Capítulo 1

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"Decepción"

Kiara James

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Kiara James

Llego a casa y sin poder evitarlo tiro la puerta principal produciendo un fuerte estruendo en el centro del salón.

La rabia del momento no me permite tranquilizarme ni un poco y mis entumecidas piernas me conducen directo hacia la habitación en donde me dejo caer encima de la cama. Sé que no es lo mejor, pero quisiera hundirme en llanto durante un buen rato.
En mi mente se reproducen un montón de imágenes que me conducen desde la ira, hasta el dolor, a la decepción y finalmente la tristeza.

¡Dios! ¡Él sabía lo que me había ocurrido hacía muchos años! Sabía que me lastimaba tan solo recordarlo y ahora lo veo con Mónica en la misma situación. Esa mujer que le había comentado que me daba mala espina.
Dijo que no le diera importancia ya que es su socia, dijo que no sucedería nada con ella, dijo que eran profesionales y después de que me prometió que sería incapaz de hacerme daño lo veo hacer todo lo contrario.

Y me duele.

Me lastima solo pensar y recordar esa imagen que poco a poco se vuelve mi tormento, una pesadilla de la cual sé que será difícil despertar. Vagamente tengo la hipótesis de que esto es producto de mi imaginación, pero, ¡por Dios! Eso ni siquiera puede ser posible. Siempre he sido una persona que se asegura de las cosas sean ciertas, la realidad es que siento que estoy casada con un hipócrita que le hace justicia a cada letra la palabra.

Después de todo lo que tuvimos que pasar para estar juntos. Después de todo aquellos momentos difíciles que superamos, de todas aquellas personas que querían separarnos...

No puedo. No quiero. No me gusta pensar de esa forma.

Mis mejillas se humedecen de un momento a otro, mi rostro se siente caliente y siento mi respiración volverse errática.

Piensa, Kiara. No pierdas la cabeza.

Escapar.

Huir de todo esto.

Dejar atrás todo lo que hemos vivido.

No es una tarea sencilla...sin embargo, no veo otra salida. La nebulosa de desesperación que me envuelve es tan densa que solo puedo pensar en estar sola. En no verlo, en...irme para siempre de su vida.

Con todo el valor que tengo busco en el closet una de las maletas más grandes que compramos para mudarnos aquí. Lanzo casi toda mi ropa dejando algunas prendas que sé que no son del todo necesarias. No tengo ni idea de a dónde iré, no sé si quiera si estoy haciendo lo correcto. La voz de mi cabeza está chillándome que me detenga, que medite bien las cosas, pero el dolor calla todos sus quejidos recordándome una y otra vez que esto es por mí, que necesito estar sola y que si me quedo no podré pensar con nitidez.

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