𝗣 𝗜 𝗥 𝗢 𝗣 𝗢 𝗦▕ Tᴏᴅᴏʙᴀᴋᴜ

69

–Por favor.

–No.

–Por favor.

–No.

–Por favor.

–¡Dices eso una vez más, y te largas!–. Gritó azotando la mesa.

El rubio se quedó en silencio unos momentos. Katsuki creyendo que por fin estaría callado, volvió a sentarse para regresar su vista al celular.

–¿Por favor?–. Sonrió.

–¡Ya!–. Se levanto tomando del brazo a Denki, quien estaba lloriqueando diciendo que dolía.

Katsuki ignorando ello, lo fue arrastrando a dónde estaban los demás, o suponiendo donde estaban.

Una vez encontrados, lo dejo caer en el regazo de Eijiro, quien los miro confundido.

–Hey, bro, ¿Qué pasó?–. Preguntó ayudando a Denki a levantarse.

–Lo vuelvo a ver conmigo, y terminara igual de abandonado que el perro Hachiko–. Gruño llendose de ahí.

Los demás chicos dirigieron su vista al rubio, viéndolo confundido.

–¿Pues que le hiciste?.

.

.

.

–Chicos, ¿Han visto a mi pequeño cachorro?–. Preguntó el bicolor.

–Esta estudiando en su habitación–. Contestó el azabache llevando una fritura a su boca.

Shoto asintió, agradeciendo y despidiéndose de ellos.

Llendo en busca del dueño de su corazón, inconscientemente dando pequeños saltillos.

–¡Katsuki!–. Sonrió abriendo la puerta.

Katsuki suspiro, dejando el libro a su lado en la mesita para voltear a verlo.

–¿Que?–. Se cruzó de brazos.

Había algo diferente, y Shoto lo había notado.

Se fue acercando hasta quedar a su lado, dejándose caer encima suyo –mas no bruscamente– escondiendo su rostro en su pecho, mientras pasaba sus brazos alrededor de su cintura.

–¿Estás molesto?–. Susurró.

–...–. suspiro–. No...

–¿Te sientes mal?–. Alzó la vista, viendo su rostro.

–Estoy bien–. Contestó llevando una de sus manos para acariciar sus cabellos bicolor.

–¿Dormiste bien?.

–Bueno...aún sí fuiste como animal en celo la noche pasada...si, dormí bien.

–¿Tienes hambre?–. Preguntó alejándose para sentarse frente suyo.

–No–. Negó.

Shoto asintió, llevo su mano cerca del brazo de Katsuki, jalando de este, para acercarlo a si mismo, dejándose caer y quedar abrazados.

–Te ves decaído...¿Seguro estás bien?–. Preguntó de nuevo besando sus cabellos.

Katsuki bufó molesto por su insistencia, estirando su brazo para tomar la cobija y taparlos a ambos, subiendo a su pecho, quedando recostado en este viendolo a los ojos.

–¿Que debo hacer para que dejes de insistir?–. Alzó una ceja.

–¿Darme un beso?–. Sonrió.

Katsuki soltó una pequeña risa, tomando el rostro del bicolor entre sus manos, acercándose para dejar un pequeño beso en sus labios.

–¿Uno más?–. Preguntó de manera suave, llevando sus manos bajo el suéter del rubio, mientras la otra la dirigía a su trasero.

Katsuki sonrió, besando sus labios de nuevo, mordiendo el inferior de manera juguetona.

–Eres como el café. Bueno, fuerte y caliente–. Sonrió dando una nalgada.

–Duele, Imbécil–. Gruño golpeando su pecho.

–Si, solo es bueno contigo. A nosotros nos dejó colgados en el tendedero solo porque también le dimos una nalgada, ¡Accidentalmente!... bueno, quizá no, ese trasero es... amigo, cuídalo–. Dijo la pelirosa.

–¿Que mier- ¡Largo!–. Gritó lanzando un cojín a la puerta, mientras los chicos la cerraban para que no les golpeara.

Shoto solo veía a Katsuki desde abajo, tomando su cintura para dar pequeñas caricias con su pulgar.

–¿De verdad lo hiciste?–. Preguntó sonriendo.

Katsuki volteo a verlo, desviando su mirada hacia otro lado que no sea Shoto.

–No...