Capítulo 19

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"Aeropuerto"

Damián Kellermman

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Damián Kellermman


A pesar de lo sucedido, me sentía bien, tenía la sensación de que la carga que lleva había desaparecido una vez le conté la verdad a Kiara. Sí no podía negar que aún me inquietaba la idea de que algo podría pasar, pero al menos sé que ya estábamos lo suficiente prevenidos -o eso me obligaba a creer- para cualquier situación que se presente.

Esa noche que salí de casa de Kiara después de haberla besado, de probar su labios después de tanto tiempo, mi cuerpo sintió una especie de recarga, era difícil de explicar lo que había sentido en ese momento. Internamente agradecía que no se haya separado de mi, y celebraba en silencio el hecho de que lo disfruto, porque la conozco tanto que puedo decir que deseaba también ese beso tanto como yo.

Debo admitir que estuve el fin de semana en París, me aloje en un hotel, donde la única persona que fue a visitarme fue Kyle, porque tenía algo que decirle que no le pude contar a Kiara, esto era algo que no podía decirle porque no estaba seguro y una vez mi cuñado lo supiera se encargaría de contárselo.

-Si como te dije, tal parece que los lentes que usa Kiara para leer y algunos de sus pendientes, tenían pequeños micrófonos escondidos -tomo de la taza de café que tengo entre mis dedos-. Por eso sí le decía algo a ella, Mónica se daría cuenta. Y a pesar de lo mal que lo paso por qué no dije nada, no me arrepiento porque si se lo hubiera contado quien sabe que podría haber pasado.

-Damián esto es muy serio, esa mujer está loca, ¿cómo carajos puso micrófonos? -los escucho soltar un bufido-. ¿Y si escucho algo mientras le contabas todo ayer?

-No creo -murmure dejando la taza en la mesa para posar la mira en Kyle-. Antes de hablar con tu hermana me fijé que no tuviera ni los lentes ni aretes. Además al Kiara salir de España los micrófonos dejan de servir por la distancia que hay.

»Pero de igual manera me asegure que no tuviera nada de eso puesto antes de hablar con ella, porque no podemos confiarnos. Tu te encargaras de decirle, yo lo iba hacer, pero no quería que se altera más de la cuenta y que eso afectará el embarazo, supongo que ya hoy habrá asimilado todo, y este un poco más calmada.

Noto como mi cuñado se pone de pies y empieza a caminar por la habitación pasando su mano por el cabello desordenándolo en el acto.

-Bien, tienes razón, tu tranquilo yo me encargo de eso, los destruiré si es necesario -suspira poniendo sus manos en sus caderas-. Pero la gran pregunta es ¿qué pendiente tendrá un micrófono? Porque no puedo llegar y romper todos.

-Lo sé, lo sé, pero saca a Kiara de casa y procura que no tenga nada de eso puesto, le dices y luego vuelves y los rompes.

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