CAPÍTULO 10

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Xiao Zhan despierta y nuevamente está en su jaula.

No sabe realmente cuánto tiempo ha pasado, pero ahora, se encuentra limpio; su cabello sigue húmedo y porta una nueva prenda del alfa, precisamente un suéter negro, de dos a tres tallas más grandes, la oscura tela cubre su delgado cuerpo hasta por debajo de sus rodillas

¡También lleva puesta ropa interior!

Sonríe inconscientemente al olfatear las feromonas de Wang Yibo en la ropa y vuelve a acariciar la marca en su cuello, recordando que nuevamente se ha entregado al alfa como un jodido omega cachondo

¡Eres un desvergonzado, Xiao Zhan!

Sus pómulos se tiñen de un color carmín y trata de ocultar la mitad de su rostro avergonzado dentro del suéter, cómo sí alguien pudiese ver las imágenes que cruzan sus pensamientos.

Estira sus extremidades luego de varios bostezos consecutivos, buscando con la mirada a Wang Yibo a su alrededor...

Se encuentra completamente solo.

Sentado sobre el suelo de la jaula, el omega abraza sus rodillas y apoya la cabeza sobre ambas, tratando de ordenar sus ideas. Aunque su alfa sea parte de ese grupo de personas que secuestra infectados para estudiarlos y analizarlos, eso no le asegura que podrá salir cuanto antes por esa gran puerta.

No sabe si algún día volverá a ser libre.

Vivir en el medio del bosque, aislado del mundo, conviviendo con su hermano, Zhou Cheng y la naturaleza, finalmente resultó ser lo más cercano a la libertad.

Ambos omegas, podían deambular sin restricciones, dentro de su zona segura -lugar prohibido para otros-, sin que nada ni nadie les dijese qué hacer.

Aunque las condiciones en qué vivían podían considerarse precarias, relativamente no les hacía falta nada, sin mencionar la perdida del olfato en Xiao Zhan y el gusto en Zhou Cheng.

Los dos se habían acostumbrado a esa vida luego de la muerte de sus padres y la expansión de dicha infección.

Los últimos días fueron más difíciles para el mayor porque su hermano se había lastimado y su herida no lograba sanar del todo a pesar de alimentarse con la sangre o carne cruda de los pequeños animales cazados.

Xiao Zhan debía estar siempre en alerta, convirtiéndose en los ojos de ambos cuando salían de su "hogar" en busca de alimentos o para higienizarse en el lago.

No podía dejar se sentirse culpable y un mal hermano al dejar a Zhou Cheng solo por más tiempo del que hubiera deseado.

Después de todo, nunca imaginó encontrarse en el bosque, olfateando el dulce aroma a chocolate del alfa cuando se desvió por error de su camino: por ir detrás de la gorda liebre. Se suponía que él no podía oler, haciéndolo sentir tan atraído, aún sin saberlo, por las feromonas de Wang Yibo en celo, y finalmente, que este despertara en Xiao Zhan su parte omega adormecida, para luego doblegarlo ante él sin restricciones, a quién por azar o coincidencia del destino, terminó siendo su alfa destinado.

Xiao Zhan levanta la cabeza cuando escucha el ruido de la puerta abriéndose, luego del suave pitido de la cerradura electrónica. Su animal interior levanta las orejas y da vueltas para darle la bienvenida a su otra mitad, pero rápidamente se deprime cuando Yang Zi ingresa en lugar de Wang Yibo.

-Tu cara me dice que no era a mí a quién esperabas -Yang Zi sonríe levemente mientras toma la carpeta con las últimas anotaciones sobre Xiao Zhan.

Xiao Zhan la observa por un leve momento y vuelve a su posición anterior. Ver a la omega le recuerda la penosa escena que montó junto con Jackson Wang delante de sus narices sin ningún ápice de vergüenza. Aunque el alfa le aseguró que fue solo para distraer a la omega para luego poder hablar a solas con él, Xiao Zhan piensa que Jackson utilizó una burda excusa para aparearse con su supuesta hembra.

Zombie Omega [YiZhan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora