Kiara James se define a sí misma como una persona feliz. A pesar de todo, continúa sonriendo a la vida luego de la muerte de su padre. Para nadie es un secreto que le tocó seguir adelante junto a su madre y hermano. Lo logro, encontró al amor de su...
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Kiara James
Había mucho, demasiado, ajetreo en el comedor.
Aun no sabía el motivo por el cual me encontraba tan sorprendida, después de todo, los juego más importantes de instituto habían iniciado y eso dejaría a su paso una enorme masa de estudiantes gritones, hormonales e incapaces de contener su inminente euforia.
En mi caso, todo se resumía a lo último más que nada. Pero, de alguna u otra manera descubrí la fórmula para mantener mis emociones mínimamente controladas. Sin embargo, eso no significaba que todos los demás pudiesen hacerlo igual, en un momento determinado pasó por mi cabeza la idea de que, de pronto, un dolor instantáneo de cabeza me envolvería o que por lo menos mis tímpanos explotarían ante tanta algarabía.
Aunque para ser del todo honesta, tampoco podría quejarme. Sería la primera vez en décadas, sí décadas, que nuestro equipo de Voleibol llegaría lo suficientemente lejos como para alcanzar un merecido puesto en las semifinales, no emocionarse por ello siendo estudiante del Élite sería sacrilegio.
El equipo había quedado en el olvido y no lo tomaban en cuenta desde que su enfoque se dirigió solo hacia el Básquet y el Fútbol. No obstante, todo se había reducido a murmullos acerca de lo bien que jugábamos y el hecho de que a lo mejor no éramos necesariamente el vestigio de lo que una vez fue el mejor equipo escolar.
—He escuchado a las de primer año hablar de tu hermano—dijo Melisa cuando terminó de dar un largo sorbo a su refresco—, están como locas por él. Y si yo fuera de su edad, no lo pelo terciopelo.
Hice una mueca de desagrado.
—Antes, los murmullos de Kyle eran pocos, casi nulos, cuando estaba en su primer año decían que era tierno y ahora lo encuentran atractivo—me crucé de brazos durante unos segundos—, además de que desde que pertenece al equipo, su nombre resuena con mayor fuerza.
Supongo que los celos de hermana se habían infiltrado en mi tono, no quería sonar despectiva, pero de alguna forma lo hice y el haber terminado el almuerzo y haber empujado la bandeja como si me desagradara tampoco ayudó demasiado.
—Es la verdad, antes él era tierno, ahora es atractivo—subió y bajó sus cejas de forma sugerente—, no quiero imaginar cuando llegue a la pubertad—le dio el último bocado a su comida—. Será un rompe corazones.
—Aunque no lo creas, Kyle no era así. Es muy tímido cuando no conoce a las personas.
—Por eso las de primer año hablan tanto de él, solo por ser tímido. Les parece tierno y lindo a la vez—ella me dio una mirada pícara y siguió hablando—: ¿Sabes?, Damián también se ha vuelto el centro de los cotilleos en el instituto. La mayoría de las chicas mueren por él.
