Día 1

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Tomados de la mano:

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Ukyo podía considerarse un chico con suerte, tenía unos amigos que lo darían todo para ver a los demás felices y consiguió un trabajo que no lo agobiaba tanto como el que tenía antes en la marina.

Aunque muchas personas lo envidiaba por eso, ellos se fijaban más en su pareja. Porqué él siendo tan tranquilo y tan calmado, consiguió enamorar al heredero del Conglomerado Nanami.

Ukyo trataba de no prestar mucha atención a los malos chismes que decían de él y trataba que sus amigos tampoco le tomará importancia. A diferencia de él, todos sus amigos eran peligro por decirlo de esa manera.

En ocasiones los malos comentario si le afectaba, pero se le olvidaba todo cuando veía la sonrisa de Ryusui atravesar por la puerta donde él trabaja que era ls cafetería de la mejor amiga de su novio.

Cuando Ryusui lo tomaba de la mano y le masajeaba la muñeca, mientras que le preguntaba como le fue en su día. Ukyo siempre se olvidaba de los problemas y respondía que le había ido bien.

Y es que sentir la seguridad de Ryusui solo con tomarle la mano lo calmaba, como si le transmitiera toda esa fuerza que el poseía con ese simple gesto. Las manos de su pareja transmitía una seguridad y una calidez que nadie más poseía, tal vez esa fuerza la tomo de tanto maniobrar a los barcos que navegaba. También podía sentir la callosidad en ellos, aunque se podía disimular un poco con las cremas caras que el usaba.

- ¿Estás bien? - pregunta Ryusui mientras que le quitaba el gorro para mirarlo a los ojos - Mucho mejor.

Ukyo suelta un momento la mano del más alto y toma su gorro para colocarselo de vuelta - Sabes muy bien que no me gusta estar sin mi gorra.

- Y a mí me gusta verte sin ella, puedo apreciar mejor tus ojos. Por cierto, empaca todo que mañana nos vamos de viaje.

Ukyo lo mira raro y le responde - No puedo ir contigo, tengo que trabajar.

Ryusui se ríe y chasquea sus dedos para después responderle - Eso no es problema, ya hable con Francois y te da permiso de ir conmigo.

Ukyo lo mira ofendido - No puedes hacer eso, los demás trabajadores dirán que Francois tiene preferencia. De por si ya dicen que le estoy robando el sueldo...

Ukyo se tapa los labios al confesar esa verdad a su excéntrico novio.

Ryusui borra su sonrisa de la cara y le dice - Esperame aquí, iré un momento para hablar con Francois.

Pero antes de que se mueva, Ukyo lo toma de las manos y ahora era él quién le daba caricia suaves para calmarlo.

- No le digas nada a Francois, por favor. No quiero que se preocupe por gusto, porque no mejor me cuentas donde tienes planeados que viajemos.

Ryusui duda un momento de ir o no hacia donde estaba Francois - Pero dijiste que no querías ir.

Ukyo suspira y lo mira a los ojos, adoraba el color amba en su mirada - Cambie de opinión, además me acorde que ya tocaba vacaciones.

Ryusui anota eso mentalmente para después preguntarle a Francois, tal vez Ukyo se lo decía para distraerlo de su debe principal.

- Senku quiere viajar a Estados Unidos por una cuestión de adopción, iba a comprar los boletos está mañana pero me ofrecí a llevarloa a él y a Gen. Aunque también se incluyeron Chrome y los demás, por eso vine para decirte a ti y a Francois que prepararán todo para ir.

- ¿Francois y los demás también irá? En vez de un viaje simple va hacer un turismos de aventura - comenta Ukyo todo emocionado, adoraba salir con todos sus amigos. Siempre ocurrían cosas raras y divertidas.

- Ya tengo todo preparado para el viaje de mañana joven Ryusui - comenta Francois apareciendo detrás de ellos y con una sonrisa en el rostro.

El chico dorado se ríe - Genial, una gran aventura nos espera.

Y no se equivocaba, fue una locura ese viaje a Nueva York. Hyoga y Kohaku se casaron en las Vegas y nadie sabía cómo paso eso, Tsukasa se metió en un torneo de lucha profesionales y ganó, Gen y Senku en vez de adoptar a un bebé adoptaron tres que recién habían llegado y Gen se había enamorado de ellos, Senku no le pudo decir que no. Conocieron a un nuevo amigo que creaba joyas y relojes que se fue con ellos a Japón, entre otras cosas más.

30 Días RyuKyo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora