Día 21

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Ryuisui no sabía si tocar la puerta y no sabía si fiarse de los anuncio de periódico. Algunos pueden ser engañosos y hasta pueden ser personas que te quieran secuestrar.

Sobre todo si hablamos de un heredó multimillonario y guapo como él.

Ryusui estaba apunto de retirarse, después de todo le podía pedir a Francois que le cocinara un pastel para el cumpleaños de su querido hermano y ya. No era necesario que él se manchara las manos con harina, después de todo le podía regalar cualquier cosa a Sai.

Si, mejor daba la media vuelta y se iba por donde vino. Las clases de cocina no era lo suyo y tenía como unas treinta cocineras en conglomerado, además que tenía a Francois que era la mejor en su generación.

Estuvo apunto de irse, cuando abren la puerta y se queda maravillado por la octava maravilla que tenía delante de él. Un chico guapo, joven de cabello platinado y ojos azules cercete, que le sonreía de forma dulce.

— Hola, tú debes ser Ryuisui — dice el chico con voz suave y alegre — Gen me aviso que ibas a venir como a esta hora, ¿quieres pasar?

Ryuisui asintió y espero que el chico le diera entrada al lugar, se sorprende al ver el espacio tan pequeño pero acogedor.

— Disculpa, pero tengo la necesidad de preguntarlo — dice el profesor cerrando la puerta y colocándose frente a él — Pero desde hace diez minuto te escuche llegar, pero como tocabas la puerta tuve el atrevimiento de abrir. Espero que no te moleste, ¿pero siempre vas a tomar las clase de cocina?

Ryuisui sin pensarlo dos veces dijo que sí, ni loco dejaría de ver a ese bello ángel.

Observa como Ukyo sonríe con amibilidad y lo guía por la sala hasta llegar a la cocina — Disculpa el desorden, es que estaba revisando si tenía todo lo necesario. ¿Que tal si empezamos con un bizcocho fácil el día de hoy?

Ryuisui asiente y ve como el profesor comienza acomodar todo, para luego pedirle que se acomode a su lado.

— Primero, ¿quieres aprender a cocinar para una novia? — pregunta Ukyo colocándose el delantal — ¿Tal vez quieres aprender para un familiar o por qué te gusta cocinar?

— Mi hermano cumpleaños el mes que viene, él es algo especial y me gustaría regalarle algo que le guste — dice Ryuisui colocándose el delantal que le presto Ukyo — Es algo curioso con la comida, se concentra tanto en su trabajo que casi no come. Pero sé que su pastel favorito es una tarta de queso con sirope de fresa y un toque de limón en él.

Ukyo asiente y después lo mira a los ojos — Es un pastel complicado de realizar, pero es posible y si tenemos un mes aún más. Ya verás como en un cerrar de ojos lo logras hacer.

Ryuisui sonríe y chasquea sus dedos de la emoción, pero después de sorprende cuando ve a Ukyo ofrecerle una cola para el cabello.

— Primera regla de la cocina, nada de cabello suelto alrededor. Tú cabello es más largo que el mío, es por eso que te lo debes de amarrar.

Ryuisui mira mal el objeto, pero si no tenia más opción. Iba hacerle caso el profesor de cocina, con pesar de ata su hermosa cabellera y después comienza a prepar la masa.

Sonríe al ver como Ukyo comienza a explicarle todo el procedimiento, en su interior agradecía que la cocina fuera tan pequeña. Porque así se podía acerca a Ukyo sin pretender otra cosa, sería divertido esas clases de repostería.

Ryuisui al final estaba orgulloso de que al fin podía cocinar sin depender de Francois y de que a su hermano le gustará el pastel. Francois también aprobara sus pasteles, decía que tenía un toque angélical y lo bueno es que podía seguir viendo al prefesor, sobre todo si antes y después de cocinar se comían entre ellos.

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— ¿Entonces? ¿Como es Ryuisui como estudiante? — pregunta Gen a su amigo, ambos estaban en una cafetería tomando un té helado.

Ve como su amigo se sonroja y le responde — Bien.

Gen se ríe y le hace otra pregunta — ¿No me digas que te enamoraste de él? ¿Ya lo besaste?

— Algo más que eso — dice Ukyo mirando los hielos de su vaso.

Gen lo mira asombrado — ¿Ya estuvieron en la cama? ¿Cuanta cita tuvieron? ¡Rompiste tu propia regla de no acostarte con los estudiante! ¿Te embrujo o que hizo?

— Eso es lo peor que no hizo nada especial, solo mirarme con esos ojos ambar que parecen dos llamas y su hermosa sonrisa. Desde el primer quede hechizado — dice Ukyo contándole todo a su mejor amigo.

— Bueno, un beso y algo de fuego no mata a nadie — comenta Gen teniendo compasión de su amigo — Sólo fue el momento y ya.

Ukyo lo mira y le dice — Me pasa lo mismo que te pasa a ti con Senku, no le puedo decir que no y lo peor es que desde el primer día pasó de todo.

Gen ahora si estaba sorprendido, su amigo que era un Santo que solo con verlo pareciera que los ángeles cantará se había acostado con un desconocido desde el primer día.

— Te pego fuerte el amor — dice Gen sin poder evitarlo.

Ukyo solo suspira y solo recuerda que cuando terminaron el pastel, ambos se miraron a los ojos y se besaron. Dejando el pastel en el horno y quemándose en el proceso, aunque ellos resultaron más quemado.

30 Días RyuKyo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora