Capítulo 9 - Parte II

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*NarraSadie*

A veces creo que sería más fácil no sentir nada. Así me hubiera evitado toda esta penosa situación.

Todo esto lo pienso a solas, en la oscuridad cuando creo que todos están dormidos y no pueden escuchar mis sollozos. Me siento sola como si ya no supiera quien soy, cuando me miro en el espejo, a través de los cortes y los moretones puedo ver a la chica que solía ser antes de fumar mi primer cigarro y tomar mi primera copa.

Soy un desastre.

Adelgace varios kilos desde que salí de mi casa y llegué al infierno, creen que es a causa del encierro pero no saben que lo único que buscaba en ese momento era enfermarme para que él tuviera que sacarme por su propia mano de la casa y llevarme a internar. No dejo de pensar en que pasará conmigo cuando me lleven a declarar en contra de una persona a la que creía amar; me pregunto sí Lux sabía de esta faceta de su hermano y qué estaba pensando cuando me dijo que lo hiciera feliz, no sé cómo llenar ese agujero negro y enlisto a las únicas personas que pueden ayudarme:

1. Sus padres
2. Algún familiar
3. El mismo Arturo.

Ninguno es alguien seguro, y además no quiero acercarme a él si no hay nadie más cerca.

Cuando Ingrid entra a mi habitación mis ojos se llenan de lágrimas, creí que jamás volvería a verla y sin embargo aquí esta, la siguen mi madre y su fiel abogado. Ella se acerca a mi como si no creyera lo que está viendo; sé que le duele verme y mi madre no resiste las ganas de abrazarme y llenar de besos cada herida de mi piel, Ingrid se aferra a mi mano como si temiera que me alejaré de nuevo.

-Haré una pregunta estúpida- Dijo Ingrid. -¿Cómo estas?

-Mejor...- Respondí.

Estaba siendo muy sincera, así me sentía. Desde que había salido de esa casa me sentía mucho mejor, como si las ganas de vivir la vida hubieran regresado a mi.

-¿Qué pasará ahora?- Pregunto mi madre. -Estoy segura de que querrás levantar una denuncia-.

-No hay problema con las pruebas -señalé mi cara- no hay modo de que niegue esto. Los para médicos incluso pueden declarar en que condiciones me recogieron en la casa.

-¿Donde está él? No me digas que huyó porque...

-No lo sé a ciencia cierta pero supongo que esta en este mismo hospital. Lo golpee.

-Esta en el piso de abajo, tienen custodiada la habitación- Dijo Ingrid. -Pateé a un policía porque no me dejo pasar-.

-Y... ¿Te dijo algo?- Pregunté disimulando mi sonrisa al ver la sonrisa desaprobatoria del abogado.

-No... Solo que no podía dejarme pasar... ¿Cuando saldrás de aquí?

-Pues esta anocheciendo, supongo que mañana temprano. No lo he preguntado.

-Yo voy-. Mi madre se levanto y junto con su abogado salió de la habitación.

-Entonces pateaste a un policía porque no te dejaron ver a Arturo-Dije con un hilo de ironía en mi voz.

-Si- Respondió Ingrid

-No lograste nada

-Una cita...

"Quisiera regalarte todos los bellos paisajes que existen, regalarte el sol, las estrellas y la Luna Llena porque se que es la que más te gusta de todas".

Mis ojos están cerrados pero no estoy dormida, esa frase esta persiguiendome desde hace unas horas. Apareció en mis sueños, llego de la nada. La voz de Christopher era quien pronunciaba esas palabras; cuando por fin abrí los ojos, estaba todo muy oscuro así que vuelvo a cerrarlos con la esperanza de que cuando los abra sea de día y me vaya de aquí.

Mi madre me despierta a media mañana, diciéndome que habrá un careo con Arturo para hacer la denuncia formal. Por mi cabeza pasan muchas palabras que quisiera decirle y acepto; las recito una a una como una oración, como si de esas palabras dependiera mi cordura. Las repito tratando de no olvidar nada cuando llegamos a la delegación de policía

730 días [Terminada].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora