N/A: Escuchen Can't take my eyes off you, versión Shawn Mendes.
Al final del pasillo, vi un humo blanco. Tomé una profunda respiración y fui hacia allá. Era un balcón con una preciosa vista del cielo nocturno. El ruido de la fiesta se escuchó lejano.
Aquí no había nadie, excepto por el chico recostado en el piso.
Estaba sentado con su perfil apuntando hacia las estrellas. Tenía los ojos cerrados y sus audífonos caían a los lados de su casaca oscura, rompiendo el silencio de la noche con una suave melodía que conocía a la perfección.
Mi corazón latió como loco en mi pecho.
Me senté a su lado en el piso y me concentré en mirar las estrellas. Ese día en el fin del mundo, las estrellas me parecieron lo más hermoso de la noche. Hoy, no eran nada comparadas al chico sentado a mi lado.
—Si te miro, ¿saldrás huyendo? —dijo de pronto.
—Yo no huyo.
—Has estado huyendo de lo que sientes todo este tiempo.
Axen abrió los ojos, pero no me miró. Sacó una cajetilla del bolsillo de su casaca oscura y se encendió un cigarrillo entre sus labios.
—Pensé que no fumabas.
—No fumo. Solo en ocasiones especiales.
—¿Y qué estás celebrando?
—Un corazón roto.
Se me cortó la respiración. Él exhaló el humo lentamente.
—Felicitaciones, Disney.
—¿Qué?
—Me rompiste.
—Axen, yo no...
—Pero no funcionó —me cortó, frunciendo el ceño—. Ni un corazón roto puede sacarte de mi cabeza.
Le dio otra calada a su cigarrillo. El cabello oscuro le cayó en su frente, pero bajo la luz de la luna pude ver la confusión en su mirada.
—¿Me conquistaste con tus cantos horribles?
—Es un truco simple pero inquebrantable —bromeé.
Sus labios se curvaron en una leve sonrisa. Esa simple acción hinchó mi pecho de la emoción. Era tan difícil sacarle una sonrisa... Más cuando los últimos días nos la habíamos pasado evitándonos como si fuéramos luz y oscuridad.
La tensión se esfumó de mi cuerpo y el alcohol fue el sedante perfecto a los elefantes saltarines en mi pancita. Sonreí como tonta.
—Tal vez fue el sartenazo que te di.
—Tal vez eso me quemó el cerebro.
—O tal vez fue cuando te tiré la comida.
—Siempre me tiras las cosas, Disney.
—O te conquistó mi simpatía y mi carisma.
Axen puso los ojos en blanco.
—Eres insoportable.
—Insoportablemente perfecta —me burlé.
Él soltó una risa ronca, exhalando el humo de su boca.
—Estás destinada a enloquecerme —murmuró.
—En las películas dicen que cuando se enamoran uno se convierte en el punto débil del otro. —Lo miré con curiosidad—. ¿Soy tu punto débil?
—No.
—¿Entonces?
—Eres mi punto fuerte, Disney.
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Una Conquista Imperfecta
Genç KurguAlana Disney sueña con tener su romance de cuento de hadas con su crush, el popular y carismático Adam Herty, pero él no sabe que existe. En su último año de escuela crea un plan perfecto para conquistar a su crush sin morir en el intento. ¿El objet...