ᴀˡᵐᵃ sᵒˡⁱᵗᵃʳⁱᵃ

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Ligeramente temprano en la mañana Naruto y Sasuke desayunaban juntos. En el departamento ya que Naruto se había recuperado en el día anterior. Aún así no se evitó una ligera conversación.

-Pensar que me había tocado luchar con Gaara-

-No será para nada fácil para tí-

-Mm, ¿diseñaras un entrenamiento para mi?-

-Para eso tienes que ir a donde Kakashi y así podré diseñar uno que sea complementario. Así no se desperdicia nada-

-Entiendo-

Con eso se pusieron de acuerdo y siguieron con el desayuno. Sasuke lavo los platos y se puso su ropa de ninja.

-Te veo más tarde-

Naruto no respondió y Sasuke sabía que el rubio esperaría por él. Así que se fue así nada más, a Naruto le llegó un par de zorros por su ventana. Así que tomó primero el que llegó muy lejos, el cual respiraba un poco agitado. Saco un pequeño papel y comenzó a leerlo mientras acariciaba la pequeña espalda del cansado zorrito.

-Mm, Inari está madurando pero su insistencia es tan terca-

Con eso no pudo evitar sonreír levemente así que enpacó libros teoría básica pero no dio ningún rollo de técnicas adicional a una nota. Miro al zorro el cual se estaba recuperando y lo siguió acariciando.

-Cuando descanses lo suficiente, vuelve con Inari-

El zorro asintió y así miró el otro zorro el cual era de Zabuza con Haku. Naruto asintió leyendo la nota y tomó otro papel respondiendo. Se lo dio al zorro el cual rápidamente desapareció.

-<<Haku también se a vuelto fuerte, pronto tendré que ayudarla a conseguir un contrato de invocación>>-

Naruto estuvo pensativo sentado en la mesa del comedor. Hasta que un celaje blanco entró y se detuvo en frente de él. Era un hermoso y pequeño zorro blanco con las patas y las orejas negras. El rubio rápidamente sacó el mensaje mientras mimaba al pequeño zorro.

-Mm, está bien-

Se levantó de la silla para prepararse y ver a Hinata en la área de tiendas. Ya que le era muy raro que Hinata quisiera dar un paseo con él.

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Hiashi se dirigió lentamente hacia la habitación de Hinata. Pero no sintió la presencia de ella, el lugar estaba vacío.

-<<Asi que ya se fue...>>-

Por curiosidad abrió lentamente la puerta y fue sorprendido por una devastadora realidad. La habitación estaba muy vacía, solo un simple mueble para ropa y un armario de dos puertas pequeño. Ni siquiera había adornos en la habitación, muy solitario y frío.

Apretó sus manos y entró lentamente ya que lo que había mirado. Lo golpeó fuerte y entonces abrió lentamente el armario. Ahora recibió un golpe más fuerte, sus ojos luchaban por cerrarse pero se esforzó por mirar. En el armario sólo había dos mayas de protección pero estaban en un mal estado.

Dos pantalones que ella utilizaba para hacer sus misiones y la característica chaqueta púrpura. Miró hacia un lado viendo los tres yukata y dos kimonos. Ni siquiera eran lo suficiente llamativos en color y diseños. Recordó el yukata que ella uso anoche y comparado con los demás. Este era el mejor que tenía en el armario.

Bajo su mirada viendo los zapatos, un par de zapatos ninjas rotos, sucios y viejos. Incluso tenían rastros de sangre vieja. Los zapatos tradiciones de una mujer, se veían nuevos pero se notaba que no se usaban todo el tiempo. Ni siquiera el mismo Hiashi sabía si le servían. Hiashi no lo pudo soportar más y cerró la puerta del armario.

-<<Si así se ve el armario...>>-

Miro de reojo el mueble y rápidamente apartó su mirada. Sólo por casualidad había visto que su cama estaba doblada en un espacio en la parte superior del armario. Pero no sabía en qué estado estaba, su mente luchaba si tenía que verificar los cajones del mueble.

Se notaba su indecisión al caminar ya que daba un paso y luego se detenía. Hasta que ya no pudo más porque su corazón estaba sufriendo un dolor profundo. Se giró y entonces escuchó la madera rechinar. Hiashi miro su pie viendo la tabla que estaba pisando. Se agachó luego de apartar la pierna y sacó lentamente la tabla.

Viendo una caja de madera la cual estaba mejor cuidada. Se notaba el cariño en sólo mirar la caja, Hiashi la tocó. Notando que incluso la madera recibía tratamiento todo el tiempo. Por la curiosidad apartó la tapa viendo accesorios sencillos y tenían una simple característica. Tenían una flor de paulonia en cada uno, los contó y eran once accesorios. Pero tenían diferentes tamaños, la Hinata de hoy no podía usar algunos.

Aún así Hiashi lo podía ver, era la insistencia de mantener bien esos accesorios. Este miraba más atento la flor intentando recordar.

-Paulonia...¿Flor del árbol kiri?
...Diciembre-

Al recordar que esa flor representaba diciembre. Su mano cubrió sus ojos y de ella lágrimas goteaban cayendo en el suelo. Después de mucho tiempo se dio cuenta la dura realidad de su hija mayor. La cual había ignorado al verla débil, ahora que escuchaba esa palabra. Sólo lo hacía reír de vergüenza, su hija no era para nada débil.

Ella era más fuerte de forma emocional como físico. Ya que un niño tímido no aguantaría un ambiente y un trato de esta manera. Luego que tuvo suficiente, puso las cosas donde estaban. Saliendo lentamente de la habitación y cerró la puerta.

-<<Llegamos hasta el extremo de olvidar su cumpleaños, ni siquiera recuerdo cuando fue su última fiesta de cumpleaños>>-

Bufó en si mismo pensando que realmente no fue buen padre. Incluso pensaba que si su esposa estuviera viendo esto estaría muy enojada con él. Demasiado enojada, suspiro con pesadez y camino hacia su habitación.

-<<No e cumplido mi promesa...>>-

Su corazón le dolió cuando lo pensó, en realidad sentía su corazón sangrando. Tanto por la lucha dentro del clan, las divisiones. Lo llevaron a este resultado desgarrador, el sacrificio de la relación y bienestar de su hija.

-<<Tengo que pensar en algo para arreglar esto. Después de todo ella es mi hija>>-