Zombie Omega [YiZhan]

CAPÍTULO 3

Xiao Zhan no podía creer lo que había sucedido.

Ahora en su cuello portaba una hermosa marca de los dientes del alfa. Su alfa.

Después de dejarse embriagar por el exquisito aroma a chocolate que el menor desprendía, sus sentidos volvieron a la realidad.

Con el castaño aún dormido luego de una, pero larga, ronda de sexo desenfrenado a causa del ciclo de calor que el alfa estaba atravesando, Xiao Zhan tomó prestada la chaqueta de Wang Yibo para cubrir su desnudez y alejarse rápidamente.

Su precaria ropa había quedado hecha un conjunto de tiras de trapo y no llegaban a cubrir las partes privadas de su cuerpo, viéndose en la necesidad de "robar por un momento" una de las prendas del alfa.

Su parte omega le pedía a gritos quedarse junto a Wang Yibo pero el mayor recordó luego del acto sexual que ese no era el motivo por el cual se encontraba en el bosque.

Corrió y corrió con su corazón oprimido, apenado y dolido por alejarse de su alfa. Después de todo, había una marca reciente de por medio, tan fresca y radiante, como una fruta rojiza y madura, lista para ser recolectada del árbol que le dio la vida.

Antes de llegar al refugio donde se encontraba escondido Zhou Cheng, decidió tomar un baño en el pequeño lago donde siempre limpiaban sus cuerpos, prendas y demás. También, alrededor de este, podía conseguir diferentes hierbas medicinales, aunque últimamente eran escasas.

No quería llegar junto a su hermano omega oliendo a... su alfa.

Ahora, que mágicamente su sentido del olfato había regresado, el omega podía olfatear su entorno. El aire, las plantas, la chaqueta del alfa... Ahhh...

Xiao Zhan sacudió su cabeza, gruñó molesto al desprenderse con recelo de la prenda y arrojándole a un costado del lago para no mojarla, se sumergió dentro del agua templada.

Sonrió avergonzado al notar las marcas que Wang Yibo había dejado en sus brazos, pecho, muslos y caderas.

Aunque estaba completamente seguro de que debía tener más en otras partes —las cuales no llegaba a visualizar—, no le importó, porque la más importante estaba a un lado de su cuello.

Su parte animal, despertó actuando por puro instinto, dejándose dominar por el alfa en celo. Fue un omega sumiso y obediente ¿A caso eso estaba mal?

Mordió su labio inferior avergonzado, recordando las grandes manos del alfa recorriendo cada parte de su ser, sus labios rosados y regordetes lamiendo, mordiendo y succionando sus pezones, su lengua...

—¡Basta, Xiao Zhan! —se regañó a sí mismo, sacudiendo los recuerdos de haberse entregado a Wang Yibo. Su cuerpo estaba reaccionando nuevamente y eso no estaba bien.

Debía terminar de limpiarse e ir con su hermano omega ¿Qué aroma tendría Zhou Cheng ahora que podía olerlo?

Se había enlazado, su alfa tarde o temprano lo buscaría, ¿No? Ellos podrían repetir nuevamente lo que habían hecho y en un lugar más íntimo.

¡Joder! ¡Joder! ¡Joder!

Ni siquiera sabía el nombre del joven no infectado, de la persona que ahora compartía el mismo aroma, el ritmo de los latidos de su corazón y hasta de su respiración. Ambos se convirtieron en uno.

Finalmente salió del lago, dejando un camino de agua tras su paso, sacudió su cabello corto y se colocó la chaqueta del menor, no sin antes volver a aspirar el dulce aroma a chocolate impregnado en la prenda del alfa y acariciar la marca de su cuello.