𝗣 𝗜 𝗥 𝗢 𝗣 𝗢 𝗦▕ Tᴏᴅᴏʙᴀᴋᴜ

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–Katsuki–. Llamo el bicolor. El mencionado volteo a verlo–. Ven aquí.

Katsuki dejo el cuchillo en la tabla con el tomate picado ya, caminando a dónde estaba Shoto.

–¿Que?–. Preguntó colocando sus manos en su cadera.

–Es verdad, tienes razón–. Dijo la pelirosa llevando una mano a su barbilla.

–¿Crees que mentiría con algo así?–. El bicolor se cruzó de brazos.

¿De que hablan?.

Katsuki solo los veía confundido.

Cómo ninguno le decía nada suspiro para regresar a terminar de picar el tomate.

–Espera espera–. Dijo Shoto jalando de su brazo.

–No seas duro–. Dijo la pelirosa antes de irse.

Shoto tomo de las mejillas al rubio, jugando con ellas.

Al principio Katsuki solo lo dejo, pero, ya hasta cierto punto era molesto, incluso doloroso.

Molesto golpeó el brazo de Shoto, para que lo soltase.

–Creo que ni los tacos pueden estar tan sabrosos como tú puedes estarlo–. Dijo sonriendo, para después abrazarlo como si de un peluche se tratara.

–¡Suéltame!–. Colocó sus manos en su pecho, empujando para que lo dejara libre.

Pero, obviamente no pudo.

Resignado se dejó abrazar, para después recibir besos.

–¡Oh wow!. Espera, debemos terminar la cena, lo necesitamos vivo–. Bromeó la azabache.

–Nos vemos más tarde–. Susurró en su oído para después dejarlo con Momo.

–Será mejor que Izuku no te vea. Intentará llevarte al hospital...de nuevo–. La azabache sonrió nerviosa.