Zombie Omega [YiZhan]

CAPÍTULO 7

—¡Cállate de una puta vez! —Dilraba exclamó molesta, golpeando el cilindro transparente donde Xiao Zhan fue encerrado para eliminar cualquier residuo externo restante en su cuerpo.

El omega había sido despojado de la chaqueta de su alfa, volviéndose más inseguro al no poder percibir las feromonas de Wang Yibo rodeando su cuerpo desnudo.

Luego fue conducido a una ducha de estructura tubular, con una circunferencia no mayor al metro y medio.

El potente chorro de agua era fuerte y frío. Salía de todas direcciones, apuntando a su débil cuerpo, ocasionado marcas rojizas en su blanquecina piel al impactar contra ella por la exagerada presión que ejercía.

Xiao Zhan solo atinó a cubrir su rostro con ambos brazos para que dejaran de arder sus ojos y poder respirar algo de aire que era escaso dentro del tubo. Sus ensordecedores gritos eran amortiguados levemente por la extructura y aplacados por el agua y falta de aire.

Mientras su omega interno seguía suplicando por la presencia de su alfa.

—Si quieres hacer que cierre el hocico puedes accionar la palanca de agua caliente —sugirió Whenhan, cubriendo sus oídos.

—Es un infectado, idiota —rodó los ojos—, ellos no tienen sentidos, no sabrá diferenciar la temperatura del agua.

—¿Y por qué está temblando? —Whenhan golpeó la cabeza de Dilmurat.

—Ohhh —murmuró sorprendida—. Quizás la presión del agua es muy fuerte...

—La verdad qué nunca entendí como conseguiste tu puesto de trabajo —sonrió ladino—, aunque puedo imaginarlo—. Mejor haz el informe antes que Yang Zi regrese y nos corra por no hacer nada... —le alcanzó la carpeta y el bolígrafo que seguían reposando sobre una de las mesas—. Presta atención a mis palabras y anota todo con sumo cuidado.

—El sujeto de prueba número 1005 presenta síntomas de hipotermia. Su pulso está descendiendo y su respiración se vuelve lenta y superficial. No ha querido comunicarse nuevamente con nosotros pero sus expresiones demuestran que aún posee coordinación, energía y memoria. Su piel presenta marcas de apareamiento en varios sectores. Además, posee una fresca mordida en su cuello, indicando que el lazo con su alfa es reciente. Conclusión; Posee sentido del tacto.

—¡Listo! —Dilraba sonrió—. ¿Y ahora?

—Seguiremos poniendo a prueba los sentidos restantes.

Whenhan detuvo el caudal de agua viendo cómo Xiao Zhan caía sobre el suelo húmedo de la ducha.

—¿Lo mataste? —preguntó Dilraba.

—¡Tú eres la idiota! ¡Te sugerí encender el agua caliente!

—¡Pero no has hecho nada para enmendarlo! ¡La culpa caerá en los dos!

—¿¡Se puede saber qué hacen aquí!? —la voz del alfa resonó en la habitación.

—¿¡Yibo!? —exclamaron ambos al unísono, asustados por la sorpresiva llegada del alfa.

Xiao Zhan entreabrió brevemente los ojos cuando escucho la voz del alfa acompañada nuevamente por el dichoso nombre. Su curiosidad era mayor a las ganas de dormirse.

Aunque su visión era borrosa debido a la cantidad excesiva de agua que irritó sus ojos, pudo entrever la figura del hombre.

Logró reconocer que llevaba puesto un kit sanitario, esos que son utilizados en procedimientos quirúrgicos y luego desechados.

No pudo olfatear sus feromonas en el aire. Quizás porque seguía dentro de la ducha, pero sí el fuerte aroma de ambos omegas que parecían estar asustados por la imponente presencia del alfa.

También, podría ser porque él aún estaba junto a la puerta de entrada mientras que Whenhan y Dilraba permanecían estáticos junto a la ducha.

—¡¡¡Largo!!! —ordenó Wang Yibo, abriendo la puerta.

Su parte animal se encontraba furiosa al sentir el olor de su omega disperso en el aire. Xiao Zhan estaba asustado.

No iba a poder reprimir por más tiempo el anhelo de su alfa, quién deseaba lastimar a las personas que llevaron a su omega a estar así. Quiera o no, Xiao Zhan le pertenecía.

—Yibo... Yo... Nosotros... —Dilraba balbuceó suavemente.

—¡¡¡Qué se larguen de aquí!!! —gruñó molesto con los ojos inyectados de sangre.

Ambos omegas bajaron la cabeza al notar el estado de ánimo del alfa y automáticamente abandonaron la habitación tras un fuerte ruido causado por el azote de la puerta tras ellos.

Wang Yibo puso seguro a la abertura y corrió sin vacilar en dirección a Xiao Zhan que seguía recostado sobre el suelo de la ducha.

Jackson lo esperó todo ese tiempo en la entrada del recinto, indicándole a su primo, apenas arribó, que uno de los nuevos sujetos de prueba era su omega y que, tanto Li Whenhan como Dilraba Dilmurat, estaban por ponerlo bajo análisis.

Wang Yibo, guiado por su alfa interno y las súplicas de su omega a través del lazo, corrió sin dudar a su encuentro.

—¡Quiero a mi alfa! ¡No me toque! ¡Ya no más!¡Déjeme, por favor! —susurró al escuchar el sonido del tubo abriéndose.

—¡Mírame! —se arrodilló junto a él—. ¡Perdóname por demorar! —trató de sujetarlo—, ¡Soy yo! —exclamó preocupado, queriendo tomar entre sus brazos el cuerpo helado del omega, Xiao Zhan se retorcía de su agarre tratando débilmente de huir, haciéndose una pequeña bola sobre el piso.

—¿¡T-Tú!? —dudó al escuchar y reconocer esa voz que hizo estremecer a su animal interior—. ¿¡Tú eres... Yibo!? —Xiao Zhan finalmente levantó la vista, encontrándose con la mirada del alfa. Su alfa.