38 | No Hicimos Nada

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— ¿Cómo se atreve a decirle eso a HwanWoong? —dijo, GeonHak, viendo a SeoHo.

— Ojalá su bebé no nazca, para que vea lo que se siente. —dijo, KeonHee, cruzándose de brazos.

— Hey, no. —dijo, YeonJun, a los niños.— Ese bebé no tiene la culpa de nada y eso es algo que no se le desea a nadie.

— ¿No escuchaste lo que le dijo a HwanWoong? —preguntó, KiWook, mirando al otro.

— Lo escuché, y ganas no me faltaron de darle su merecido, pero desearle algo malo a alguien no está bien. El destino mismo se encargará de todo. —les dijo mientras le daba sus bebidas.

— Pues ya se está tardando. —dijo, SeoHo, bebiendo un poco.

— ¿No se han puesto a pensar que, tal vez, ahora se las está cobrando a ustedes? — preguntó, YeonJun.

— Nosotros no hicimos nada malo. —dijo, KeonHee, frunciendo el ceño.

— ¿Ah, no? ¿Qué hay de todos los niñeros y niñeras que sufrieron incontables travesuras en sus manos? —preguntó cruzándose de brazos.

— Ellos tienen la culpa por querer trabajar. Nosotros ya teníamos una mala reputación y aún así venían. Papá no debió contratar a nadie, tú y SooBin pudieron habernos cuidado. —dijo, KiWook, señalándolo.

— No es tan fácil cómo lo hacen ver. Todos aquí tenemos una tarea y el día apenas es suficiente para terminar nuestras actividades. No tenemos tiempo de ayudarles con su tarea, recoger sus cuartos, jugar, o hablar con ustedes. —indicó.

Los niños se voltearon a ver entre sí.

— ¿Entonces es nuestra culpa? —preguntó, KiWook, confundido.

— Mayormente de su padre y de todas las cosas que ha hecho mal, pero igual... Casarse con ese tipo ya me parece demasiado karma. —dijo mientras miraba a "la pareja."

— ¿Y HwanWoong qué tiene que ver? Él no es malo con nadie. —dijo, KeonHee, mirando al mayor.

— Tal vez le espera algo hermoso por delante. No conozco mucho a HwanWoong. —dijo, YeonJun.— Sólo procuren no meterse en problemas con su padre y menos ahora que viene su nuevo hijo.

— No te prometemos nada, pero intentaremos. —dijo, GeonHak, encogiéndose de hombros.

YeonJun sonrió, rodando la mirada.

( . . . )

— ¡Abuelo! —gritó, el niño menor, corriendo a los brazos de su abuelo.

El señor Kim volteó e, inmediatamente, recibió a su pequeño nieto con un abrazo.

— Pero mira cuanto has crecido. La última vez que te vimos, usabas pañales. —dijo, su abuela, revolviendo su cabello.

— Ya soy un niño grande. —dijo, DongJu, con una sonrisa.

— ¿Y quién es él? —preguntó, su abuelo, mirando a HwanWoong.

— Él es HwanWoong, nuestro niñero. —dijo jalando a HwanWoong para que se acercara.

— Espero que no te causen muchos problemas, porque ellos son todo un caso. —dijo, la abuela, soltando una risa.

DongJu sonrió inocente para su abuela.

— Para nada, son muy buenos niños. —dijo con una sonrisa.

— Y tú eres una mami perfecta. —dijo, DongJu, abrazándolo.

HwanWoong volteó con nerviosismo a ver al menor.

— Sabemos de sobra. —dijo, el abuelo de los niños.— No sé si fue para bien o para mal que se separaran, pero lo que sí sé es que eres mejor persona que él. —dijo volteando a ver donde YoungJo y SangYeon.

— Es hora del brindis, cariño. Vamos. —habló, la mujer, a su marido.— Fue un gusto conocerte, HwanWoong, nos vemos después.

— Igualmente. Nos vemos. —respondió con una sonrisa.

HwanWoong volteó a ver a DongJu y lo cargó.— Vamos con tus hermanos.

( . . . )

— Hora del show. —dijo, SeoHo, con una sonrisa traviesa.

— ¿Cuál show? —preguntó, HwanWoong, detrás de él mientras bajaba a DongJu.— ¿Qué fue lo que hicieron?

— Nada. —sonrió, GeonHak.

— Estoy hablando en serio, ¿qué hicieron? Niños, díganlo ahora. —dijo, HwanWoong, cruzándose de brazos.

— Nosotros... Nada. —respondió, KiWook, con una sonrisa.

— El sorbitol lo hará todo. —dijo, KeonHee, con una sonrisa y mirando a SangYeon.

HwanWoong volteó confundido.

— Ya lo verás. —sonrió, SeoHo.

— Les deseo un matrimonio lleno de felicidad y bendiciones. —dijo, HoSook, a la nueva pareja de la noche.— ¡Salud!

Todos alzaron sus copas y después tomaron de ellas.

— No pasó nada. —dijo, HwanWoong, confundido.

— Espera. —habló, SeoHo, viendo su reloj en la muñeca.— En 3... 2...

— Los felicitamos por su compromiso. —dijo, la madre de YoungJo, estrechando su mano con SangYeon.

— Muchas gracias, señor-... -a... —SangYeon soltó un eructo que llamo la atención de todos ahí.

KeonHee tapó su boca para intentar no reírse.

SeoHo mordía su lengua, disimulando su risa.

GeonHak hacía movimientos raros con su boca.

KiWook mordía la manga de su camisa para no reírse.

DongJu simplemente se había quedado mudo de la risa.

El resto de los invitados, incluyendo a HwanWoong, YoungJo, y el servicio, se quedaron boquiabiertos al ver y escuchar aquello.

— ¿Te sientes bien? —preguntó, YoungJo, sorprendido.

— No... No sé qué me pasó... Yo-... —otro eructo más.

SangYeon tocó su estómago también, sintiendo cómo si éste se revolviera.

Los gases eran la segunda parte.

Sin embargo, es algo que los invitados ni nadie vió, ya que SangYeon se fue casi corriendo al baño.

— ¿Pero qué clase de modales son esos? ¿Dónde está la educación? —habló, la señora Kim.— ¡¿Qué clase de broma es ésta YoungJo?! —gritó molesta.

— Madre, te juro que no sé qué le pasa, él estaba bien. —dijo, YoungJo, avergonzado.

— "Estaba." —susurró, SeoHo.— No te acerques a papá, Tarántula.

no te acerques a papá. ㅡ youngwoongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora