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Hermanos

Lo siento por la multimedia pero siento que le pega a Hinata con respecto a sus sentimientos por su progenitor ✊😔, al menos la primera parte... se las dejo en español para que le entiendan jajsja

Hubo un lapso de tiempo silencioso, Shoyo intentaba no desbordar en lagrimas y el mayor solo lo miraba sin saber que hacer.

-Natsu -Después de un rato Shoyo atino a decir el nombre de su hermana.

-¿Eh?

-¡¿Dónde esta Natsu?!, aquel día te la llévate, dime donde esta, o que ¿También la mataste? -Dijo con cierto aire de molestia.

-Ella sigue con vida...

-Dime dónde esta y dame la llave o lo que sea que necesite -Shoyo era más frío de lo que jamás fue, de verdad detestaba al hombre frente a él.

-Shoyo, por favor déjame hablar contigo...

-¡Ya te dije que no!, ninguna excusa que des justifica lo que hiciste.

-Seguro tú también hiciste alguna maldad...

-¡¿Y eso qué?!, yo no voy a excusarme por lo que haya hecho, ahora cállate y haz lo que te dije.

-... Esta bien... -El mayor saco unas llaves del bolsillo de su pantalón y le dijo donde se encontraba Natsu.

-Bien -Hinata disparo en el pecho de aquél hombre quien cayo al piso inmediatamente -¿Creíste que te dejaría vivo?, yo solo vine aquí por 2 cosas, salvar a Natsu y vengar a mi madre, lo segundo implica matarte, nos vemos en el infierno -Dijo para después acercarse y con sus dedos tomar la sangre que salía de la herida.

-Lo siento... -Susurro aquel hombre con su último suspiro.

Hinata ni se inmuto, en la pared más cercana hizo su marca, acerco el cuerpo inerte de quien fue su padre a ella y dejo la nota en una de sus manos para después irse sin ningún tipo de remordimiento.

...

El pelinaranja se encontraba caminando sigilosamente por los jardines del lugar, según Kenma le dijo había una pequeña casita fuera del área principal, no contaba con ninguna cámara dentro por lo que suponían su hermana podía estar ahí pero ahora estaba claro de que realmente se encontraba ahí pues el hombre que tenía vida hacia apenas unos minutos se lo confirmó.

Ante sus ojos la casa quedaba a escasos metros, no podía esperar más para volver a ver a su hermana. Caminó el resto del trayecto que le quedaba, tomo la llave y la adentro en la cerradura para por fin abrir la puerta.

En la imaginación de Hinata Natsu lo vería y estaría confundida, la última vez que lo vio era muy pequeña, quizá ya lo había olvidado. Pero fue diferente. Hinata abrió la puerta y una almohada fue estampada contra su cara sin piedad alguna. 

-¡No te acerques! -Se escucho la voz de una chica.

Hinata quito la almohada de su cara dejando sus ojos descubiertos para ver a la chica y su rostro para que la chica lo viera.

-¿S-Shoyo?... -Dijo la persona frente a él con un aire de sorpresa y tristeza.

-¿M-Me recuerdas? -Preguntó sorprendido la mandarina mayor.

-¿Cómo olvidaría a mi hermano?, no sabes cuanto te extrañe -Dijo Natsu mientras se acercaba a abrazar a su hermano -Padre nunca me dejo verte, dijo que estabas muerto igual que mamá pero yo sabía que eras fuerte... -La menor comenzó a llorar -Cada segundo de cada día rogaba que estuvieras vivo y poder verte de nuevo -Dijo mirando a su hermano.

-Yo también rogaba que estuvieras bien, vine aquí por ti, nos iremos lejos de este lugar y comenzaremos una nueva vida.

-¿Qué pasará con padre?

-Ya me encargue de él, no nos volverá a molestar...

-¿De qué estas hablando? -Natsu soltó a su hermano.

-Supongo que eres lo suficientemente mayor y lista para saber y entender la verdad.

Shoyo comenzó a contar la verdadera historia que su padre le oculto a su hermana, Natsu escuchaba atenta y aterrorizada, escuchaba como aquel hombre que llamaba padre resultaba ser tan horrible persona.

-Pero tu también has echo cosas malas, ¿No es así? -Preguntó un poco triste.

-Si... comprendo si no me quieres cerca, al menos pude verte de nuevo una última vez -Las lagrimas de Hinata comenzaron a caer, Natsu con sus manos las limpió.

-No se que habría hecho yo en esa situación, supongo que lo mismo, aun con todo lo que hiciste para mí sigues siendo mi hermano, mi ídolo... -Natsu también lloraba.

Los dos hermanos se abrazaron más fuerte que nunca, querían transmitirse todos sus sentimientos, querían dejar en claro cuanto se extrañaron, cuanto se querían incluso después de tantos años. Hinata no comprendía como era posible, pero Natsu siempre fue diferente.

-¿Cómo es que me sigues recordando?

-Padre siempre mantuvo las memorias de nuestra familia presentes además de que mantenía una foto de nosotros juntos, parece que en el fondo se arrepentía pero nada cambia lo que hizo, dejo morir a su familia con tal de salvarse él...

-Bueno, al menos hizo algo bien el viejo...

-Creo que se arrepentía de hacerle mal a quienes más lo querían así que intento arreglarlo pero ya era demasiado tarde. Al menos no permitió que me olvidara de ti y de mamá, me contaba lo cercanos y felices éramos.

-Volveremos a ser cercanos y felices, te lo prometo.

-Si, iniciemos una nueva vida, pero por favor deja de lado este pasado, deja de hacer aquellas cosas que haces y gánate las cosas de manera honrada.

-No te preocupes, eso ya lo tenía en claro, esto era lo último que me faltaba para dejar de lado todo este pasado, para caminar por un nuevo futuro, así que ¿Qué te parece si a partir de ahora vuelves a formar parte de mi vida?

-Será un gusto hermano.

Ambos pelinaranjas comenzaron a reír con pequeñas lagrimas que resbalaban por sus mejillas, Hinata sentía que por fin podía descansar en paz, pero no era así, Kageyama sin querer llego tan profundo en su corazón que cuando por fin creía poder estar pleno consigo mismo los recuerdos del azabache llegaban a su mente haciendo que su corazón se estrujara.

Deseaba jamás haberse enamorado de alguien que estaba tan completamente fuera de sus posibilidades, que estaba en contra de él aunque el azabache no lo supiera.

Los hermanos caminaron hasta una salida segura para no ser vistos, ahí a escasos metros se encontraron a Daichi, Sugawara, Tanaka y Nishinoya.

-Hermano ¿Quiénes son ellos?

-Mi familia y ahora si quieres tu nueva familia.

-¿Necesitas ayuda cariño? -Sugawara se acercó a Natsu para colocarle su suéter.

-Gracias.

-Él es Suga y es como nuestra madre.

-No hace falta que me digas así pero si necesitas algo cuenta conmigo.

-Gracias mamá Suga, si mi hermano es capaz de tomarte como una madre entonces realmente mereces ese título -Dijo la menor con una sonrisa a lo que Sugawara respondió con una sonrisa.

-Daichi, necesito que se lleven a Natsu.

-¿Y tú te quedarás? -Preguntó Natsu preocupada.

-Tengo algo más que hacer, pero no te preocupes, Suga, Nishinoya y Tanka se quedarán conmigo, te veré en un rato.

-De acuerdo.

La chica desapareció junto con Dachi, Sugawara se acerco y abrazó al pelinaranja para darle ánimos pues lo que seguía podría afectarle mucho a su pequeño corazón.