𝗣 𝗜 𝗥 𝗢 𝗣 𝗢 𝗦▕ Tᴏᴅᴏʙᴀᴋᴜ

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–Y fue tan fácil, quererte tanto. Algo que no imaginaba. Fue perderme en tu amor. Simplemente pasó y todo tuyo ya soy. ¡Antes que pase más, tiempo contigo amor!. ¡Tengo que decir, que eres el amor de mi vida!–. Cantaba el grupo a todo lo que podían–. ¡Vamos viejo, canta para tu amor!.

Katsuki estaba tentado a golpear a todos y ponerles un estate quieto. Pero claro, con Shoto sosteniendolo de la cintura... era complicado.

Además, si Shoto seguía así, besando su cuello, estaba seguro de que terminarían teniendo sexo en ese lugar. Y no, el no sería un maldito exhibicionista... Bueno, solo con Shoto.

–Basta–. Dijo poniendo una mano sobre la suya, entrelazando sus dedos.

–Lo siento, pero, ¿Quien carajo te manda a ser tan malditamente sexy?–. Gruño rozando el trasero del rubio.

–Shoto...–. frunció el ceño mordiendo su labio inferior.

El bicolor apego más sus cuerpos, recostando su barbilla en el hombro del rubio.

–Katsuki...hay algo que he querido decirte desde hace algún tiempo.

–¿Que?–. Susurró recostando su cabeza en el hombro del mayor.

–¿Cómo no creer en los ángeles después de verte pasar? ¿Cómo no creer en los milagros después de verte sonreír?–. Dijo abrazándolo aún más.

Katsuki movió un poco su cuerpo, sintiendo algo duro chocar con su trasero.

Sorprendido volteo a ver a Shoto.

–¿En serio?.

El bicolor sonrió.

–Vamos a la habitación–. Susurró.

Katsuki volteo a ver a los chicos de nuevo, los cuales seguían haciendo su alborotó.

No sé darán cuenta si ambos se van...¿Cierto?.

Dejo el vaso sobre la mesa, tomando la mano de Shoto e ir hacia el pasillo.

[ . . . ]

–¡¿Dónde está mamá Katsuki?!–. Gritaron los chicos.