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Observó el lado vacío de la cama, para esa instancia ya estaba frio, por lo que supuso que Harry se habría ido muy temprano.

Sintiendo el cuerpo pesado, se levantó de la cama. Debía ir al buffet, pero no quería.

Quería quedarse metido en la cama, aspirando el dulce olor que Harry había dejado impregnado en sus sabanas.

Aun no las lavaría, ni siquiera tenía pensado cambiarlas.

Se dio una ducha, se cambió y salió de casa.

Aunque no quería ir a trabajar, debía hacerlo. Tenían una junta importante, algo sobre unos nuevos clientes muy importantes y que les dejarían mucho dinero si ganaban el caso, aunque para esas instancias a él ya no le importaba demasiado el dinero.

Subió al quinto piso y se escabullo directamente a su oficina.

Suspiro, comenzando a organizar los papeles que estaban abandonados sobre su escritorio.

No había estado ni 10 minutos allí dentro cuando la puerta de su oficina se abrió y la rubia cabellera de su secretaria hizo acto de presencia.

—Louis, recuerda que dentro de 20 minutos tienes la reunión con tu padre y los ejecutivos de TechnoMach Corporation.

—Buenos días para ti también, Claudia. Y gracias por recordármelo.

La rubia enrojeció, avergonzada —Yo... Lo siento mucho Louis, desde que llegue tu padre no ha dejado de perseguirme con la reunión.

—Entonces discúlpame tú a mí, mi padre a veces se olvida que eres mi secretaria y estas bajo mis órdenes.

—Ya. No pasa nada ¿Necesitas algo?

—Tráeme un café doble, bien cargado y sin azúcar. Que tenga la misma cantidad de cafeína que cuatro aspirinas juntas, por favor.

—En seguida lo traeré ¿Algo más?

—No, nada más. Puedes retirarte. El café llévalo a la sala de juntas por favor.

—Como tú digas —Claudia le dedico una gran sonrisa y desapareció por la puerta de vidrio.

Tomo la carpeta de presentación y se dirigió a la sala de juntas, allí lo estaban esperando su padre, Niall, Liam, Becker, Diaz, Messer y el resto del equipo.

—Vaya, que bonita cara traes hoy Tomlinson —como siempre Messer intentaba tocarle las pelotas.

—Oh sí, tu esposa me dice lo mismo cada vez que me ve... Oh cierto, espera, no tienes esposa.

En efecto, Messer se había divorciado de su esposa hacía meses y el tipo era un completo desastre.

—Muchachos, ya basta. El señor Berenson está a punto de llegar y ustedes se están comportando como niños de escuela —como siempre, su padre tenía que intervenir.

Bufo, molesto, y se acomodó junto a Liam quien le palmeo la espalda.

—¿Todo bien?

—De maravilla —mascullo, sarcástico.

En ese instante la puerta se abrió y la secretaria de su padre, Silvia, anuncio que la junta directiva de TechnoMach había llegado.

Los 5 hombres se abrieron paso dentro de la sala de reuniones.

El señor Berenson les sonrió, pragmático, y tomo asiento frente a ellos.

Ciertamente no le prestó atención ni a la mitad de las cosas que dijeron aquel hombre y su padre.

Su mente estaba en otro lado, demasiado lejos de aquella sala de juntas.

Claudia hizo acto de presencia casi en la mitad de la reunión, dejándole su café y disculpándose por la demora.

The Corner Of Your LifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora