no te acerques a papá. ㅡ youngwoong

01 | Empleo

Se escuchaban varios pasitos por la casa de los Kim.

Había otro niñero, víctima de los cinco cachorros.

— ¿Dónde están, niños? —llamó, el niñero, buscándolos.

De repente, silencio.

Siguió caminando, hasta que sintió algo pegajoso que había pisado.

— Ay, ¿qué es esto? —preguntó con asco.— ¡Vengan acá, pequeños demonios!

— No. —habló, KeonHee, frente a él y después se fue corriendo.

WooSeok, que ese era su nombre, lo siguió.

Lo vió entrar a una habitación y ahí lo siguió.

KiWook y DongJu jalaron una cuerda.

WooSeok tropezó, cayendo en una tarta.

SeoHo y GeonHak salieron de una habitación y empezaron a mojarlo con pistolas de agua.

Mientras que KeonHee lanzó una red encima de él. Los niños reían.

WooSeok intentaba levantarse y, con coraje, les decía que se detuvieran, pero el piso era resbaloso, así que no podía.

— Uy, Filbert no está en su jaula. —dijo, GeonHak, mirando a la jaula de su "mascota."

— No. —susurró, WooSeok.

— Oh, míralo, ahí viene. —señaló, SeoHo.— Ven, Filbert, ven.

¿Qué era Filbert?

Filbert era una tarántula.

Al escuchar su llamado, la araña se acercó.

— ¡No! ¡Aléjala! ¡Por favor, se los suplico! —gritó desesperado.

— Ah... No lo creo. —dijo, KeonHee, tomando a Filbert en brazos.

— Filbert quiere conocer a WooSeok. —dijo, DongJu.

— ¡No! ¡No! ¡No! ¡Por favor! ¡Haré lo que quieran! —gritó desesperado.

KiWook le habló con señas a KeonHee.

"Dile que se vaya."

— Vete. —dijo, KeonHee, tranquilamente.

WooSeok no respondió, sólo cerraba los ojos con desesperación.

KiWook volvió a "hablar."

"Acércale a Filbert."

Filbert había sido mascota de su madre, él era veterinario, así que decidió adoptar una tarántula cómo mascota, a la que se encargó de cuidar y domesticar para sus hijos. Filbert era inofensivo y ya algo viejo.

KeonHee acercó a Filbert, que empezó a levantar sus patas delanteras.

— ¡Me voy! ¡Me voy! ¡Se los juro que me iré! ¡Me voy! —gritó desesperado.

— Rápido. —dijo, DongJu.— Filbert puede regresar si no te vas antes de que llegue mi padre.

— Se los juro, me voy... —dijo.

Los niños salieron de la habitación y se fueron a la sala a ver la televisión.

( . . . )

YoungJo abrió la puerta de su casa y, justo en ese momento, WooSeok salió corriendo.

— ¡Hey! —llamó, YoungJo.

— ¡Me niego a cuidar a esos cinco! ¡Consiga a alguien más! —gritó sin siquiera voltear.

YoungJo regresó su mirada a su casa.