58 | Lo Prometo

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— Papá y HwanWoong están hablando en su oficina, es nuestro momento para irnos. —dijo, GeonHak, mientras se ponía su chamarra.

— Es muy peligroso allá afuera. —dijo, KiWook.— Hay personas malas.

— ¿No vendrás con nosotros? —preguntó, SeoHo, viendo que seguía con su pijama puesta.

— No, porque no está bien lo que hacen. Papá y HwanWoong nos quieren mucho. —dijo cruzándose de brazos.— Y le diré a Woonggie si se van.

— Tú no vas a decir nada. —dijo, KeonHee molesto.— Tú también te fuiste y nadie te dijo nada.

— Y, si dices algo, nos vamos a enojar todos contigo. —dijo, DongJu, lanzando el peluche de KiWook a la basura.

— Pues enójense, pero es peligroso en la calle y más si es de noche. —respondió.

KiWook frunció el ceño, yendo a recoger a su ranita de la basura para sacudirla un poco.

Sus hermanos salieron y le cerraron con seguro a la puerta.

KiWook se levantó apresurado, empezando a empujar la puerta, queriendo abrirla.

— Bueno, así no le dice a nadie. —dijo, GeonHak, arrojando la llave por la ventana del pasillo.

— Vámonos, el abuelo dice que nos estará esperando. —dijo, SeoHo, viendo su teléfono.

— ¡No se vayan! ¡Vuelvan aquí! —gritó, KiWook, golpeando la puerta.

Los cuatro siguieron su camino, guardando silencio en todo momento. Debían salir por la puerta de enfrente, pues era de la única que tenían llave. Salían directo sin pasar por el jardín, dónde podrían hacer ruido.

( . . . )

HwanWoong entró a la oficina de YoungJo con cierto miedo.

— Tome asiento. —señaló, Kim.

— Yo le puedo explicar todo... —dijo, HwanWoong.

Estaba nervioso, pues YoungJo no mandaba a llamar a sus trabajadores si no era para algo serio.

— ¿Explicarme? —preguntó confundido.— Te mandé a llamar porque-...

— ¡Yo ví algo allá afuera! —gritó, HwanWoong, levantándose repentinamente.— ¡Sí, eso fue! —gritó.— Yo estaba acostando a los niños, porque se habían dormido y los fui a despertar. Entonces ví algo afuera y fui a ver qué era, pero era nada... —HwanWoong procesó un poco lo que acaba de decir.— ¡Al revés! ¡Todo al revés! Bueno, no todo... Sólo una parte.

— ¿Mis hijos estaban despiertos a las 3 de la mañana? —preguntó, Kim, señalando la hora.

HwanWoong se dejó caer, tomando asiento. Miró a la izquierda por un momento y después a la derecha. Finalmente, regresó su mirada a YoungJo.

— Sí... —respondió con una sonrisa nerviosa.

YoungJo se acercó a él con una sonrisa.— Yo estaba durmiendo con mis hijos.

HwanWoong golpeó su cabeza, recordando que aquella noche los niños se habían quedado en la habitación de su padre.

— Señor-...

— No sé a dónde fuiste, pero tampoco preguntaré. —explicó mientras le entregaba una memoria.

HwanWoong la tomó, confundido.— ¿Qué es esto? —preguntó viendo un número en ella.— Señor, lo nuestro-...

— No voy a tratar ese tema tampoco. —dijo, Kim, tomando asiento nuevamente.— Al menos no ahora. —sonrió, después miró y señaló a la memoria.— En esa memoria encontrarás un registro de los accidentes en el mes de enero, ordenados por fechas, algunos datos de quienes salen en las notas y poco más, de hace 8 años. Me he encargado de encontrar a alguien que pudiera obtener esta información para ti.

no te acerques a papá. ㅡ youngwoongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora