30 Días RyuKyo

Día 6

Usando la ropa del otro.

Habían entrado al pequeño apartamento del mayor corriendo, entre risas se quitaban sus sombreros mojados y también las chaquetas.

Ukyo mira a su novio y riéndose le pregunta — ¿Que pasó? Tú nunca te equivocas con el pronósticos del clima.

Ryusui que se sacude el cabello como si fuera un Golden Retriever, lo mira serio por un segundo para después reírse — No lo sé, tal vez me distraje por lo bellos de tus ojos.

— ¿Mis ojos pueden más que tú intuición? — pregunta Ukyo quitándose el suerte ya todo mojado — Entonces no es bueno que pasemos tanto tiempo junto, no quiero que pierdas tu toque de navegante.

Ryusui hace un puchero y abraza al más bajo para atraerlo hacia él — Pero si casi no nos vemos, Gen y Suika te roban cada vez que pueden.

Ukyo se ríe, se separa de su novio pero sin antes darle un pequeño beso en los labios. Va a su cuarto a buscar una toallas con que secarse.

— Mejor te das un baño rápido, no quiero que Francois me regañe porque te enfermaste — dice Ukyo regresando a su pequeña sala y mirando al más alto — Mientras tanto preparo un café y algo de comer.

— ¿Podré estar desnudo en tu casa? — pregunta Ryusui todo ilusionado.

Ukyo solo voltea los ojos y le responde — ¿Para que la vecina del otro apartamento que queda al frente se vuelva a desmayar? No quiero a su nieto reclamandome otra vez por darle esos susto a su abuela.

— Yo se que le gusto, esas anciana son las primeras pervertidas.

Ukyo le tira una toalla a la cabeza a su pareja — Te bañas y te buscaré una pijama para que te la coloques.

— ¿Me quedará? Tú y yo tenemos cuerpos muy diferente, en verdad no me molestaría estar desnudo.

Ukyo lo ignora y solo se va preparar el café, mientras que ve a Ryusui entrar al baño. El de ojos verde frunce el ceño, sabía que su novio era más alto que él. Pero en masa muscular no tenían tanta diferencia, aunque trataría de encontrar una pijama que le quedará grande a él.

Coloca el café y unos pastelillos en el microondas, para después aprovechar y buscar lo que le iba a prestar a su codicioso novio. Sonríe al ver una pijama gris que le quedaba grande, pero era cómoda para dormir en días lluviosos.

Toca la puerta del baño y ve como Ryusui abre la puerta, el humo del agua caliente se podía notar. Le iba a decir que ya tenía su ropa lista, pero el muy atrevido lo besa en los labios y lo meta a la ducha junto con él.

Después del baño obligatorio, cortesía de Ryusui. Sale con una toalla en la cintura y va a preparar la merienda, mira como el rubio sale del baño con la pijama puesta y ve que no le queda mal.

— Huele a ti, creo que me la voy a quedar — comenta Ryusui con una gran sonrisa y sentándose en el sofá, mientras que veía como su novio le daba su taza de café.

—Ni pienses que te la voy a dar, es mi pijama favorita.

— ¿Ni por un beso?

— Ni por mil besos.

Se ríe al ver como el joven chico se cruza de brazos y un puchero en los labios — Tú puedes quedarte con mis camisas y yo no con tu pijama.

Ukyo se sienta en las piernas de Ryusui, espera que él lo rodee con sus brazos y habla — Pero a diferencia de ti, tienes tres habitaciones solamente de camisas. No pasará nada si me llevo una.

Ryusui le da un suave beso en la clavícula y le comenta — No es solo una, son tres y son de mis favoritas.

El de ojos verde besa los labios del menor y le dice — Esta bien, tú te quedas con mi pijama y yo con tus camisas, son muy cómoda para dormir.

"Y me recuerdan a ti"

Ryusui acepta el trato, después de todo no fue tan malo usar la ropa de su novio.