Una Conquista Imperfecta

4 | El rechazo del crush

Ahora sí a comentar, quiero leer sus reacciones en este cap *Inserte modo diablillo*

—¿Entonces tiraste con Axen o no?

—¡Etel! —Le di un empujón con las mejillas enrojecidas—. Mi florcita le pertenece a Adam.

—¡Ew! ¿Tu florcita? Permíteme que voy a vomitar.

—Etel, ya deja de fastidiarla. —le recriminó Cassie—. Axen ni siquiera la miró cuando pasamos por su lado.

—Cierto. Fuiste lo más parecido a una mosca para él, Alana.

—¿Creen que le vaya a hablar a Adam sobre mí? —dije esperanzada.

—Pero si a las justas habla. —se burló Etel.

Le di una mala mirada. Etel llevaba horas burlándose de mi idiotez y soltando comentarios sarcásticos sobre mis primeras horas a solas con un chico que no sea un fantasma. Bueno, eso era porque de pequeña les presumía que mi novio era un fantasma y por eso no lo podían ver.

No fue una idea muy astuta que digamos.

—¡Fiesta! ¡Fiesta! —Un chico caminó dando saltos por el pasillo con las manos en la boca—. ¡Fiesta en casa de Adam!

Cassie sonrió emocionada.

—¿Oyeron, chicas? ¡Hoy nos vamos de fiesta!

—Debo terminar de leer It. —se excusó Etel.

—Y yo debo armar mi árbol de Navidad.

—¿Qué? Faltan ocho meses para Navidad.

—Me gusta estar preparada. —Me encogí de hombros.

Ellas soltaron una risotada. Quise dejar de parecerme a una nutria mojada y pasar a ser un topo para esconderme bajo el suelo y no salir nunca más.

—Deja de ser una gallina y vamos. —Cassie nos abrazó por los hombros como quien alienta a un equipo de idiotas—. Es nuestro último año y nos hemos perdido todas las fiestas. ¿Qué les contaremos a nuestros hijos cuando seamos viejas?

—Probablemente que Alana no sabe combinar sus medias.

—Y que Etel vive del sarcasmo. —contraataqué.

—Y que Alana es una infantil.

—Y que Etel para despeinada.

—Y que Alana camina chueco.

—Y que...

—Creo que es suficiente. —Cassie soltó una risa forzada entre dientes—. Iremos a esa fiesta y punto.

—Iremos me suena a manada. —Etel se cruzó de brazos, terca.

—Piénsalo. Alana hizo el ridículo ayer. Hoy es su oportunidad para hablar con Adam en su casa. —me sonrió como un diablillo.

—¿Qué? Pero yo no...

—Él ya te notó. —canturreó cerca de mi oído. Me la imaginé como el diablillo en uno de mis hombros—. Sabe que existes. Puedes ir a su casa con la excusa de la fiesta y hablarle.

—O puedes quedarte en casa a armar tu árbol de lo que sea. —Etel tomó la posición de un pequeño angelito con aureola en mi otro hombro.

—¿Y de qué te serviría eso? Tu árbol se empolvará en ocho meses.

—O puedes terminar Julie and the Phantoms. —propuso Etel.

Sonreí ante la idea. Tenía un fuerte amor por esa serie y por Luke.

—Luke está muerto y es un fantasma. —contraatacó Cassie—. ¿Quieres ver a un chico fantasma en vez de hablar con uno de verdad?

—Pues ese fantasma está bueno y probablemente no la va a ignorar. —replicó Etel cruzándose de brazos—. Bueno, no es que la vea como para que la ignore.