𝗣 𝗜 𝗥 𝗢 𝗣 𝗢 𝗦▕ Tᴏᴅᴏʙᴀᴋᴜ

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–¡Es mío!.

–¡No, mío!.

Era la pequeña discusión de dos pequeños niños a unos cuántos metros lejos de ellos.

Shoto los veía, mientras Katsuki solo hacia cuentas del dinero que llevó.

–Katsuki...–. llamo el bicolor.

–Ni se te ocurra preguntar lo mismo de nuevo, te he dicho por décima vez en cinco minutos que estoy bien, estoy perfecto–. Contestó.

–No era eso–. Negó–. Lo que quiero decir es... Si pudiéramos tener un hijo o hija nosotros dos, claro, como si fue-

–¿No estás muy joven para pensar en ello?–. Alzó una ceja confundido.

–Si, digo no...¿Eso importa?. Creo que sería algo increíble, siempre y cuando el pequeño sea de ambos–. Soltó una pequeña sonrisa.

Katsuki solo sonrió, mirando su alrededor, viendo que las personas no los vieran o demás.

Acercando su rostro con claras intenciones de besar los labios de Shoto.

–¡Ya mojaste al señor!.

–¿Yo?. ¡Fuiste tú quien la soltó!.

–¡¿Ahora que carajo hicieron!?–. Gritó una mujer acercandose a ambos niños.

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Shoto solo veía a Katsuki limpiar su rostro y cabellos, de la ropa...podría decirse que nada había por hacer...

Pero vamos, hablamos de los Todoroki. Esa familia parece que nada en un montón de dinero.

Así que había ido a comprar alguna ropa para que Katsuki pusiera colocarsela. Por supuesto, no necesito llevarlo consigo, ya que... Bueno, el conocía sus medidas a la perfección.

Ahora mismo estaba mirandolo por el espejo del baño.

Katsuki se había agachado un poco, exprimiendo la pequeña toalla que Shoto le había entregado antes de salir.

–A ti te daría todo lo que tengo; si no lo tengo, lo busco y si no existe, lo invento–. Susurró en su oído, acercando sus cuerpos de manera rápida, juntando su pecho con la espalda del menor.

En sus planes no estaba regresar tarde esa noche.

Pero tampoco es como si se estuviera quejando.

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–¿Y si le cuenta todo a Katsuki?.

–Vamos, no creo que sea tan malo. Es decir, si, está vez si metimos la pata, pero...Shoto no es tan malo, ¿No?.

–¿No?. Fue el, quien le dijo a Katsuki que fuiste su intercambio en navidad.

–También la vez que  nos acusó con los profesores cuando metimos conejos a las instalaciones.

–No olvidemos la vez que él le dijo al profesor que tuviera cuidado, ya que había una cubeta sobre la puerta.

Los chicos se quedaron viendo unos momentos en silencio.

Llegando a la conclusión de una sola frase.

–Vieja chismosa.

Dijeron al mismo tiempo.