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Volvió a leer una vez más el expediente que tenía en frente, no encontraba absolutamente nada. 

No había nada que le indicara alguna irregularidad en el tratamiento de la pequeña Julie Pembrook. 

Sin embargo, sabía que algo faltaba. 

Suspirando dejo los papeles sobre su escritorio, observo la hora, apenas eran las 17.00 p.m.

Salió de su oficina, encaminándose hacia la oficina de Liam. 

Abrió la puerta sin siquiera tocar, dejándose caer en el sofá que el castaño tenía frente a su escritorio. 

—Hey ¿Todo bien? 

—Quisiera decir que sí, pero no. Todo está mal. No he sabido nada de Harry en días, aun no logro hallar que es lo que pasa con el caso Pembrook, siento que me estoy perdiendo algo, pero no sé qué es. 

 —¿Seguro que has leído todo el expediente? 

—Sí Payno ¿Por quién me tomas? Lo he leído al derecho y al revés. Lo he leído tantas veces que ya lo he memorizado Liam. 

—Bueno, bueno, lo siento. No quise sugerir que no lo leíste, simplemente que tal vez pasaste algo por alto mientras leías todo ¿Sabes qué? Tómate un tiempo libre, vayamos a beber un café aquí en frente y luego continúa leyendo el caso ¿Te parece? 

—Me parece una idea increíble. Mi cuerpo necesita cafeína. 

Salieron de la oficina directo a su cafetería habitual. 

Ordenaron dos cafés y se dirigieron al parque de la otra calle, sentándose en una banca cercana al lago.  

—Ahora sí ¿Qué pasa con Harry? 

—Nada. Eso es lo que pasa. No pasa nada. No sé nada de él desde aquella noche y tengo la imperiosa necesidad de ir a buscarlo, pero sé que él no querría eso. 

Bebió un trago de su café, sintiendo como el delicioso, caliente y amargo brebaje se deslizaba por su garganta, renovándole sus energías.

—Okey, Zayn me hizo prometerle que no te diría nada, pero soy muy malo guardando secretos y, además, considero que tienes que saber esto. 

—¿Qué cosa? Habla Liam. 

—Zayn hablo con Harry y él te quiere, creeme cuando te lo digo, Harry te quiere, pero no se siente suficiente para ti. 

Enarco una ceja, eso era una completa estupidez. 

—¿Qué? 

—Tú sabes, su pasado y eso. 

—Pero ¿Por qué cree eso? Dios, a mí no me importa si se prostituyo en Chalk Farm o en la maldita zona roja del maldito Ámsterdam. A mí me gusta porque es increíble. Es inteligente, amable, cariñoso, generoso, siempre está pensando en los demás, dios, incluso me defendió de mi padre, le hizo frente al viejo ¿Puedes creerlo? Alex jamás le había llevado la contraria a mi padre. Además, tiene una hermosa sonrisa y unos ojos verdes que se asemejan a las esmeraldas. Dios Liam, él es más que suficiente, él es todo lo que necesito. 

—Lo sé, caíste muy duro por él, pero también debes darle su tiempo y su espacio para sanar. Harry está muy herido Lou. 

—Lo sé, se que está herido Liam, pero realmente quisiera estar con él y ayudarlo a sanar. 

—Pues entonces hazlo, pero dándole su espacio y su tiempo. No es algo fácil. 

—Sí, lo hare, le daré tiempo para sanar sus heridas, pero también deseo acompañarlo. 

The Corner Of Your LifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora