Capítulo Ocho: Trabajando para Lorcan

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—Como verán —prosiguió Ronnie evaluando los movimientos de cada uno, sin apartarle la mirada a aquél que jamás se imaginó que sería quién los traicionara—, el Efecto Casimir tiene relación con que ustedes estén hoy aquí.

—Espera... —exigió Reggie y se levantó caminando de un lado a otro como si intentara entender algo inconmensurable, luego se detuvo y miró a Arthur—. ¿Quieres decir que ya nos habíamos conocido antes?

Ronnie asintió ligeramente y Reggie hizo una mueca de asombro.

— ¿Quieres decir que todo esto ya había pasado? —señaló con el dedo índice todo el lugar y a ellos.

Ronnie asintió una vez más.

— ¿Una especie de bu—?

—No. —Kes cortó—, no estamos en un bucle. Todo sucedió de una manera diferente, eso es lo que estamos cambiando —se señaló a sí mismo y a Ronnie.

Reggie frunció el ceño.

—Sé qué es el Efecto Casimir —admitió Reggie al fin—, es una fuerza que surge del vacío.

— ¿Qué tenemos que ver nosotros con eso? —preguntó Spencer.

Una vez más, Razvan guardaba silencio y Kes parecía comprender a dónde quería llegar Ronnie. Las cosas habían dado un drástico giro, Ronnie no debía ser brusco en la simpleza de las palabras. No debía ser directo con los chicos. Debía seguir en el anonimato y ceñirse de las palabras del Razvan que no estaba presente. Pero Ronnie se estaba saliendo de las líneas, y eso estaba bien, Kes sabía que eso estaba bien.

—Respondiendo a tu pregunta, Spencer —siguió, el calor empezaba a perlarle la frente y las axilas, y deseaba no equivocarse.

Arthur se sentó nuevamente en la butaca y entorno la mirada.

—No diré qué es el Efecto. Lo que deben de saber es que con ello pueden revertir el tiempo o adelantarlo así —chasqueó sus dedos.

—Viajar en el tiempo, ¿no? —Spencer preguntó, interesado.

—Mejor.

Tal vez ninguno se dio cuenta pero a Reggie le iluminaron los ojos. Ronnie se dijo que sería fácil de convencerlos, el afán del dominio del tiempo no tiene edades, religión, culturas o región étnica.

—Aquella persona que cree el Efecto, tendrá el dominio y control permanente del tiempo —relajó sus hombros—, si así lo desea. También puede evitar el tiempo de la muerte, o lo que quisiera.

Spencer se lamió los labios.

Ronnie miró a Razvan y éste estaba entumecido sobre su silla, deseó saber qué estaba pensando.

—Sigo sin entender por qué nosotros —Reggie señaló.

—Porque ustedes formaron parte de esto una vez. Porque debemos buscar los cuatro cilindros que crean el Efecto y trabajar para Lorcan.

Reggie y Spencer se miraron a la cara, preguntándose quién era Lorcan. Y Kes miró a Razvan, estaba exhalando el humo con la cabeza ligeramente inclinada hacia atrás, notó que la comisura de sus labios se curveaba.

— ¿Quién es Lorcan y qué hay que hacer para lograr el Efecto? —Spencer preguntó, se le veía interesado.

Reggie, a cambio, se le veía nervioso. El rostro inexpresivo de Razvan y la sonrisa de Kes le dejaban claro algo: Mencionar el Efecto había dejado sobre ellos el efecto que quería.

—Lorcan es el protector del tiempo de la dimensión Uno —respondió Kes saliendo de la barra, caminó hasta quedar frente a ellos y se cruzó de brazos abriendo los pies a la altura de sus hombros—, es un hijo de puta, pero es el único que ha logrado el Efecto. Si no queremos morir a manos de él para cuando lo vuelva a hacer, es mejor ayudarlo ¿No creen?

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