Una extraña enfermedad divide a parte de la población de China en dos, pero, tras su celo, Wang Yibo descubre que todo pierde su veracidad porque hay alguien del otro lado de la cerca que es la excepción a la regla.
❤️ YIZHAN
❤️ HISTORIA OMEGAVERSE
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Xiao Zhan sonríe recostado sobre el suelo del bosque, con los ojos cerrados, mientras la fresca brisa acaricia su rostro.
Ahora puede olfatear con total naturalidad su entorno; el pasto, las pequeñas flores al rededor de su cabeza y hasta el olor que desprenden las diferentes hierbas.
Aún sin utilizar su vista, los demás sentidos se agudizan y le permiten distinguir lo que sus oscuros orbes no le muestran.
Los cálidos rayos de sol que atraviesan la frondosidad de la arboleda, impactan sobre su piel sin causarle demasiado ardor, pues en esa época del año, aún la radiación solar no es tan fuerte.
El leve sonido del agua moviéndose dentro del lago, el trinar de las diferentes especies de aves y el simple andar de los demás animales, lo relajan hasta casi hacerlo dormir, pero el crujiente ruido de las ramas y hojas secas que han sido aplastadas de repente, lo mantienen en alerta.
Una sonrisa amplia se dibuja en su rostro cuando el aroma dulce del chocolate invade sus fosas nasales.
-Omega -la voz grave del recién llegado le murmura, muy cerca de sus labios.
-Alfa -Xiao Zhan estira sus brazos y rodea el cuello de Wang Yibo.
Le resulta extraño poder sentir las feromonas de su destinado, principalmente porque es su esencia original, aquella que olfateó la primera vez cuando sus caminos se cruzaron, cuando su lazo aún no estaba formado.
Desea ver el rostro del castaño, pero la luz solar lo encandila al finalmente abrir sus ojos.
-¿Dónde estuviste todo este tiempo? Te necesito -el pelinegro desiste el deseo de verlo, aún puede sentirlo sobre su cuerpo y eso le es suficiente por el momento.
-Omega ¿Confías en mí? -Wang Yibo pregunta besando sus labios y descendiendo por su cuello.
-No. No puedo hacerlo -Xiao Zhan afirma enojado, tratando de reprimir un gemido.
-Omega. Confía en mí -Wang Yibo repite hasta llegar a su marcar e incrustar sus dientes en ella.
-¡A-alfa! -el pelinegro jadea y arquea la espalda de manera involuntaria, su pecho golpea contra el firme cuerpo del alfa al sentir la mordida que este incrusta nuevamente sobre su piel.
-Omega. Mí omega...
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-¡A-alfa! -exclama asustado cuando el peso y calidez de Wang Yibo abandonan su cuerpo.
-¡Zhan! -grita Zhou Cheng al observar que su hermano mayor finalmente despierta.
-¿¡Y-Yibo!? ¿Dónde está él? -pregunta dándose cuenta luego que fue un sueño.
Liu Haikuan se acerca a ellos de inmediato. Ambos hermanos se encuentran recostados en la camilla del menor de los Xiao, Zhan cómodamente descansando entre los brazos de Zhou Cheng.