—¡Allison! —gritan y me zarandean por los hombros—. ¿Qué haces dormida aún?
—¿Qué? ¿Qué pasa? —pregunto con el corazón a todo pulso, pero con voz grogui mientras estrujo mis ojos.
—Son las 5:30 —responde Brenda con la cabeza metida en mi armario.
—La cena es a las 7 —protesto, cubriéndome nuevamente con la manta.
—¡La cena es en media hora! —espeta Lilith registrando los cajones del tocador y yo me siento de sopetón.
—Katie me dijo que era a las 7 —explico, aún confundida.
—Se adelantó para las 6 de la tarde. Si quieres hacer enojar a tu suegra, baja a las 7 cuando hayamos terminado —añade Talia y me quita el edredón de encima.
—Maldita sea —murmuro y me levanto de la cama en dirección al cuarto de baño—. Brenda...
—¡Estoy con la ropa! Tienes cinco minutos para bañarte y ya vas por dos.
Abro la ducha y el agua fría me espabila un poco. Al otro lado de la puerta escucho la voz mandona de mi amiga y sonrío.
—Lilith, busca el maquillaje. Talia, toma los zapatos de color beige. —Diez minutos después salgo del baño cubierta por el albornoz blanco.
—Por fin —musita la enana, aliviada con la mesa de tocador cubierta de cosméticos. Encima de la cama hay un vestido color champán y Talia busca entre las joyas algo que combine con el vestido y mi colgante.
—¡Apresúrate, Allison! —protesta la asiática, agarrándome por el brazo y me sienta en la silla—. Lilith, manos a la obra.
Mientras una se encarga del nido de cuervos en mi cabeza, otra pone empeño en el maquillaje. Diez minutos después estoy siendo vestida por Talia. Lilith coloca los zapatos frente a mí, y a medida que yo misma me los pongo, Brenda me coloca los pendientes largos de diamantes engarzados en oro.
—Estás lista —dice esta última cruzándose de brazos y las tres dejan escapar un suspiro de alivio.
El vestido es corte de princesa y se ajusta hasta la mitad del muslo. Brenda me hizo un peinado sencillo pero elaborado con pequeños ganchos dorados en forma de flores.
—Veinte minutos. Ese ha sido nuestro tiempo récord —comenta Lilith.
—Katie me dijo que la cena era a las 7 de la tarde —comento frunciendo el ceño.
—Yo supe que se había adelantado por Austin —responde Brenda.
—Alexa dijo frente a mí que la cena era a las 6 —añade Talia.
—Tommy mandó un mensaje que también era a las 6 —agrega Lilith—. No entiendo porque Katie no te avisó.
—Tiene que haber una explicación —murmuro extrañada.
—Mejor salgamos de aquí —delara Talia abriendo la puerta—. Llegar a la cocina nos va a tomar los 10 minutos que nos quedan. —Todas salimos de la habitación y me detengo.
—Chicas, ¿dónde están Ginger y Tony?
—Están con el resto —responde Brenda y seguimos nuestro camino a las escaleras—. Austin se los llevó para el jardín de atrás.
Mis amigas caminan a mi lado y me detengo en observar sus vestidos. Talia tiene un vestido color negro que resalta su pecho, abierto por el lado izquierdo hasta la rodilla. Muchas piedras blancas relucen con la iluminación dejando sus hombros desnudos. Su cabello rojo cae en largos tirabuzones, y su look se completa con unos zapatos de tacón fino de unos 15 centímetros y un maquillaje sencillo.
ESTÁS LEYENDO
El Quinto Elemento (Elements II)
FantasíaEl colegio Mary Weathers está en medio de un asedio mágico. Por petición de Karen, debemos trasladarnos a Londres para detener los ataques. Cuando crees que todo ha acabado, llega otro problema. ¿Sabes que puede ser peor que una bestia mutante? Una...