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Liam se quedó parado en la acera, observando como su mejor amigo desaparecía entre la gente, acompañado de una persona que jamás había visto.

Confundido, volvió a entrar al bar, terminó su cerveza y regresó al trabajo.

Intentó continuar con los balances de aquel día, pero su mente todavía se encontraba pensando en su mejor amigo y aquel chico con el que se había ido sin siquiera despedirse o explicarse.

Suspiro, dejando todos los papeles sobre su escritorio y tomo sus cosas, dispuesto a volver a casa.

Estaba cansado y no había sacado ni una sola cuenta, no tenía caso quedarse cuando era evidente que no iba a trabajar.

Salió de la oficina más temprano de lo normal y condujo a casa con un cigarro bailando entre sus labios y Maroon 5 saliendo de los parlantes.

Tenía que hablar con Zayn, su novio había comenzado a actuar raro y por algún motivo le había prohibido destapar un lienzo que tenía apoyado en una de las paredes de su estudio en casa.

Llegó a su casa 20 minutos más tarde, entró, siendo recibido por el silencio.

—¡Zee estoy en casa! —se anunció, deshaciéndose de su chaqueta y su corbata.

El moreno se asomó por la puerta de su estudio de arte, llevaba puestos unos desgastados joggers y una camiseta que era casi transparente por el excesivo uso que tenía, sin contar las manchas de pintura que adornaban el frente de la camiseta.

Le dedicó una amplia sonrisa, quitándose los auriculares y dejando el pincel que tenía en la mano, apoyado sobre la mesa auxiliar junto a la puerta.

—Llegaste temprano —se acercó y picoteo sus labios con suavidad.

—Sí, no pude trabajar y no tenía caso que me quedara en la oficina. Tengo que hablar contigo.

Zayn enarco una ceja, confundido —¿Qué pasa? ¿Algo anda mal?

—Es sobre Louis. Te dije que estaba actuando raro y hoy lo vi irse con un chico.

El pelinegro enarco una ceja —¿Y eso qué tiene de raro?

—Que Louis siempre me cuenta todo Zee. Y si tuviera un novio, probablemente me lo hubiera dicho. Recibió un llamado y se fue corriendo, me asomé y lo vi irse con ese chico de rizos.

Zayn se lo quedó mirando, estático.

—¿Acabas de decir chico de rizos?

—Sí ¿Por qué? ¿Tú sabes algo? —inquirió, curioso.

—Puede ser, no lo sé ¿Cómo era el chico?

—No lo sé, estaba de espaldas, pero era alto, más que Louis, tenía el cabello rizado y usaba unos skinny jeans tan apretados que bien podrían ser su segunda piel.

Zayn abrió los ojos de par en par, como si aquella información lo hubiera llevado directo a una gran revelación, frunció el ceño mirando a su novio inquisitivamente.

—Sabes algo ¿Qué es? —no era pregunta. Era afirmación.

Zayn suspiro, indeciso —Bien, te mostrare algo, pero no vas a decirle nada a nadie, en especial a Louis, porque si no lavaras los platos un mes entero ¿Okey?

Asintió, dejando que su novio lo llevara hasta su estudio de arte, y se pararon frente al lienzo cubierto que tenía expresamente prohibido destapar. 

Zayn se acercó y lo destapo.

Se quedó mudo, impresionado por lo que sus ojos veían —Es...

—Sí. Es. Lo dibujó uno de mis alumnos en la universidad. Su nombre es Harry, es alto y tiene el cabello rizado.

The Corner Of Your LifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora