𝗣 𝗜 𝗥 𝗢 𝗣 𝗢 𝗦▕ Tᴏᴅᴏʙᴀᴋᴜ

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Shoto estaba en busca de su rubio.

Brincando por ahí, por allá, maracuyá.

Algunos reían por lo lindo que se veía, otros estaban molestos, aún diciendo que Katsuki no se merecía a un ser puro como Shoto. Denki estaba por reventarles la cara si decían un comentario más.

Y lo hizo, una vez a tres chicos. De tercer año.

Al squad aún les resulta algo increíble de creer, que su pequeño Denki haya hecho aquello, es como...wow.

Pero claro, al ellos intentar intervenir y que no hubiera más problema, solo terminaron dentro de el.

Ahora mismo estaban a cargo de la jardinera, por lo menos durante un mes. Por otro lado, los otros chicos estaban a cargo de la limpieza general, igual que ellos, un mes.

Katsuki al no estar con ellos en ese momento, se libró del castigo. Llendo a visitar a sus amigos de vez en cuando.

Ahora mismo era de esos momentos.

Hincado al lado de Mina, sembrando algunas pequeñas semillas de girasol y demás.

–¡Te encontré!–. Dijo Shoto abrazándolo por detrás, cayendo juntos al suelo.

–¡Uhg!, Muy dulces–. Dijo Eijiro bromeando.

Shoto solo rió, mientras Katsuki solo levantó el dedo medio.

–Esta bien–. Dijo levantando sus manos.

–Katsuki–. Llamo el bicolor.

El rubio volteo a verlo.

–No soy jardinero, pero si te planto unos besos–. Sonrió tomando sus labios.

–¡Epa!. ¿Quién dice que no puedes ser?.

–¡Oraa!. Nosotros tampoco y mira.

–Dale una pala–. Dijo la pelirosa.