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Durante lo que resto del fin de semana, no dejo de darle vueltas a la propuesta que le había hecho a Harry.

¿Qué iba a hacer exactamente? ¿Lo presentaría como su pareja? ¿Acompañante? ¿Amigo? No podía simplemente decirles que Harry era un prostituto.

Mierda.

Se había precipitado y no había pensado en todos los pormenores de la situación.

Seguramente le harían demasiadas preguntas cuando apareciera con el rizado agarrado de su brazo.

Suspiro, su cerebro estaba trabajando más rápido de lo que normalmente lo hacía, sobrepensando aquel tema.

Estaba tan distraído que no noto cuando la puerta de su oficina se abrió y Liam se dejó caer en su sofá, cuando repentinamente una bola de papel aterrizó sobre los archivos que tenía abiertos hacía media hora, archivos que no había leído.

—Oye ¿Qué rayos crees qué haces? —se quejó, apartando el papel y llevando toda su atención a su mejor amigo.

—Bueno, estabas demasiado distraído y quería atraer tu atención, pero aquí la pregunta es ¿Qué rayos te pasa a ti? Llevas disperso toda la mañana y has estado sentado en la misma posición desde hace media hora.

Se pasó las manos por el cabello, alborotándolo —Yo... Simplemente no lo sé Li, tengo la cabeza hecha un desastre, no puedo pensar.

Jamás admitiría en voz alta que estaba así por cierto chico de cabello rizado.

—¿Y qué puedo hacer para ayudarte? Has dejado de ser tú desde hace un tiempo y, honestamente, a Zayn y a mí nos tienes preocupados. Y bueno, puede que un poco a Niall también cuando no está con la cabeza metida dentro de un plato de comida.

Rio, algo divertido al ver a su amigo, en definitiva, tenía los mejores amigos que alguien podría pedir.

—Oh Payno, por algo eres mi mejor amigo, pero descuida, esto es algo que tengo resolver solo. Ahora vayamos a beber una cerveza, no creo que mi cerebro funcione para algo más que eso.

Le ofreció su mano a su mejor amigo y el contador se levantó del sofá.

Salieron de la oficina, dirigiéndose directamente hacia el bar que estaba frente al edificio de oficinas.

Se sentaron en la primera mesa vacía que encontraron y ambos pidieron una cerveza, aunque muchas personas considerarían que las 10 a.m. era demasiado temprano para beber, y más aún en horas laborales, para ellos no existían los horarios.

Bebían cuando querían beber.

Iba a pedir su segunda cerveza cuando su teléfono comenzó a sonar —Aguarda un momento Payno.

Saco su teléfono y contesto sin siquiera mirar la pantalla, grave error.

—¿Diga?

Louis ¿En dónde estás? Dijiste que hoy ibas a llevarme al centro comercial para conseguirme un traje para el sábado. Estoy afuera de tu oficina.

La voz de Harry sonó del otro lado de la línea, dejándolo de piedra. Había olvidado completamente que lo llevaría a comprarse un traje para el sábado.

—Estoy en el bar que está en frente, en seguida voy —y colgó.

Apresuradamente sacó su billetera, dejando un billete de 20 para pagar ambas cervezas.

—Li, tengo que irme, olvide que tengo una cosa que hacer. Te llamo luego.

Liam se lo quedó mirando, boquiabierto, y salió apresuradamente del bar.

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