𝗣 𝗜 𝗥 𝗢 𝗣 𝗢 𝗦▕ Tᴏᴅᴏʙᴀᴋᴜ

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–¡Que no!.

–Pero Kat-

–¿Que vas a hacer si te lastimas de nuevo?. ¡Entiende Mina, no vas a ir!.

Los chicos en la sala se quedaron en completo silenció. De verdad que cuando Katsuki se lo proponía... En verdad parecía un padre estricto, o para molestarlo, una madre.

Ashido solo se le quedó mirando, bajo la mirada asintiendo, mordió su labio inferior y se levantó del sillón.

Sin voltear a ver a nadie se fue directo a su habitación.

–¿Bro...no crees que fuiste muy duro?–. Dijo Eijiro con una mirada triste.

–¿Que querías que hiciera?. Con simios como ustedes, lo más seguro es que vuelva a lastimarse.

–Kats, si el dinero de las facturas es lo que te preocupa por lo de-

–No es el dinero. Además, el dinero no siempre es la solución, ¿Sabías eso, no?–. Volteo a verlo–. Cierto, olvidaba que naciste en cuna de oro.

Shoto solo le miraba sin decir nada.

–Claro–. Bufó levantándose para ir tras de Mina, dejando a los chicos en completo silenció.

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Katsuki miro a Shoto viendo las estrellas recargado en el barandal.

Jugando con el borde de su abrigo se acercó a pasos lentos, hasta llegar detrás suyo y pasar sus brazos alrededor de su torso.

–Yo no q-

–Lo se. No necesitas disculparte–. Interrumpió.

Katsuki asintió apoyando su mejilla con la espalda del mayor.

–Me gustaría ser tu almohada para que me abraces así todas las mañanas.

–¿Que no lo haces ya?.

Ambos se asustaron. Voltearon hacia su derecha, viendo a Hitoshi tomando de un vaso se agua.

–¿Tu qué haces aquí?.

–Vine a ver a Izuku–. Contestó de lo mas normal.