro viene hacia nosotros y yo corro lo más rápido que puedo de él. Mis amigos vienen de frente.
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El Quinto Elemento (Elements II)
FantasyEl colegio Mary Weathers está en medio de un asedio mágico. Por petición de Karen, debemos trasladarnos a Londres para detener los ataques. Cuando crees que todo ha acabado, llega otro problema. ¿Sabes que puede ser peor que una bestia mutante? Una...