23 | Recuerdos

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HwanWoong se encontraba pegando algunas fotos en su habitación.

Fotos de su juventud, con algunos amigos y con la familia que lo adoptó después de un tiempo.

También agregó algo que, aunque le dolía verlo, estaba empezando a superarlo y a tomarlo cómo una parte linda de su vida.

Sí, una imagen de su primer y único ultrasonido de su pequeño angelito.

— Estoy muy orgulloso de ti. —dijo, YeonJun, con una sonrisa.

HwanWoong sonrió mientras veía la imagen.

— Ya está el desayuno, Ilama a los niños. Yo fui, pero... Sólo a ti te hacen caso. —dijo con una sonrisa.

— Ya vamos. —respondió con una sonrisa.

YeonJun salió de la habitación mientras que HwanWoong acomodó un poco sus cosas, para poder ir por los niños, pero los cinco críos se le adelantaron.

— Hola, HwanWoong. —saludó, el menor de los niños.— ¿Qué haces?

HwanWoong volteó con una sonrisa.

— Quería tener algunas fotos en este lugar, ya que está muy vacío. —respondió mostrando lo que había hecho.

Los cinco se acercaron para ver.

Empezaron a preguntar sobre quiénes aparecían en las fotos.

— ¿Qué es eso? —preguntó, KiWook, señalando al ultrasonido.

— Es mi bebé. —respondió con una sonrisa.

— Que bebé tan feo, ¿verdad? —dijo, KeonHee, señalando.

HwanWoong soltó una pequeña risa.

GeonHak le metió un golpe a su hermano en la nuca.

— Lo que pasa es que es un ultrasonido, no deja ver mucho, pero es una imagen de cómo era en ese tiempo. —explicó, GeonHak.

— ¿El quién de qué cosa? —preguntó confundido.

— Lo entenderás después. —respondió, YoungJo, mirándolos desde el margen de la puerta.— Buenos días. —saludó mirando a HwanWoong.

— Creo que nos vamos adelantando. —dijo, KeonHee, con una sonrisa.

— Ay, no, yo me quiero quedar. —dijo, KiWook, quien seguía viendo las fotos.

— Yo también. —dijo, el menor de los niños, empezando a agarrar lo que había sobre la mesa.

— No, nos vamos. —dijo, GeonHak, a los otros dos.

— Pues váyanse ustedes. —dijo, KiWook, mientras intentaba subirse a la mesa para ver mejor.

SeoHo tomó a su hermano, cargándolo, y se lo llevó mientras corría.

KeonHee jaló a DongJu, éste último se cayó y KeonHee se lo llevó arrastrando mientras el otro lloraba.

GeonHak se fue corriendo detrás de sus hermanos mientras intentaba calmar al menor.

— Creí que usted debía ir a trabajar hoy. —dijo, HwanWoong, con cierto toque de nerviosismo.

Kim negó mientras miraba las fotos de Yeo.

— Nunca trabajo en el aniversario luctuoso de DongYoung. —respondió soltando un suspiro al final.

HwanWoong mordió su labio, un poco incómodo.

— Él es... —YoungJo señaló a las imágenes del ultrasonido.

— ¿Eh?... Sí, es él. —respondió con una sonrisa.— Y esos son algunos juguetes que le compré cuando me enteré. —explicó.

— Es... Muy admirable de tu parte. —dijo, Kim, volteando
a verlo.— Quisiera tener la misma fuerza que tú para dejar de vivir en el pasado, pero... Cuando veo una foto de él... Cuando mis hijos hablan de él...

— ¿Es por eso que no hay fotos de él? —preguntó.

— Sólo la que está en mi oficina. —respondió.— Las demás deben estar en el sótano. —YoungJo sonrió mirando a los juguetes.— Cuando me enteré que SeoHo venía en camino, compré tantos juguetes cómo pude. La cuenta vino grande en mi tarjeta a final de mes.

— ¿Y dónde están todos esos juguetes? —preguntó.

— Cuando mi esposo murió, ninguno de ellos quiso volver a ver varias cosas. SeoHo y GeonHak también les quitaron varios juguetes a KiWook, KeonHee, y DongJu. También deberían estar en el sótano. —respondió.

— Creo que va siendo hora de que empiecen a aprender a ver el pasado de otra manera y... Con "empiecen," me refiero a usted también. —dijo condicional y con una sonrisa.

YoungJo sonrió mirándolo.

— No sé cómo agradecerte por todo lo que estás haciendo por mi familia. —dijo tomando su mano.

— Usted no tiene porqué agradecerme. —respondió.

¿En qué momento se habían acercado tanto?

YoungJo no dejaba de ver a los lindos ojos del más bajo, y viceversa.

Los cinco niños veían desde la puerta con gran emoción.

Pero...

Siempre hay alguien que tiene que arruinar todo.

— Ay, me caí. —dijo, DongJu, pues se había caído al intentar asomarse más.

Los otros cuatro se fueron corriendo.

HwanWoong y YoungJo voltearon a verlo.

— Me caí. —dijo, el menor de los niños, volteando a verlos.— Ay, oye-...

KeonHee había regresado por su hermano y empezó a arrastrarlo, para llevárselo de ahí.

YoungJo soltó la mano de HwanWoong.

— Deberíamos bajar... —dijo, HwanWoong, separándose un poco.

YoungJo le cedió el paso y HwanWoong le agradeció, empezando a caminar.

no te acerques a papá. ㅡ youngwoongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora