Día 22

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Peleando Juntos:

Ukyo no sabía si reírse o grabar el momento, era tan divertido ver como Ryuisui se escondía detrás de él por una simple cucaracha.

— ¿Sabes? ella no te va a comer — dice él con una suave sonrisa en su labio.

— Es fea, escurridiza y estuvo en mi hermoso cabello — dice Ryusui todo tímido y avergonzado.

Si le envergonzaba el hecho de que tuviera que llamar a su novio para que acabará con una simole cucaracha.

— ¿Y Francois donde está? — pregunta Ukyo buscando un frasco vacío donde meter el pequeño insecto, ya que su novio le tenía fobia a ellos.

— Se fue de compras, quería que prepara todo cuando Sai, Senku y Chrome regresen de su viaje a Estados Unidos. La presentación de su proyecto fue todo un éxito y las entrevistas fueron geniales, lástima que no pude ir por cuestiones de trabajo y ahora una cucaracha me quiere asustar — se queja Ryuisui al ver el pequeño insecto en la pared.

Ukyo no podía creer el comportamiento tan infantil de su novio, aunque muy en el fondo le parecía bastante tierno que un grandullón le temiera a una inofensivo insecto.

— No le tienes miedo a las tormentas, navegar en medio de uracanes, a los toros y tampoco realizar deportes bastantes extremo que pasa de los absurdo. ¿Pero si le tienes miedo a una cucaracha? — pregunta él viendo como Ryuisui tomaba una cojín como una especie de escudo.

— Es enorme, peluda y vuela — Ryuisui trata de justificarse ante su gentil novio.

— Es solo un insecto lo máximo que te puede hacer es volar sobre tu cabeza y eso ya lo hizo.

Ryusui se hace el ofendido y se toma el pecho para dramatizar — Pensé que estábamos en las buenas y en las malas, que eramos parejas en la salud y en enfermedad, que tus peleas  era las mías y mis peleas las tuyas. Que eramos un dúo indiscutible y peleábamos juntos, pero típico de Géminis que siempre te deja en el peor momento.

Ukyo al escuchar tuvo que reunir toda la paciencia del mundo para no lanzarle el frasco a la cabeza a su novio, solo suspiro y con una sonrisa más frías que un iceberg dijo — Me voy y te dejo sólo con tu cucaracha, al parecer se llevarian muy bien. Los dos son tal para cuál.

Ryuisui al ver hizo enojar a su ángel y estaba apunto de convertirse en demonio, cambió su actitud dramática y abrazo a Ukyo por la cintura.

— Perdóname por mis malas bromas y por lo del signo, es que te ves lindo cuando te enojas cada vez que Gen te molesta por eso. Perdóname ¿si?

Ukyo suspira y trata de calmarse, Ryuisui tenía suerte de que sus pucheros fueran tan lindos fueran su debilidad. No le podía decir que no a esa carita de niño regañado.

— Bien atrapemos a esa intrusa y luego me deberás comprar un gran pastel de chocolate, un plato de curry el más picante y tres macarrones de Francois, uno de batatas, otro de fresas con crema y uno de chocolate con pistachos.

Ryuisui sonríe y lo besa en los labios, no podía evitarlo cada vez que Ukyo lo complacía en un capricho. Sus amigos decían que se aprovechaba de la amibilidad de él, pero a decir verdad jamás le ha obligado a Ukyo hacer algo que no quisiera. Solo que tenía el mejor novio del mundo.

Después de atrapar la cucaracha, aunque tuvieron que luchar primero contra ella ya que no se dejaba atrapar, salía volando de un lado a otro y más de un jarrón roto.

Al final Ukyo liberó al pequeños insecto lejos, pero muy lejos de la casa de su novio.

Cuando Ryuisui comprobó que ya era seguro, se acercó a su pareja y lo abrazó por la cintura —¿Quieres ir a cenar?

Ukyo asiente, después de esa pequeña batalla contra una inofensiva cucaracha el hambre estaba haciendo acto de presencia.

— Conozco un lugar donde vende sushi de calidad — le dice Ryuisui tomándolo de la mano y caminando mientras que la brisa del mar se hacia notar.

Ambos felices de hacer completado la pequeña labor.

30 Días RyuKyo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora