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Paso un tiempo y en ese momento la luz golpeó el rostro de Naruto obligandolo a despertar. Bostezo suave mientras se levantaba y se acercó con pesadez hacia el calendario. Viendo que era el día de los equipos con su nuevo maestro. Así que se prepara aunque no tuviera prisa ya que aún era temprano.

Se hizo su desayuno y se vistió con una camisa sin mangas con cuello de tortuga. Luego un pantalón gris largo lleno de bolsillos. Se puso el cinturón de bolsillos el cual tenía sus kunais que afilo hace mucho. Miro su espada un momento sin saber si llevársela o dejarla aquí. Pero tenía muchas dudas así que puso su espada en un rollo de almacenamiento.

Así resolvió su pequeño dilema de su arma y se acercó donde tenía su banda de ninja y su bufanda. La cual era corta con los finales rasgados, la acaricio con cariño. Después de mirarla con nostalgia se la puso pero más abierta para luego ponerse la banda en su cuello. Así se podía exhibir su banda ninja y luego se puso los zapatos ninja. Salió de su apartamento dirigiéndose hacia allá.

-¡Naruto espera!-

El rubio se giró viendo a Ayame, la hija del dueño donde se pasaba comiendo ramen. Se detuvo esperando que ella lo alcanzara. Recibiendo esa sonrisa hermosa y jovial de la joven.

-Ayame, ¿qué sucede?

Esta se ríe y muestra un almuerzo que había hecho temprano. Naruto lo miro y tomo el almuerzo sorprendido de este gesto.

-Quería darte tu almuerzo-

-Gracias Ayame-

Naruto puso el almuerzo en el pergamino de almacenamiento donde estaba su espada. Ella asiente feliz viendo que este lo guardaba para más tarde.

-Felicidades en ser un genin. Te hice bolas de arroz porque era lo más rápido que pude hacer-

-No importa, en la cena estaré en el puesto de tú papá-

Ella estaba apenada en no hacer un almuerzo elaborado pero mostró una sonrisa escuchando que iba a estar en la cena.

-Esta bien, cuídate mucho Naruto-

Ella se fue diciendo adiós con la mano mientras Naruto observaba que ella se iba. Así que se fue siguiendo su camino hasta llegar a la Academia. Abrió el aula recibiendo mirada fulminantes pero las ignoro completamente. Sólo observaba buscando un lugar para sentarse pero sólo estaba el área de Sasuke libre.

Suspiró para si mismo y se sentó a su lado dejando su menton reposar en sus manos. Estaba acostumbrado a ser observador donde fuera que vaya. Pero de alguna manera le irritaba, no podía soportar ser observado. No comprendía que tenía esa mirada que le molestaba. Sin aguantar más frunce una ceja y miro a Sasuke, sus miradas chocaron encontrando el azul y el negro.

-¿Tengo algo que te llame la atención, Sasuke?-

-¡No le hables así a Sasuke!-

-¡No eres apropiado!-

-¡No estas a su nivel!-

Las chicas insultaban sin piedad pero recibieron miradas asesinas de estos dos. Principalmente callaron ya que no querían molestar más a Sasuke. Pero esa mirada asesina de Naruto les llenaba de miedo. Luego ellos se miraron de nuevo uniendo sus miradas.

-¿Te molesté? Sólo estaba observandote ya que es raro verte cerca-

El rubio chasqueo su lengua molesto y lo ignoro esta vez. A pesar que Sasuke le pregunto, aún se quedó mirando. Este joven pelinegro observaba ese hermoso rostro, la nariz perfilada. Labios rosados y un poco rellenos, las pestañas largas. Pero lo más que resaltaba era esos ojos azules que desafiaban el cielo y el mar.

ᴀˡᵐᵃ sᵒˡⁱᵗᵃʳⁱᵃDonde viven las historias. Descúbrelo ahora