61 | Quédate Conmigo

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— Uy... Está muy chiquito. —dijo, SeoHo, viendo a su hermanito, quien era cargado por YoungJo.

— Yo lo imaginé más grande, ¿por qué es tan chiquito? —preguntó, DongJu, poniendo su mano al lado de la mano de su hermanito.— Ya había sacado mis juguetes para que fuéramos a jugar.

— ¿Al menos puede jugar con nosotros? —preguntó, KeonHee.

Finalmente, después de una semana, los niños conocieron a su nuevo hermano, ya que fue hasta entonces cuando SangYeon salió del hospital. Por motivos de salud, SangYeon se estaba quedando en la casa de Kim, en la habitación de huéspedes.

Algo que le molestaba mucho a YoungJo era que realmente no se hacía cargo. Durante su estadía en el hospital, jamás lo quiso cargar o verlo, y ahora no era la excepción.

— No puede jugar aún. —respondió, YoungJo.— Aún es muy pequeño.

— ¿Y cuándo podrá? —preguntó, KiWook.

— Pues cuando crezca. —respondió, GeonHak.— Cuando  menos lo esperemos, él será hasta más alto que tú.

KiWook frunció el ceño mientras GeonHak le daba un abrazo y apretaba ligeramente sus mejillas, haciendo mimos.

El pequeño empezó a soltar pequeños bostezos y a removerse un poco, tenía sueño.

— El biberón, señor. —dijo, HwanWoong, llegando con él.

— ¿Por qué SangYeon no lo carga? —preguntó, SeoHo.— Tú haces todo, papá.

— SangYeon no se siente bien. —respondió, KeonHee.— Él dice que se siente mal.

Lo que SangYeon tenía era depresión post-parto; no soportaba escuchar a su hijo Ilorar, tampoco quería verlo, habían tantas cosas que lo abrumaban y lo único que quería era desaparecer. A pesar de sentirse así, él no quería ayuda, se negaba completamente y armaba un escándalo cuando se tocaba ese tema. Esto no es "raro," de hecho, se podría decir que es normal y suele pasar seguido.

— ¿Y por qué no llamamos a un doctor? El doctor JeongIn podría venir. —dijo, KiWook.

— No responde a mis llamadas desde hace un tiempo. —respondió, Kim.— Pero intentaré comunicarme con algún otro doctor. HwanWoong, ¿puedes? —preguntó refiriéndose a que fuera él quien le diera el biberón y lo durmiera.

HwanWoong lo miraba con inseguridad.

— Anda, HwanWoong, ¿qué pasará cuándo encuentres a tu hijo? No sabrás cómo dormirlo. —dijo, DongJu, dándole un empujón.

— Ya nos dijo que su bebé no es bebé, bueno sí, pero no. —dijo, KeonHee, dándole un golpe a su hermano en la cabeza.

— Sólo hazlo así... —indicó, YoungJo, mientras se lo entregaba y acomodaba.— Y sólo muévete un poco para arrullarlo, es fácil.

HwanWoong asintió mientras le daba el biberón al pequeño.

YoungJo se acercó nuevamente para acomodar un poco la manta con la que lo traía, sólo era una excusa; dejó un beso rápido en la mejilla de HwanWoong, cerca de sus labios.

— Ahora vuelvo. —dijo, Kim, mientras tomaba su teléfono.

HwanWoong lo volteó a ver con una pequeña sonrisa en sus labios y las mejillas sonrojadas. Después de verlo irse, regresó su mirada a los cinco, quienes se encontraban con una mirada inocente mientras lo veían.

— ¿Qué... Sucede? —preguntó intentando mantener un semblante que no dijera tanto "te amo, YoungJo."

— Yo ví un beso. —dijo, GeonHak, con una gran sonrisa.— Nos debes una explicación de qué está pasando aquí.

no te acerques a papá. ㅡ youngwoongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora